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miércoles, 11 de septiembre de 2013

El hueco de Óscar de Marcos


De estrella de cartel a humilde telonero, de absoluto protagonista a resignado segundón, de jugarlo prácticamente todo a esperar su oportunidad en el banquillo. Significativo cambio de papel le ha deparado el cambio de entrenador a Óscar de Marcos. Jugador totalmente indispensable los últimos dos años para Marcelo Bielsa, ha visto como la luz de los focos se ha alejado con la llegada del nuevo míster. El de Laguardia debe luchar para encontrar su hueco en el nuevo Athletic de Valverde, una misión que, por el momento, le está costando más de lo que cualquiera hubiera pensado.

Óscar de Marcos definía a la perfección lo que fue el Athletic de Marcelo Bielsa. Un juego veloz, ultraofensivo, de continuas idas y vueltas y, como se deduce por su creador, bastante caótico y loco. El alavés no solo aportaba todas esas cualidades, sino que acabó siendo la viva imagen del estilo del técnico argentino. Amplio recorrido de ida y vuelta haciendo gala de un increíble derroche físico, movilidad continua que propiciaba su aparición por cualquier zona del campo y, sobre todo, una profundidad a la hora de atacar los espacios a través de grandes desmarques que propiciaba que tuviera permanente presencia en el área contraria. Gracias al caótico sistema de Bielsa, en el que ocupaba la posición de volante ofensivo, Óscar explotó todas sus armas y virtudes. Tanto confiaba el rosarino en él que no dudaba en recolocarle cada vez que algúna posición sufría alguna baja, lo que fuera con tal de que el jugador permaneciera en el once.

Sin embargo, con la llegada de Ernesto Valverde, el 4-3-3 con un mediocentro y dos volantes ofensivos ha dado paso a un 4-2-3-1 con un doble pivote y un único mediapunta. Más carga para la base del centro del campo con otro jugador más en la base de la jugada, lo que deja un solo futbolista por delante del mediocentro. Este lugar parece que está destinado a Ander Herrera, con el que De Marcos debe competir para entrar en el once, pues Valverde quiere al de Laguardia en esa posición. El ex del Zaragoza parte con ventaja por nombre y calidad de sobra reconocida, aunque también influye la lesión que De Marcos sufrió a principio de pretemporada. En una comparación directa en la lucha por un puesto, la mayoría se quedaría con Herrera.

No obstante, De Marcos puede aportar muchas cosas interesantes, distintas del dominio y control del balón que se ha buscado hasta ahora. Para empezar, la profundidad y el desmarque que le hacen pisar área continuamente como si de un segundo punta se tratara es algo en lo que el ex del Zaragoza no destaca tanto. Además, su gran recorrido te garantiza un plus a la hora de defender. Puede que no tenga tanta calidad y dominio del esférico como Herrera, pero su versatilidad es muy aprovechable en una posición tan liberada a priori. Y lo más importante, explotaría uno de los principales valores de Beñat, su gran desplazamiento proyectando jugadores hacia adelante, contexto ideal para el incansable futbolista.

La mediapunta puede aprovecharse con sus cualidades pero no es el único lugar en el que Óscar de Marcos puede aportar. No hay que olvidar que Markel Susaeta peca de ser un jugador bastante intermitente que tiene picos bajos de rendimiento. Y precisamente en el extremo derecho fue donde el de Laguardia comenzó la pretemporada, trazando continuas diagonales hacia dentro y marcando goles, un recurso que ya utilizó Valverde en Valencia colocando a Jonas en banda. Una gran baza en ataque y otra que podría sumar en defensa, puesto que De Marcos ya está acostumbrado a actuar en el lateral, plaza que podría ocupar cuando el míster busque mucha profundidad, algo que ya probó en Valencia situando a Guardado en el lateral izquierdo.

Mediapunta, extremo derecho con marcada tendencia interior, posible lateral o incluso segundo punta con Herrera formando un doble pivote junto a Beñat, quién sabe lo que será este equipo. Lo que es seguro es que Óscar de Marcos tiene mucho que aportar a este equipo sea en la posición que sea. Nadie debe dudar de que terminará riendiendo allá donde le den la oportunidad de actuar. De momento, toca esperar el momento para sacar a relucir esas correosas galopadas por San Mamés Barria. "Gudari" aguarda impaciente su oportunidad.

Fotografía: www.noticiaaldia.com

lunes, 22 de abril de 2013

Un punto que sabe a poco

Llorente fue titular y anotó el tanto del empate
Mucho ruido y pocas nueces. De esta forma se puede describir la actuación del Athletic en el encuentro que le midió ayer al Deportivo de la Coruña en Riazor. El conjunto rojiblanco dominó totalmente al rival, se hartó de llegar combinando y profundizando pero, finalmente, falló como una escopeta de feria. Por contra, el Deportivo marcó en la primera clave que tuvo. Por suerte, Llorente, de nuevo titular, empató antes del descanso. El marcador ya no se movería en un segundo tiempo en el que continuó avasallando al equipo de Fernando Vázquez hasta que Iturraspe fue polémicamente expulsado a diez minutos del final. Al final, un punto con sabor amargo porque perfectamente pudo conseguirse una victoria holgada. El detalle positivo es que se mantienen las distancias clasificatorias con el Deportivo.

El Athletic saltó al campo con un equipo más similar al del año pasado en cuanto a piezas se refiere. Respecto a los sancionados, Gurpegui y De Marcos regresaban al once pero Laporte no pudo llegar en perfectas condiciones y todo parece indicar que Aduriz tampoco. Por lo tanto, Aurtenetxe se situaba en el lateral izquierdo por segunda jornada consecutiva. En la contención, Bielsa se decantó por Iturraspe en lugar de San José, lo que refleja que buscaba potenciar la salida de balón frente a la solidez defensiva. Muniain, que va mejorando su rendimiento, regresaba al extremo izquierdo dejando a Ibai en el banquillo. Por su parte, el técnico argentino volvía a situar a Fernando Llorente como referencia en el ataque una semana más. El Deportivo, por su parte, sufría las bajas de Carlos Marchena en defensa y Abel Aguilar en el centro del campo. Sin embargo, el mayor aval de los gallegos era la gran racha de cuatro victorias consecutivas y la eficacia de sus hombres de arriba, además del gran ambiente que presentaba Riazor.

No obstante, cinco minutos de partido tardó la parroquia blanquiazul en enfriarse, el tiempo que tardaron los bilbainos en hacerse con el control total y absoluto del partido. Los rojiblancos acumularon la posesión y recuperaron uno de los mayores puntales del Athletic de Bielsa, las triangulaciones de la banda derecha. El trío Iraola-Susaeta-De Marcos trajó al Deportivo por la calle de la amargura. El lateral de Usurbil ofreció una de sus mejores versiones apareciendo constantemente en ataque, De Marcos rompió con constantes desmarques a la espalda de la zaga gallega y Susaeta se movió constantemente tanto por la línea de cal como por el resto del frente del ataque. Las múltiples combinaciones de los tres jugadores, a los que ocasionalmente se unía Ander Herrera, provocó más de una decena de llegadas. Cualquiera podía aparecer en cualquier momento por todo el sector derecho y llegar a línea de fondo. Gran noticia, si no hubiese sido por el afán que tiene este equipo por errar todas las ocasiones de las que dispone. La capacidad de tomar practicamente siempre la opción equivocada en el momento decisivo y tras haber trenzado la jugada más elaborada es el pan de cada día del conjunto de Marcelo Bielsa. 

Aunque la parte derecha fue la principal baza de los rojiblancos, la primera ocasión visitante llegó por la banda izquierda en un gran desplazamiento en largo a la espalda de los centrales que Herrera no pudo ceder con precisión para que Susaeta empujara libre de marca. Otro excelente pase en profundidad del menudo extremo navarro no pudo ser aprovechado por un Susaeta que se quedaba solo frente a Aranzubia pero que no llegó por poco. Hasta pudo anotar el navarro aprovechando un centro de Óscar de Marcos desde la derecha. Buenos detalles de un Iker Muniain que es vital para que el Athletic recupere el desequilibrio por banda izquierda. Antes, Llorente, mucho más inspirado que en pasadas comparecencias, pudo adelantar a los rojiblancos en dos ocasiones. En el minuto 12 aprovechandose de un buen pase de De Marcos, protegiendo el esférico con el cuerpo y, finalmente, disparando alto desviado por un defensor, aunque el árbitro dio saque de puerta. La segunda en el 16 aprovechándose de un flojo centro de Susaeta que el riojano terminó cabeceando alto. Más adelante, en el 32, también consiguió conectar un disparo en un intento de chilena a pase de De Marcos que se fue a la izquierda de Aranzubia. El Athletic dominaba y llegaba con muchos hombres al ataque pero con nula efectividad de cara a puerta.

Pero si por algo se caracteriza este equipo es por no seguir ningún guión establecido y romper todas las predicciones. Así, en la única concesión debida a una pérdida de balón en el centro del campo y un intento de recuperación algo flojo, llegó el tanto del Deportivo. Bruno Gama se encargó, desde la frontal del área, de poner el balón en la escuadra de la portería de Iraizoz. La primera llegada de los de Vázquez y gol en contra y ésto si es una constante en el Athletic. Por suerte, el conjunto vasco no se amilanó y continuó con su empeño de perforar la portería rival, algo que consiguió justo antes del descanso. Muniain partiendo desde la izquierda atrajo a tres rivales y descargó para un Iraola que subía solo. Desde una posición más centrada de la habitual, colgó el balón para que Fernando Llorente cabeceara a la red. Segundo gol de la temporada para el cuestionado delantero. Momento perfecto para anotar el tanto del empate, justo antes del descanso. Golpe de efecto para comenzar la segunda parte con ilusiones renovadas. 

La segunda mitad arrancó sin cambios y pronto llegaría la polémica cuando en un centro desde banda derecha Aythami agarró descaradamente a Llorente dentro del área. Sin embargo, Pérez Montero no vio nada de nada, como suele ocurrir en la mayoría de las ocasiones con el delantero de Rincón de Soto. En el 19 volvió a probar fortuna Muniain pero su disparo no encontró el efecto deseado y se marchó a la derecha de la portería de Dani Aranzubia. Otra oportunidad desperdiciada, pero no la única ya que, tan solo cuatro minutos después, llegaría la jugada más rocambolesca del encuentro. Muniain filtró un balón hacia el corazón del área para nadie. Sin embargo, Aythami trató de despejar de chilena entregando el balón a Llorente, que remató al palo. El rechace lo capturó el mismo, recortó a un defensor y su nuevo disparo lo despejó Aranzubia. El tercer despeje cayó en manos de Susaeta, que disparó alto. Jugada digna de aparecer en más de un zapping televisivo. Incomprensible que el balón no acabara en la red. Siete minutos después, Herrera, sin oposición, remataba alto desde dentro del área tras otra buena jugada por banda derecha. Perdonar, perdonar y perdonar, con un Deportivo asustado y encerrado. 

Y llegó entonces el momento de protagonismo para el colegiado Pérez Montero. Aquel que nos señalizara un penalty en contra en el encuentro frente al Rayo Vallecano en San Mamés, habiéndose producido la entrada un metro fuera del área, expulsó a Iturraspe por una entrada en la que toca balón. Ésto no disculpa al centrocampista de Abadiño, que siempre anda a remolque en lo que a defensa se refiere, pero en esta ocasión no debió señalizar la falta y la decisión del arbitro perjudicó seriamente al Athletic. Este hecho provocó la sustitución de Aduriz, que había saltado al verde por Llorente hacía apenas 13 minutos. Bielsa volvía a realizar un sustitución de un jugador que había saltado desde el banquillo, como hiciera con Muniain semanas atrás, si bien en esta ocasión era la mejor opción. Ésto se debe a que el míster argentino decidió hacer un doble cambio, pieza por pieza en el minuto 75, Ibai por Muniain y Aduriz por Llorente. Realmente, el riojano no parecía dar muchas muestras de cansancio a un cuarto de hora del final y su rendimiento estaba siendo positivo. Además, teniendo el encuentro totalmente volcado hacia la portería de Aranzubia, era la oportunidad perfecta para introducir más mordiente arriba. Sin embargo, Bielsa decidió hacer dos cambios de pieza por pieza. Al final, ante la expulsión de Iturraspe, no quedó más remedio que retirar a Aduriz y meter a San José para contener el resultado, aunque el Deportivo ni llegó a portería antes del pitido final. Eso sí, antes le dio tiempo a Pérez Montero para dar otra vez la nota, cuando el público de Riazor tiró un balón al césped habiendo ya uno en juego, Ekiza lo desplazó y el colegiado terminó concediendo falta lateral a favor de los gallegos. Nada más botarla, pitó falta en ataque. De esta manera acabó el partido, ver para creer.

Un punto que sabe a poco se trajo el Athletic de Riazor cuando lo lógico es que hubiese conseguido una victoria holgada, eso si hubiese conseguido ser efectivo en la menos de la mitad de sus oportunidades. Sin embargo, sólo se logró perforar la red en una ocasión de la mano de Llorente, en su mejor partido de la presente temporada. Un resultado como éste, visto el partido, jamás puede ser una buena noticia para el equipo. Por lo menos habrá que quedarse con la intensidad mostrada y el rendimiento de una banda derecha arrolladora. Lamentablemente, o se mejora en la toma de decisiones de la finalización de las jugadas o no se mejorará la frente a la portería contraria. Mientras tanto, un partido menos y ocho puntos sobre el descenso. Una final menos.

Fotografía: Diario Marca (edición digital)

lunes, 15 de abril de 2013

Final esperado, guión inesperado


El último Athletic - Real Madrid, el último de uno de los grandes clásicos del fútbol de nuestro país, se saldó con la decimosexta derrota de la temporada. Si el circunstancial equipo que tuvo que utilizar Bielsa debido a las múltiples bajas hacia que nadie augurara un resultado diferente, durante buena parte del partido el equipo rojiblanco llevó el peso del partido con tintes de buen juego combinativo y preciosista. Sin embargo, el increpado Ronaldo se echó al conjunto blanco a las espaldas para decantar el encuentro con dos tantos y una asistencia. La Catedral vivió el último de tantos vibrantes choques entregada a su equipo cuando se creyó en las posibilidades y mofándose de un inoperante Llorente cuando estaba todo perdido. La derrota deja al equipo con 35 puntos, a ocho de los puestos de descenso.

Ante las importantes bajas en el Athletic, Marcelo Bielsa tuvo que alinear un once de circunstancias. Ramalho ocupó el lateral derecho, San José retrasó su posición para acompañar a Ekiza en el centro de la zaga, Aurnetetxe regresaba al lateral izquierdo e Iturraspe a la contención, Muniain actuaba como interior junto a Herrera y Llorente, capitán debido a las ausencias de Iraola y Gurpegui, actuó como delantero centro. Muchos cambios para un equipo que no se caracteriza por tener la más larga de las plantillas. Sin embargo, ni dio tiempo a comprobar el rendimiento de la misma cuando Cristiano Ronaldo envió el balón a la escuadra en un magistral lanzamiento de libre directo. Primer minuto de partido y tanto a balón parado en el que Iraizoz poco pudo hacer. 0-1 en el marcador cuando más de la mitad de los jugadores que había sobre el césped todavía ni habían tocado la pelota. 

Pasado el desafortunado inicio, el Athletic se fue asentando sobre el campo y dominó el juego frente al equipo madridista acumulando largas posesiones y un juego combinativo que estos jugadores llevaban mucho sin exhibir. Ander Herrera se disfrazo de mago y comenzó a asociarse con el de aquí y el de allí. Por su parte, Iker Muniain, en una posición más interior, se mostró más incisivo que en otras ocasiones y tuvo detalles que recuerdan al endiablado extremo que no se ha visto este curso. Ander Iturraspe, que regresaba a la titularidad, también dio una buena salida de balón y siempre dio una opción de apoyo. El equipo acumulaba la posesión ante un Real Madrid que ni tenía el balón ni llegaba. Sin embargo, este detalle merece un pequeño análisis porque el equipo de Mourinho se encuentra agusto entregando el dominio del juego al rival esperando para matar con sus eléctricas contras. Por ello, los jugadores del centro del campo del conjunto de Bielsa no estuvieron muy presionados y podían mover con solvencia el balón. Se vio un mejor Athletic sí, pero hay que tener en cuenta todos los detalles. 

Estas posesiones del Athletic bien pudieron traducirse en el tanto del empate si no hubiese sido por la inspiración de Diego López. Detuvo un potente tiro raso pegado al palo a Susaeta y un zurdazo a Herrera con la yema de los dedos. También pudieron marcar los blancos, pero Di María estrelló el balón en el larguero solo ante el portero tras un balón que superó a San José. Quien sí estuvo inspirado fue Jonas Ramalho. El de Romo se mostró rápido y contundente en defensa, dio apoyos y combino cuando fue necesario y tuvo alguna subida al ataque acompañada de centro al área. El sustituto de Iraola no acusó la falta de ritmo durante el primer tiempo, compitió bien y dominó su zona, al igual que todo el Athletic.

Pero con el inicio del segundo tiempo, el partido se volvió más bronco y el conjunto bilbaino cedió terreno al Real Madrid, aunque puede ser que el equipo de Mourinho comenzara a apretar el acelerador después de aguntar durante el primer tiempo sin pasar excesivos apuros. Ronaldo comenzó a aparecer con más frecuencia y, en una de éstas, hubo un lance con Aurtenetxe que provocó la ira del portugués y la increpada del público al mismo. El problema es que parece que cuanto más increpado es Cristiano, más se enciende y mejor termina jugando. De hecho, el portugués terminó con las esperanzas del Athletic al cabecear a la red una falta botada por Xabi Alonso. Ramalho, hombre que marcaba al 7 blanco, mantuvo una batalla de empujones con él pero, a la hora de la verdad, se le olvidó saltar. También cabe decir que hay hombres con mayores posibilidades en el juego aéreo para poder marcar al portugués. Justo tras el tanto, el lateral fue sustituido por Iraola pero, que nadie se engañe, al joven defensor le tocó bailar con la más fea y cumplió con nota, un detalle muy a tener en cuenta sobre todo tras la más que decepcionante campaña de Andoni Iraola. 

Respecto al contundente juego empleado por el Athletic en el segundo periodo mucho se ha hablado. Algunos medios han criticado la dureza de los de Bielsa, esos que no dicen nada de la posibilidad de que Xabi Alonso fuese expulsado por ganarse la segunda amarilla al golpear a San José en la cara. Cada uno ve lo que quiere. Sin embargo, no parece que el resultado del partido fuese a haber cambiado mucho, sobre todo porque Cristiano Ronaldo seguía empeñado en amargar el día a la parroquia rojiblanca. El de Madeira filtró un pase entre tres defensores para que Higuaín definiera con un potente disparo raso al palo largo. Un lanzamiento calcado al de Susaeta de la primera parte. Diego detuvo y Gorka no. El partido terminó con cánticos irónicos de la grada de San Mamés contra un Fernando Llorente que muestra un rendimiento irrisorio. En definitiva, ultimo Athletic - Real Madrid en la Catedral del fútbol y 0-3, dolorosa y decepcionante despedida. 35 puntos en el casillero para el Athletic y ya pensando en el Deportivo, aunque muchos llevan pensando en el conjunto gallego desde hace una semana.

Fotografía: web oficial del Athletic Club

martes, 2 de abril de 2013

Tres puntos y Aduriz, al fin



El Athletic consiguió sacar los tres puntos frente al Granada en San Mamés recuperando lo que más valor le ha aportado durante este año, la eficacia goleadora de Aritz Aduriz. Los tantos del donostiarra han sido lo único a lo que el equipo se ha podido agarrar durante este año y llevaban mucho tiempo sin verse. Un tanto suyo le dio el triunfo al equipo de Marcelo Bielsa en un partido en el que poco más se puede rescatar a nivel positivo. Tres puntos y gracias. Ahora el descenso queda a 11 puntos, el colchón más holgado de la temporada. Además, venciendo al Granada, rival directo en la lucha del barro, se le deja a cuatro puntos del descenso.

Para este encuentro, Marcelo Bielsa dispuso una defensa con tres centrales, Laporte por la izquierda, Ekiza en el centro y Gurpegui en la derecha, y dos carrileros con largo recorrido, De Marcos e Iraola. No obstante, Iraola no fue carrilero y no se incorporó al ataque todo lo que se esperaba así que no tuvo demasiado efecto a nivel ofensivo. Respecto a la defensa, no se concedió en exceso aunque se regalaron una infinidad de balones en la salida de balón. Sigue sin ser lógico que un equipo que daba un magnífico trato al movimiento de la pelota se caracterice este año por la pérdida de la misma. Afortunadamente, el Granada solo tuvo un par de ocasiones claras, una de Nolito que desvió Iraizoz, acertado un día más, y otra de Brahimi al palo en el último minuto. Al final portería a cero, noticia que sabe a gloria este año. 

En la sala de máquinas San José realizó uno de sus partidos más flojos como mediocentro, si bien aportó más en defensa cuando se defendía el resultado. Herrera, baluarte en el movimiento de balón del Athletic, estuvo peor que otros días y no es noticia que le cueste soltar el balón más rápido, arriesgando muchas posesiones. Sin embargo, incluso en estas situaciones su presencia en el campo supone un plus para el equipo. Arriba, Susaeta estuvo desaparecido un partido más y se coronó con la segunda expulsión de su carrera tras una segunda tarjeta muy estúpida por una acción que podía haberse ahorrado. En el otro ala, Ibai sigue creciendo y volvió a dar una asistencia vital para que Aduriz marcara y terminara con su sequía de 835 minutos. Ambos son lo mejor que se puede citar. La mala noticia llega por las molestias del extremo de Santutxu que le obligaron a retirarse antes de tiempo y que se espera que no le impidan jugar frente al Sevilla, su presencia se ha convertido en más que necesaria para el Athletic.

Otra situación muy distinta atraviesa Iker Muniain esta temporada. El navarro parece que no levanta cabeza esta temporada y la sustitución efectuada por Bielsa tras llevar el navarro solo 20 minutos en el campo tras haber reemplazado a Ibai Gómez fue otro palo más. Bielsa quitó hierro al asunto en rueda de prensa disculpándose ante en navarro por la decisión pero la realidad es que no confió en Muniain para que pudiese defender su zona. Tras el encuentro ante el Valencia y su paso por la sub-21, en los que ha anotado dos veces, parecía que su estado estaba cambiando pero el incidente de esta jornada supone otro revés más. La expulsión de Susaeta parece garantizarle un hueco en el once la próxima semana ante el Sevilla, ocasión que el joven extremo de la Txantrea debe aprovechar para reivindicarse y demostrar la clase de jugador que es.

En definitiva, tres puntos de oro que suponen que el Athletic ha logrado sumar nueve puntos de los últimos doce, precisamente en los encuentros en los que peor fútbol ha desplegado de toda la temporada, triste pero cierto. Sin embargo, cuando lo que urge es sumar para evitar el precipicio, todo vale. Quedando el descenso a once puntos y Europa, si se mantiene la sanción al Málaga, a ocho, algunos empezaran a plantearse nuevos objetivos. Hay que ser realista y no dejarse llevar por el momento. Por delante quedan nueve partidos, nueve finales. ¿El objetivo? ganar todos los puntos posibles. 

Fotografía: Web oficial del Athletic Club

domingo, 3 de marzo de 2013

Clasificación amigo


El Athletic sacó los ansiados tres puntos de su visita al feudo de Osasuna protagonizando, con toda probabilidad, su partido más flojo y pobre de toda la temporada a nivel futbolístico. Faltaron esas posesiones y aluviones de ocasiones que suele tener el conjunto de Bielsa pero no faltaron las imprecisiones, errores y demás aspectos negativos. Aún así, la suerte, la seriedad y un chispazo de Ibai rematado por Susaeta decidieron un partido en el que el retornado Iraizoz fue el mejor de los rojiblancos. Tres puntos vitales para dejar atrás esas tres derrotas consecutivas y alejarse del descenso.

En el Reyno de Navarra, el Athletic protagonizó el partido más "Caparrocoso" de la temporada. Se olvidó totalmente de adornos y florituras y se hartó de colgar balones y entregar el peso del partido a un Osasuna que lo asumió sin problemas. De esta forma, por tanto, el equipo bilbaino realizó un primer tiempo realmente pobre en todos los aspectos. Las múltiples imprecisiones en el pase pudieron observarse de manos de San José y Laporte, entregando varios balones a los jugadores rojillos en la salida de balón. Tampoco hubo intensidad en las disputas y siempre estuvieron con una marcha menos que los de Mendilibar. Y es que las ocasiones de Osasuna evidenciaban las ya conocidas carencias defensivas de los rojiblancos. En la primera de Kike Sola hasta cuatro jugadores van a tapar un tiro dejando al punta libre de marca. En el lanzamiento alto de De las Cuevas, Iraola comienza a recular dejando al extremo disparar a placer. A balón parado, la doble ocasión de Oier hablaba por sí sola de lo fácil que es crearle peligro a los leones a balón parado.

No obstante, cuando más apretaba el Osasuna, surgió la figura de Gorka Iraizoz. Marcelo Bielsa había decidido devolverle la titularidad apelando a su veteranía para la situación en la que el equipo se encuentra. Raúl fue de la partida en los dos últimos choques y frente a la Real Sociedad la presión pudo con él. Por tanto, Iraizoz regresaba al once y parece que la suplencia le ha venido bien porque fue el héroe rojiblanco en Pamplona. Detuvo por bajo, de cabezazo a balón parado, de potente disparo y a balón parado tanto tocado como potente. Para pelear en el barro hace falta gente curtida para estas guerras y podría decirse que la experiencia es un grado. 

En ataque, absolutamente nada de nada. Al no triangular ni gozar de posesión, se rifaron una gran cantidad de balones desde la defensa que solían acabar en los pies de Andrés Fernández o en los de la defensa rojilla. Lo único destacable fue un buen centro de Iraola que Aduriz remató incomprensiblemente fuera y una gran cabalgada de Laporte en la que sorteó varios rivales, se plantó en el área contraria y malogró la ocasión con un pase a donde no había nadie. Respecto a Aritz Aduriz, su sequía es uno de los síntomas por los que el Athletic había entrado en esta dinámica negativa y el ariete no consigue romper esta mala racha. Recuerdo cuando hace unos meses los aficionados se preguntaban donde estaríamos si el donostiarra no marcara. Aquí está la respuesta. Se le necesita.

Ya en el segundo tiempo, el Athletic se puso el mono de trabajo, el de pelear en el barro. Se colocó algo mejor en el campo, tampoco mucho, y logró soltar un gran zarpazo que a la postre sería definitivo. El balón llegó desde la derecha a la izquierda pasando por Herrera y llegando a Ibai, quien con un soberbio centro con el exterior mandó el balón al segundo palo para que Susaeta, que ganó la espalda a Damiá, enviara el balón a la red de certero disparo con el interior. Gol celebrado con mucha rabia por parte de cada jugador del Athletic. En un partido lleno de sombras, aportó algo de luz un Ibai que, a día de hoy, está mejor que Muniain. Hasta el final aguantar y aguantar con un segundo tiempo muy trabajado y compacto por parte de los pupilos de Bielsa. Con la entrada del esperado Ekiza, el partido quedó cerrado a expensas de algún acercamiento de Osasuna que, gracias al oficio y a la suerte del Athletic, no traspasó la red. Además, Llorente entró por un Aduriz que se desfondó y el ariete de Rincón de Soto tuvo un par de buenas acciones y trabajó juntando a los centrales. Asistió bien a Ibai y pudo incluso marcar. Buena aportación del riojano.

Con el pitido final, la imagen la aportó la rabia de Ander Herrera en la celebración, un jugador que ya ha tenido que vivir estas batallas con el Zaragoza. El centrocampista generó la piña en el centro del campo de sus compañeros y se espera que este pequeño gran líder guíe al equipo a lograr el objetivo. Toda una lástima que una amarilla le impida estar ante el Valencia el próximo domingo en San Mamés, la próxima final del Athletic. De momento, tres puntos imprescindibles que saben a gloria a pesar del pobre partido realizado en lo futbolístico. Sin embargo, lo necesario a día de hoy es hacer efectivo eso de "clasificación amigo".

Fotografía: Web oficial del Athletic Club

lunes, 18 de febrero de 2013

Málaga - Athletic: lo mismo de siempre


Un juego que busca ser elegante, con muchos hombres lanzados al ataque pero con un gran problema en lo que a efectividad se refiere. La nueva derrota en el campo del Málaga certifica que de nada vale gozar de muchas ocasiones manifiestas de gol si no se traducen en goles, que de nada vale merecer más de lo que se obtiene si finalmente todo ésto no se traduce en puntos. El Málaga se permitió el lujo de rotar pensando en la Champions mientras Willy Caballero contuvo los arreones de un Athletic que volvió a perder y que sigue a seis puntos del descenso.

El partido estuvo marcado por la novedad en la portería rojiblanca. Bielsa decidió sentar a un Iraizoz que fue sentenciado por San Mamés en el encuentro contra el Espanyol. La alternativa fue para Raúl Fernández, quien tuvo una buena actuación. Detuvo por alto, a Antunes, a media altura, a Baptista, por bajo, a Isco, y en una buena salida ante un Lucas Piazon que se plantó solo ante él gracias a una pared que rompió la defensa. Nada pudo hacer en el tanto de Saviola debido a lo mordido que le salió el remate. Derrota del equipo pero buena actuación del guardameta bilbaino. Según Marcelo Bielsa, lo lógico es que Raúl conserve la titularidad por lo que todo hace indicar que será el portero titular ante la Real Sociedad, precisamente equipo contra el que debutó en 2011 en liga y que terminó con victoria por 2-1 para los zurigorris. Hay que desear toda la suerte del mundo al nuevo guardián de las redes rojiblancas. 

En la línea defensiva se volvieron a dar errores destacables. Por ejemplo, un fallo en el despeje de Aymeric Laporte que regaló un balón franco a Baptista que logró finalmente repeler Raúl o la concatenación de errores en el tanto malagueño. Primero, Piazon se marchó a trancas y barrancas de unos Gurpegui y Susaeta  muy flojos para, finalmente, poner un balón atrás que Saviola remató sin oposición. Como ante el Valladolid dos semanas atrás, el pase atrás condenó al Athletic. En la faceta ofensiva, sin novedades. Asedio a la meta de un Willy Caballero que se mantuvo sobrio y determinante todo el partido. Eso sí, en muchas de las intervenciones que tuvo que realizar los rojiblancos apuntaron al muñeco, tónica que se repite y hace que los porteros del equipo rival terminen siempre con buenas actuaciones. 

En definitiva, nuevo partido en el que el Athletic se va de vacío a pesar de ocasiones y juego, lo cual empieza a importar bien poco cuando el equipo lo que necesita son puntos. De nada vale pensar en lo que pudiera haber sido o de lo que sería justo haber merecido. La cuestión es que las jornadas pasan y la clasificación pesa. Es realmente una suerte que haya tres equipos que sigan hundidos jornada tras jornada y no levanten cabeza. De no ser así, mejor no pensar qué lugar ocuparía el conjunto de Bielsa. Además, continúa habiendo lesiones que lastran a una plantilla de por sí muy corta, como la temporada ha demostrado. Y es que parece que las desgracias nunca vienen solas. Ahora a seguir trabajando con vistas al derby, no queda otra.

Fotografía: Web oficial del Athletic Club

lunes, 11 de febrero de 2013

El Espanyol aprovecha los regalos del Athletic


Cuando parecía que el Athletic empezaba a remontar el vuelo y el juego hacia presagiar un resurgimiento acompañado de estabilidad, se ha producido, probablemente, el mazazo más contundente posible. De nada sirve terminar el partido con un 72% de posesión de balón si se hacen unas concesiones tan grandes al rival en defensa. De nada sirve tener predominio en ataque si perdonamos todas las ocasiones posibles y luego encajamos las únicas cuatro ocasiones que tiene el rival en todo el partido. Un 0-4 para nada imaginable al final del primer tiempo pero que devuelve al conjunto de Marcelo Bielsa a mirar directamente hacia abajo, esos seis puntos que le separan del descenso. Una vez más, sensaciones negativas.

Un partido plagado de errores e infortunios de todo tipo por parte de los rojiblancos. Tras el cambio por lesión de un Muniain que no levanta cabeza, entro Ibai para no poner un córner a derechas. 12 saques de esquina tuvo el conjunto rojiblanco y ninguno con peligro. En ocasiones por jugadas, menos acierto aún. Susaeta perdonó y perdonó y De Marcos falló con todo a su favor. Aduriz totalmente atado por los centrales periquitos, no tocó balón y apenas gozó de una ocasión. Si los dos últimos encuentros la segunda línea despertó, ayer se quedó echando la siesta, y sin Aduriz pues ya se sabe. Por otro lado, la lesión de Ibai y el resultado adverso hicieron a Bielsa recurrir a Igor Martínez y Toquero, casi inéditos esta temporada. Queda demostrada la cortísima plantilla de la que dispone el equipo, aunque Urrutia crea que no es necesario reforzarse.

Recordando encuentros pasados, se volvieron a producir los grandes regalos en defensa que habiamos visto durante todo el año. Aurtentetxe falló gravemente en la marca del primer tanto del Espanyol y cerrando el paso a su marca en el tercero. Y Monreal en Londres por 12 millones, algunos todavía nos preguntamos el porqué. Sin embargo, si alguien fue el foco de todas las críticas fue, una vez más, Gorka Iraizoz. El eternamente cuestionado portero realizó un partido nefasto, focalizado en sus errores de bulto en los goles pericos. A pesar del fallo de marcaje de Aurtenetxe a Héctor Moreno, un portero no puede recibir un gol de un hombre que remata dentro del área pequeña. En el segundo el error es antológico, con una salida desconfiada y pésima, dándole el tanto a Víctor Sánchez. Y en el tercero pudo hacer algo más por salir a por el balón y cortar el envío desde izquierda. Antes de esto, un par de malos controles con el balón de los pies ya encendieron el run run de San Mamés, que terminó por sentenciar al portero tras sus graves errores con una ensordecedora pitada en cada balón que tocaba. La parroquia rojiblanca ha dicho basta y le toca pronunciarse a Bielsa.

Muchas equivocaciones en todas las zonas del campo, en algunas más que otras, hicieron que el Espanyol, sin hacer un gran partido, le endosara un doloroso 0-4 al Athletic en su propia casa. Un resultado que mina la moral y las espectativas de un equipo que se suponía en crecimiento. Ahora toca reconstruir y hacer unos cambios que se empiezan a antojar necesarios. Hay que tocar piezas para cambiar esta situación que deja al equipo hundido y a seis puntos del descenso. Es necesario cambiar para crecer. 

Fotografía: Web oficial del Athletic Club

lunes, 4 de febrero de 2013

A seguir creciendo


Dominio del juego, concesiones en defensa, gran despliegue físico y aluvión de ocasiones en ataque aunque muchas no terminan dentro. La tónica que el Athletic tenía la temporada pasada parece que está volviendo a darse en todos sus matices. El viernes contra el Valladolid, el equipo hizo uno de esos horribles arranques de partido para terminar dominando, remontando y casi venciendo. Una nueva ocasión en la que el equipo se sobrepone a un doloroso revés inicial para sumar su quinto punto en tres partidos, dos de ellos fuera de casa. Quedan las sensaciones positivas y se vislumbra una trayectoria ascendente para un equipo que se está reencontrando a sí mismo.

El conjunto de Marcelo Bielsa llegó tarde al encuentro contra el Valladolid, concretamente un cuarto de hora tarde. Para entonces, el conjunto pucelano ya había conseguido perforar la portería en dos ocasiones, y merece la pena analizar los tantos porque hay un factor que se repite. En ambos se produce un pase atrás y llega alguien solo de la segunda línea. ¿Por qué? La defensa del Athletic se queda totalmente en línea dejando libre de marcaje al hombre que llega desde atrás. Dos errores importantes y dos goles en contra para afrontar un partido muy cuesta arriba. Por lo visto, el tema de la línea defensiva es un capitulo sin cerrar.

Sin embargo, el equipo fue cogiendo el tono y se hizo con el dominio del partido, no sin dejar de convertirlo en un correcalles que transforma el partido en una emocionante batalla para el espectador. Sin embargo, el Athletic se encuentra cómodo en esta tesitura y, antes del descanso, De Marcos envió el balón a la red vallisoletana empalmando un buen centro de Susaeta. Quinto tanto para el de Laguardia que está adornando su vuelta al centro del campo con llegada y goles. Ya en el segundo tiempo, Susaeta empataba para los bilbainos al empujar el balón en el segundo palo tras una dejada de Aduriz en un saque de esquina. De esta forma, el extremo derecho anotaba su cuarto tanto en liga. Aritz Aduriz, principal referente ofensivo durante toda la temporada, se quedaría sin marcar, pero grandísimas noticias son los tantos de Susaeta y De Marcos, que repiten en su cita con el gol tras hacerlo la semana pasada. Parece que la segunda línea del ataque empieza a aportar en tareas goleadoras, matiz que hace crecer al equipo exponencialmente

Con el empate, el equipo rojiblanco tuvo la posibilidad de llevarse los tres puntos. Es cierto que el Valladolid también pudo marcar el tercer tanto con las ocasiones de Javi Guerra, tras un pase atrás también, y Omar Ramos, pero el Athletic gozó de más oportunidades para hacerlo. Además del palo de Aritz Aduriz en la primera parte, hubo varias ocasiones tras el empate. Dani Hernández detuvo un tiro raso a De Marcos tras un fantástico pase interior de Herrera. Aurtenetxe mandó el balón rozando el palo de un cabezazo tras saque de esquina de Ibai. Susaeta no consiguió empalmar un balón que llegaba altísimo tras un rechace que lo dejó solo ante el portero y, la última, un lanzamiento raso que le detuvo Dani Hernández a Ibai tras pase del eibartarra. Una tónica que también se repite, muchísimas llegadas a la portería contraria y pocas acaban con la subida del tanto al marcador.

También hubo tiempo para la polémica arbitral, como suele ser común en casi todos los encuentros de la liga española. En la primera mitad, un codazo de Aritz Aduriz mandó a Marc Valiente fuera en camilla. Si bien la acción no fue intencionada, el ariete rojiblanco podría haber visto la cartulina roja perfectamente. No obstante, la cosa se quedó en amarilla. Pero hacia el lado del Athletic también hubo dos acciones discutibles. En la primera mitad un agarrón de Sereno al 20 de los leones pudo ser penalty. La que genera menos dudas es la segunda jugada polémica, una clarísima mano de Jesús Rueda ante un recorte de Iraola que se plantaba solo ante el portero. Pudo no hacerlo intencionadamente el central del Valladolid, pero cortaba una ocasión manifiesta de gol ya que el lateral de Usurbil se plantaba solo ante el meta vallisoletano. Por tanto, en referencia a la actuación arbitral, el Athletic pudo salir más perjudicado que el conjunto de Djukic.

Finalmente, lo que quedo fue un partido de lo más atractivo, con muchas idas y venidas, uno de esos correcalles a los que el Athletic nos tenía acostumbrados la temporada pasada y que empezamos a volver a ver este año. A pesar de unos errores defensivos que lastran bastante, las sensaciones en el juego son positivas, como demuestra la capacidad del equipo para remontar situaciones realmente adversas. En cuanto a puntos, 5 de 9 en una segunda vuelta en la que el equipo parece reencontrarse a sí mismo. Es más, de Valladolid se regresó con un sabor amargo por lo cerca que estuvo la victoria en un campo complicadísimo. No hay que olvidar que el equipo de Djukic es uno de los que mejor fútbol practican de primera y que han cosechado muy buenos resultados en casa. A pesar de ello, un punto que se hará bueno con una victoria ante el Espanyol en San Mamés. A seguir creciendo.

Fotografía: Web oficial del Athletic Club

martes, 29 de enero de 2013

Athletic - Atlético: la lupa


La jornada de este fin de semana para el Athletic dejó varios aspectos positivos a analizar además de los tres puntos conseguidos. La continuidad en la mejoría del juego fue evidente y más ante uno de los rivales con más oficio y capacidad competitiva como es el Atlético de Madrid. Nuestro sistema mejoró a nivel global sin cometer grandes errores y varias de nuestras individualidades más importantes tuvieron destacadas actuaciones. Además, llegaron buenas noticias también desde la grada. En definitiva, muchos aspectos a analizar a continuación:

Buen juego y competitividad: Muy importante era mantener la línea de juego iniciada en Sevilla pero más importante aún era conseguir los tres puntos. El domingo se hizo un partido serio de principio a final y se dejaron aparte todos esos pequeños errores que han lastrado al equipo. Buena disposición para hacer un buen fútbol y una gran concentración llevaron al Athletic a hacer un partido serio y competido, acompañado del vertiginoso fútbol que tanto llevaba sin verse por San Mamés. Llegaba a La Catedral el segundo clasificado de la liga y vencer a rivales de esta entidad es necesario para ir poniendo los cimientos del camino del progreso.

Consolidación de la pareja Ekiza-Laporte: Si algo ha caracterizado al Athletic esta temporada ha sido la inestabilidad defensiva, algo que le ha hecho encajar la friolera de 40 goles en lo que va de torneo. Muchas variaciones en la línea más retrasada y poca continuidad. Sin embargo, ésta parece haber llegado de la mano de Borja Ekiza y Aymeric Laporte. El navarro, que nunca ha contado totalmente con la confianza de Bielsa, quizá debido a su no tan buena salida de balón, ha utilizado otras cualidades para demostrar al técnico que debe jugar. Su velocidad, buen marcaje y anticipación han hecho que el técnico de Rosario apueste por él como titular, algo que muchos athleticzales esperaban desde hace tiempo. Por otro lado, su acompañante parece que será Aymeric Laporte, el central de Agen que con 18 años ha encandilado a la parroquia rojiblanca y al propio técnico. Poderío físico, descaro y buen toque de balón son sus principales avales. Parece que hay centrales para rato.

Redención de Iraizoz: Si llevaba cuatro jornadas acumulando errores que habían costado puntos, el guardameta navarro quiso presentar sus disculpas a la afición del Athletic cuajando un partido impecable. Su parada a Emre y su soberbia mano al potente lanzamiento raso de Raúl García arrancaron los aplausos de la grada y contribuyeron fundamentalmente a la consecución de los tres puntos. Gorka aprovechó el partido en el que igualaba la cifra de partidos oficiales de Zubizarreta con la elástica rojiblanca para quitarse el peso de las críticas. Es el portero titular y quiere seguir siéndolo pareció decir. El domingo tocó una de cal y esperemos que sigan tocando.

San José marca para puntuar: Esta temporada se había presentado en la lista de máximos goleadores un extraño, un Mikel San José que se ha mostrado muy fiable a balón parado en lo que va de campeonato, cinco tantos lo atestiguan. Sin embargo, solo este último le ha servido al Athletic para llevarse puntos tras el final del partido. En esta ocasión, el navarro pudo abrir la lata al mandar a la red un buen servicio de saque de esquina por parte de Susaeta y comenzar el inicio de la victoria. Además, cuajó un gran partido en la posición de mediocentro, donde le ha colocado Bielsa para que compita con Iturraspe. Y con actuaciones como las del domingo, de momento va a la cabeza.

El retorno de Muniain: Sin apenas vacaciones, flojo físicamente y con exceso de revoluciones a veces, el extremo de la Txantrea ha atravesado su peor momento desde que subió al primer equipo del Athletic. Además, en muchas ocasiones ha tenido que jugar en el centro del campo, posición que le ha exigido un rendimiento que no ha podido dar por las citadas circunstancias. No obstante, Iker ha vuelto a la banda y el domingo pudimos ver una notable mejoría acompañada de una gran actuación. Calidad en el uno contra uno, descaro, aguante con el balón escondido, profundidad y muchas de esas cosas a las que nos ha tenido acostumbrado y que llevábamos tiempo sin ver son las que contribuyeron a buena parte del éxito colectivo. Se espera que llegue ese dichoso gol que pesa como una losa pero, mientras tanto, parece que Muniain vuelve.

Goles sin la firma de Aduriz: Hasta el domingo, el atacante donostiarra sumaba 12 tantos de los 24 logrados por el equipo rojiblanco. De hecho, casi todos los puntos conseguidos hasta la fecha se habían conseguido a gracias a sus goles. La aportación del resto del equipo había sido más que pobre. Sin embargo, tuvo que llegar el mejor partido de la temporada con la victoria más holgada de la misma para que los encargados de materializar fueran otros. Además del ya citado Mikel San José, los otros dos goles fueron cosa de Markel Susaeta y Óscar de Marcos, que ya suman tres y cuatro respectivamente. Sin importantes los tantos de Aduriz pero más importante aún es que la segunda línea empiece a aportar también. Grandes noticias.

Herrera coge galones: Por todos es sabido que el Athletic no dispone de un líder, alguien que mande y ordene en el terreno de juego y que insufle carácter a todos sus compañeros. Sin embargo, ante la falta de un jugador de tales características, Ander Herrera ha decidido coger la batuta de director para hacer bailar al equipo. Si bien es cierto que de vez en cuando está de más alguna frivolidad, el ex del Zaragoza es uno de los jugadores más talentosos de la liga y lo está demostrando. Su capacidad para mover el centro del campo del equipo rojiblanco es vital para que el equipo siga creciendo. Además, en los dos últimos partidos ya hemos podido ver dos asistencias de genio. 

Afición totalmente entregada: Uno de los aspectos más importantes fue ver cómo la afición volvía a protagonizar uno de sus grandes apoyos al equipo. San Mamés había estado muy frío este año debido, entre otras cosas, a que algunos sectores habían preferido descargar su ira contra aquellos que no quieren ver en lugar de centrarse en animar al equipo. Con los causantes de los temas extradeportivos fuera de escena, la grada dio una lección más de cómo debe actuar para llevar en volandas a su equipo hasta la victoria. De diez.

Fotografía: Web oficial del Athletic Club

lunes, 28 de enero de 2013

El león ha despertado


El Athletic evoluciona favorablemente. La terrible enfermedad padecida por el club durante los últimos meses parece que empieza a quedar atrás. La mejora experimentada en la segunda parte contra el Betis se vio reforzada con el soberbio encuentro disputado por el conjunto de Marcelo Bielsa ayer en San Mamés. En frente, un Atlético de Madrid que, sin Falcao, su máxima estrella, le puso muy difíciles las cosas al equipo bilbaino debido a su gran competitividad y su gran carácter llevado en determinados momentos al extremo. Sin embargo, los leones jugaron su mejor partido de la temporada y certificaron que todavía pueden realizar un fútbol similar al de la temporada pasada. Ahuyentaron sus fantasmas precisamente contra el equipo que inició su decadencia en Bucarest, lo que aporta más alicientes para creer que el equipo va para arriba.

El partido comenzó con una presión muy fuerte por parte de un Atlético de Madrid que se entregaba a las acometidas y al físico de Diego Costa y a la profundidad de un Filipe Luis que acaparaba todo el flanco izquierdo. Sin embargo, el Athletic se mostró sólido en defensa y, poco a poco, fue cogiendo el control del partido. San José, que entró en el once en detrimento de Iturraspe, se mostró solvente en la salida de balón, ofreciendo siempre el apoyo y desahogando al equipo, además de aportar mayor estabilidad defensiva al centro del campo. El conjunto de Bielsa acumuló la posesión del balón y efectuó esas grandes triangulaciones por derecha como el pasado año. Llegarón así las primeras oportunidades para Aduriz, De Marcos, Susaeta, con gran intervención de Courtois, y para Herrera, que llevaba la batuta como de costumbre. Por el sector izquierdo, Muniain se mostró más determinante y atrás Iraizoz pudo resarcirse de la semana pasada con una gran parada a un remate a bocajarro de Emre. Llegó el descanso con claro dominio bilbaino.

Y en la segunda mitad se terminó de desatar completamente el Athletic. Tras una oportundad para Susaeta que solventó Curtuois, llegó el tanto de San José a la salida de un córner. El navarro aprovechaba el fallo de marca de Godín para adelantar al conjunto de Bielsa. Tras el gol, el partido fue totalmente de los leones. Por su parte, los jugadores de Simeone comenzaron a emplearse con excesiva dureza, como en la escalofriante entrada del Cebolla Rodríguez a Ekiza que bien pudo lesionarle de gravedad y por la que no vio más que una amarilla. El defensa tuvo que ser sustituido lesionado y en su lugar tuvo que entrar Gurpegui. También Godín debió ver la segunda cartulina amarilla por un manotazo a Aduriz, pero Muñiz Fernández, tan puntilloso normalmente, no quiso ver nada, ni siquiera el clarísimo penalty del Cata al "Zorro". No obstante, el Athletic no iba a achantarse y logró sentenciar el partido después de una espectacular intervención de Gorka Iraizoz a un lanzamiento raso, potente y ajustado al palo de Raúl García. El guardameta se reconciliaba con una grada totalmente entregada a su equipo y alejada de polémicas. Tras ésto, la sentencia. Primero en una jugada que comenzó con un soberbio robo de Laporte y que acabó con Herrera filtrando un exquisito pase entre los centrales para que Susaeta batiera a Curtuois, tanto muy parecido al logrado contra el Betis. Y más adelante logró el tercero con un contraataque perfectamente llevado entre Iraola, Susaeta, Aduriz y De Marcos que terminó enviando a la red este último de violento disparo. Y todavía pudo marcar Susaeta otro tanto antes del final si no fuera por un Curtuois que estuvo inspiradísimo toda la noche a pesar de los tres tantos encajados.

Finalmente se lograron tres ansiados puntos que son la verdadera medicina que el equipo necesita, sensaciones aparte. El conjunto dirigido por Marcelo Bielsa jugó anoche su mejor partido de la temporada ante el segundo clasificado y revelación del campeonato liguero. Un partido con mucho oficio por parte de los leones, que se mostraron sobrios en defensa y con mucha hambre en ataque. En definitiva, dando una imagen que bien recuerda al Athletic de antes de Bucarest. Demasiado tiempo ha durado esta dura enfermedad. El León ha despertado del coma y tiene hambre.


Fotografía: Web oficial del Athletic Club

martes, 22 de enero de 2013

Ilusión y esperanza en el Athletic


Mediocre resultado y grandes sensaciones fueron lo que se trajo el Athletic de su visita al Benito Villamarín, encuentro temido por los athleticzales por las diferentes rachas que atraviesan los dos equipos y que termino dejando un regusto amargo por lo que ninguno de ellos imaginaría. Un encuentro que, en boca de muchos medios, se caracterizó por el acierto de las puntas de lanza de ambos conjuntos. Sin embargo, otros somos de la opinión de que lo que realmente definió el envite fueron las actuaciones de los guardametas. Sea como fuere y a pesar de lograr un punto que sabe a poco, lo que está claro es que el conjunto rojiblanco recuperó sensaciones pasadas justo al inicio de la segunda mitad de la liga. 

44 segundos de partido. Eso fue lo que tardó Gorka Iraizoz en protagonizar la pifia de la jornada, poniéndose en entredicho una semana más y abriendo el eterno debate de la portería zurigorri. Un pase con el exterior de Chica se coló entre una defensa que tampoco colaboró mucho e Iraizoz derribó a Salva Sevilla sin ningún tipo de control. Penalty en el primer minuto de partido que se encargo de transformar en el 1-0 Rubén Castro. 41 de 45 penaltis encajados por el meta navarro desde que defiende la portería del Athletic, duro pero cierto. Marcelo Bielsa sigue confiando en él, de forma incomprensible para muchos, a pesar de las buenas actuaciones cuajadas por Raúl Fernández cuando ha tenido la oportunidad. La situación de fiabilidad  en la que se refugian la mayoría de equipos de primera división gracias a sus porteros no tiene cabida en el equipo bilbaino, que sufre el efecto contrario. Tocaba remar a contracorriente y eso no son buenas expectativas este año.

Se había producido un cambio en el planteamiento del Athletic para este encuentro. El técnico de Rosario decidió incluir a Gurpegui en la medular junto a Iturraspe, formando un doble pivote y dejando a Herrera más liberado. Un cambio del que se esperaba mayor estabilidad defensiva. Sin embargo, Gurpegui e Iturraspe no formaron en una misma línea. El de Andosilla ejerció de contención mientras el espigado centrocampista de Abadiño se situaba en la posición natural de Óscar De Marcos, y no está nada cómodo en esa posición. El mismo planteamiento de siempre con nuevas piezas, una vez más fuera de sitio. Viendo transcurrir los primeros minutos del encuentro, se veía que la fórmula no funcionaba. 

Si el partido parecía difícil antes de empezar, para muchos se transformó en un imposible. No obstante y tras unos primeros 20 minutos de absoluto descontrol y nerviosismo rojiblanco, los pupilos de Bielsa demostraron que nada más lejos de la realidad. Ese equipo que siempre se viene abajo ante la mínima adversidad no compareció ayer en feudo bético. Ante la falta de acierto táctico o técnico, pues el nerviosismo y las imprecisiones imperaban en el juego bilbaino, surgió la voluntad, las ansias de levantarse, ese paso adelante inédito este curso. Gracias a ello, a partir del minuto 25 y con el paso del encuentro, el Athletic fue haciéndose con el choque. Gracias a su empuje se asomaron a la meta verdiblanca. Ander Herrera obligó a lucirse a Adrián, héroe local, tras un gran disparo lejano. De Marcos erró ganando línea de fondo tras pase de un creciente Muniain. Herrera, una vez más, probó fortuna desde lejos con un tiro raso que se marchó cerca del palo e Iturraspe perdonaba tras gran pase hacia atrás de Aduriz. Se comenzaba a combinar pero se perdían ideas con la llegada del equipo al área rival, pero se llegaba, buena noticia.

Pero la mejor noticia llegaría en el minuto 41, un excelente servicio de Ander Herrera entre una despistada defensa bética llegaba a un Aritz Aduriz que se presentó ante Adrián y le batió con un toque sutil. El punta donostiarra sigue haciendo gala de su gran acierto goleador y suma doce tantos esta temporada, igualando su mejor registro en liga (Mallorca 09/10). Por otro lado, Ander Herrera se empieza a establecer como el líder de este Athletic en bajas horas. Al ex del Zaragoza no le tiembla el pulso a la hora de coger protagonismo y será vital para el resurgir del conjunto rojiblanco. Partidos como el de ayer demuestran que es uno de los jugadores con más talento de la liga y que de su mano depende que carbure el cerebro del equipo. El descanso llegó justo en el momento en que más ponía contra las cuerdas el Athletic al conjunto de Pepe Mel.

Con la vuelta de vestuarios y tras unos minutos un poco dubitativos, los chicos de Marcelo Bielsa se enchufaron totalmente al partido. La lesión de Gurpegui dio entrada a Aurtenetxe en el lateral izquierdo y De Marcos pasó al centro del campo, el lugar donde debe estar. De nuevo comparecían en la medular Iturraspe, Herrera y el de Laguardia, ese centro del campo que tantas alegrías brindó a la parroquia zurigorri el curso pasado. Y fue en ese momento cuando el equipo comenzó a desplegar ese juego atrevido y lleno de intensidad que todo el mundo recuerda en Bilbao. Volvieron a darse buenas combinaciones en el sector derecho entre Iraola, Susaeta y De Marcos y Muniain se soltó y se mostró más incisivo, todo ello dirigido por la magnífica batuta del director de orquesta, Ander Herrera. Atrás, Ekiza aportó velocidad y anticipación y Laporte un gran poderío y jerarquía con sus 18 años. Surgió, cuando nadie lo esperaba, el Athletic de Marcelo Bielsa. Posesión, muchas llegadas a la portería contraria y varias ocasiones perdonadas. Volvía el juego loco, volvían a rugir los leones.

Hubo ocasiones claras por parte de los dos bandos, puesto que Jorge Molina se permitió el lujo de fallar primero un remate un poco forzado y después un cabezazo franco. También reclamó el Betis un penalti por mano de Herrera y el Athletic otro por manotazo de Amaya a Muniain, aunque ninguno fue señalizado por Ayza Gámez. A pesar de todo, el conjunto de Marcelo Bielsa era el que ganaba enteros para llevarse los tres puntos. Pero entonces surgió la figura de Adrián, el portero que, tras subir al primer equipo esta temporada, ha sido vital en varios encuentros este curso. Ayer no fue distinto. Detuvo un cabezazo a bocajarro de Aduriz tras buen centro de Susaeta y un mano a mano al eibartarra después de que una exquisita asistencia con el exterior de Ibai. Justo en el descuento, desbarató con el pie una cesión de Aduriz que Iraola iba a empujar a placer a la red. Llegó el final para alivio de los de Pepe Mel y desgracia para los de Bielsa, puesto que si el partido hubiera durado un poco más seguramente hubieran logrado la victoria, algo que impidió Adrián, el portero que salvó a su equipo mientras Gorka condenó al suyo. Finalmente, un punto que sabe a poco pero que no es lo más importante para los leones, ya que dejaron ver que pueden desplegar un fútbol como el del año pasado. No se debe olvidar que lo que hacen falta son puntos y que debe obtenerse un buen resultado ante el Atlético para hacer bueno el conseguido ayer. No obstante, cabe destacar que algo muy importante que todo athleticzale se llevó del Villamarín fue ilusión, ilusión y esperanza.

Fotografía: Diario Marca (edición digital)

miércoles, 16 de enero de 2013

Balance de la primera vuelta del Athletic (2º parte)


Tras la conclusión de la primera parte del campeonato estos son los datos que baraja el Athletic Club: 19 partidos jugados, 6 victorias, 3 empates y 10 derrotas, 23 goles a favor, 39 en contra. 21 puntos que les colocan en el puesto 14º en la clasificación, a 4 puntos del descenso y a 10 de Europa. Estos son los datos que refleja la tabla pero hay muchos más aspectos que merece la pena desgranar si queremos comprender algo más de la situación que atraviesa el club bilbaino. Hay muchos aspectos dignos de análisis.

Bajo rendimiento de jugadores fundamentales

Durante la pasada temporada todos los seguidores rojiblancos disfrutaron de tardes y noches memorables con grandes encuentros, todos ellos protagonizados por los chicos de Bielsa, esos muchachos que desplegaban ese fútbol loco en materia de revoluciones. No solo los campos de la liga española, sino muchos de los mejores estadios de Europa disfrutaron de las carreras de De Marcos, las diabluras de Muniain, la arquitectura de Herrera, el temple de Iturraspe o los constantes movimientos de Susaeta. Sin embargo, muchas de las piezas capitales del sistema del técnico de Rosario no están ofreciendo el nivel esperado esta campaña. De hecho, la mayoría no se han mostrado como otra cosa que sombras de lo que fueron, totalmente carentes de energía e ideas, despoblados de imaginación e intensidad. Merece la pena pararse a analizar el rendimiento de algunos de estos jugadores:

Iker Muniain: Escorado a la banda izquierda pero con un gran protagonismo debido a su movilidad por toda la línea de tres cuartos, se podría decir que fue el Iniesta del Athletic. El pequeño diablo de la Txantrea se erigió como uno de los mejores jugadores de la liga y una de las revelaciones europeas. Esta temporada no se ha visto a ese jugador, ni rastro. Sin vacaciones debido a unas olimpiadas en las que se pudo ver su cara más oscura, el joven extremo se ha mostrado apático, sin chispa, sin esa imaginación que le caracteriza. Pasa por la peor temporada desde que ascendió al primer equipo de la mano de Caparrós. Es más, ha llegado a ser relegado al banquillo en detrimento de Ibai Gómez. No obstante, el Athletic necesita a uno de sus jugadores franquicia para levantar esta situación. Se le espera.

Óscar De Marcos: Las incesantes carreras y incontables kilometrajes realizados por De Marcos el curso pasado tampoco pasaron desapercibidos. El desmarque en ruptura desde la zona de interiores en el esquema de Bielsa lleva su nombre. Llegó a ser tan importante para el técnico rosarino que paliaba cualquier baja en el once recolocándole en el campo y jamás renunciando a su presencia en la titularidad. Este año, sin embargo, las piernas parecen no tener la misma energía. Su derroche físico no encuentra una recompensa final y, desde luego, no es aprovechada por sus virtudes técnicas. Muchos creen que el nivel que mostró el pasado año fue más de lo que podrá volver a dar. Lo que está claro es que puede ofrecer un rendimiento mayor del que está ofreciendo. Al igual que otros, puede necesitar descanso o, sencillamente, banquillo. Tampoco hay que dejar que nadie se vea indiscutible.

Markel Susaeta: En su llegada a Bilbao, Marcelo Bielsa llegó a decirle al eibartarra que confiaba más en él que él mismo, y desde luego que lo hizo. Jugó todos los partidos de la temporada en todas las competiciones, sumando un total de 62 encuentros. Además, el nivel que mostró le hizo dueño absoluto del extremo derecho formando una sociedad letal con Andoni Iraola. Esta temporada ha llegado a debutar con la selección española pero su juego también ha entrado en crisis. Su bajón no es tan notable como en otros casos pero si ha perdido mucha movilidad y explosividad en ataque. El funcionamiento de la banda derecha pasa, en buena medida, por sus botas.

Ander Iturraspe: La otra invención del entrenador argentino. En un sistema tan atrevido en ataque como expuesto en defensa, el centrocampista de Abadiño se estableció en la posición de mediocentro siendo el equilibrio del equipo y haciendo de nexo entre la defensa y el ataque del Athletic. Sin embargo, esta temporada ha llegado a ser sustituido antes del descanso por su bajo rendimiento. La intermitencia de su juego y los problemas físicos le han alejado de la titularidad. Con el paso de los partidos, queda más claro que el equipo necesita la mejor versión de Iturraspe para volver a encontrar un faro al que agarrar su juego de toque. San José ha realizado su candidatura para el puesto y ahora le toca al de Abadiño responder. Su vuelta es muy importante.

Otros casos hay dentro del equipo aunque posean menor relevancia. Iraola, insustituible en el lateral diestro durante los últimos años, se ha visto frenado por los problemas físicos y se espera que vaya recuperando el tono. Aurtenetxe, establecido en el lateral izquierdo el curso pasado, ha ofrecido una muy mala imagen desde su renovación. No obstante, las carencias en este puesto hacen que su vuelta sea vital. Herrera alumbra por momentos pero rápido se contagia del ánimo general del equipo. Incluso Ibai, que este año se ha sumado con muchos galones en su salto al primer equipo, está siendo intermitente y flojo en las coberturas. La situación de Llorente habla por sí sola, al igual que lo empieza a hacer la de Amorebieta. Puede que el nivel de la temporada pasada, construido con unos jugadores determinados que gozaban de un estado de forma y de ánimo que para nada es el actual, no se vuelva a repetir. Lo que está claro es que, visto lo visto, pueden realizarse las cosas mucho mejor de lo que se están haciendo. Las videotecas pueden demostrarlo.

Fotografía: Mundo Deportivo (edición digital)

miércoles, 9 de enero de 2013

La Aduriz-dependencia


El Athletic atraviesa una temporada realmente difícil, de eso no hay duda. Las situaciones extradeportivas son de sobra conocidas y en el terreno del puro fútbol el equipo ya no es que no consiga arrancar, sino que se encuentra en una especie de punto muerto. Los serios problemas que se sufre atrás han provocado una inestabilidad defensiva digna de mención. Lleva encajados la friolera de 37 tantos en lo que va de campeonato, el segundo equipo que más goles recibe por detrás del Deportivo (39 tantos en contra). Con prácticamente el mismo plantel, el curso anterior se habían recibido 19 goles a estas alturas de curso, enorme diferencia. La marcha de Javi Martínez ha debilitado seriamente al equipo pero es imposible que todo el equilibrio defensivo pasara por un jugador. El nivel de los jugadores no es el mismo y eso lo refleja el casillero, pero no solo se muestra en la faceta defensiva. Lo que realmente es reseñable es el bajón del equipo a nivel ofensivo, la mayor de las virtudes del Athletic de Marcelo Bielsa.

Ese conjunto que maravillaba tanto en campos de la liga como por otros míticos de Europa no da señales de vida. Ese juego de presión asfixiante, combinación elaborada, incesantes llegadas y asedio constante se ha perdido en la sombra. Ese fútbol loco se quedó de vacaciones. Todos y cada uno de los jugadores que poblaban el temido ataque rojiblanco no son más que caricaturas de lo que fueron. Muniain, Susaeta, Herrera, Ibai o el mismo Llorente, que todavía sigue en Bilbao, ya no corren con el viento a favor y la mirada clavada en el horizonte. Su ritmo es pobre y sin intensidad. Además, no es que nadie se haya marchado, es que han llegado otros como Aritz Aduriz, algo por lo que hay que dar gracias. Y es que el ariete donostiarra ha tirado de un carro zurigorri que mejor no pensar dónde estaría sin sus tantos

La pobreza atacante del Athletic y su dependencia de Aritz Aduriz son datos totalmente plausibles. El conjunto dirigido por Marcelo Bielsa suma 22 goles a favor en lo que va de liga y la mitad de ellos llevan su firma. El 50% de los tantos del equipo que han servido para sumar 16 de los 21 puntos que el equipo lleva en liga. Las cifras hablan por sí solas. Los otros tantos se los reparten entre cinco jugadores: Susaeta (2), De Marcos (3), Ibai (2), San José (3) y Fernando Llorente (1). Por tanto, se puede afirmar que el  rendimiento de Aduriz está siendo excelente pero los demás miembros de la plantilla no acompañan. Muy diferente era la situación hace un año. En la jornada 18, los leones sumaban 26 tantos anotados divididos entre nada más y nada menos que 14 jugadores: Iturraspe (1), Llorente (6), David López (1), De Marcos (2), Gabilondo (2), Muniain (2), Javi Martínez (1), Toquero (2), Susaeta (2), Ander Herrera (1), Iraola (1), Amorebieta (1) y Aurtenetxe (1). El ariete de Rincón de Soto, único delantero del esquema de Bielsa y referente en ataque, acumulaba 6 tantos, el 23,08 del total. El pasado curso tanto la segunda línea como el resto de la plantilla en general también aportaban una gran cantidad de goles. Las cosas eran muy distintas. 

Es muy posible que no volvamos a ver al Athletic que maravilló la temporada pasada, ese equipo pasó a mejor vida. Sin embargo, tampoco creo que la dinámica vaya a ser tan negativa como lo está siendo. Llegará un momento en el que, encajando algunos resultados positivos, la plantilla adquiera moral como para creerse que pueden desplegar un mayor fútbol del que están haciendo. Hasta entonces, solo queda seguir trabajando y retocar, sobre todo cambiar y mejorar diversos aspectos en un sistema inmovilista por parte del técnico. Ya se ha hablado mucho del aspecto defensivo. Otro muy importante es la faceta goleadora. Que Aduriz no camine solo.

Fotografía: goal.com

jueves, 13 de diciembre de 2012

El Athletic es un barco a la deriva

La burbuja se ha hinchado hasta el punto de estallar. Esto se podría decir que le ha sucedido al Athletic en apenas unos meses. El mismo equipo y dos realidades distintas en apenas siete meses. De lo que pudo ser un doblete maravilloso al viaje más turbulento que se podía imaginar enrolados en un barco que va zarandeándose hacia la deriva. La victoria del domingo fue balsámica. Sin embargo, ayer el conjunto de Marcelo Bielsa dijo adiós a la Copa del Rey al no poder superar una eliminatoria que jamás debería haber perdido. La realidad es muy dura, San Mamés ya se ha despedido, de forma prematura, de Europa y de la Copa del Rey. Veremos de qué forma se despide el mítico estadio de la liga. Queda muchísimo para poder remontar el vuelo pero lo que no hay que olvidar es que, ahora mismo, el equipo navega sin rumbo establecido.

El fatídico encuentro de ayer en San Mamés no hizo más que sacar a la palestra todos los problemas que sufre este club. Ya no es cuestión de si falla el entrenador o de si no cumplen los jugadores. El virus que nació en el interior de esta entidad durante el verano ha crecido y se ha apoderado de una entidad que no sabe como curarse. No existe la posibilidad de tener un poso de tranquilidad. Cuando parece que la situación se normaliza, vuelve a suceder algo que vuelve a sembrar la incertidumbre, a desatar el caos. Ojalá fuesen solo los resultados, eso siempre se puede levantar. La terrible enfermedad que sufre el Athletic se ha extendido a todos sus estamentos y crece sin control, ha llegado hasta a aquellas partes que jamás podríamos imaginar. 

Marcelo Bielsa continúa asumiendo culpas cada vez que los resultados no acompañan y estos argumentos dejan de ser válidos. Ni el año pasado era un dios ni este año es todo lo contrario, pero las decisiones que toma en ciertas ocasiones son dignas de estudio cuanto menos. La última, la decisión de seguir contando con Fernando Llorente, el mayor factor desestabilizador del club, a sabiendas de todo el clima que se ha montado a su alrededor. A pesar de todo esto, sobra decir que los que juegan y tienen la responsabilidad de lo que sucede en el terreno de juego son los jugadores, esos mismos que el curso pasado deleitaron en muchísimos campos de España y Europa y que, este año, parecen no ser ni la sombra de lo que fueron meses atrás. El motivo puede ser desconocido o doloroso, depende de dónde se postule cada uno. Pero la verdad es que lo que más me ha sorprendido y más repulsión me causa es ese sector de la afición que prima el odio en lugar del sentimiento rojiblanco, que prefiere satisfacer su necesidad de increpar antes que apoyar a un equipo que le necesita más que nunca. Se podía esperar cualquier cosa menos esto, jamás la ruptura de la afición, icono y símbolo de este club centenario. San Mamés no se merece ésto en el año de su despedida.

Por todo ello, es necesario tomar decisiones. Puede que no sepamos la receta de la tranquilidad, supongo que cada uno tendrá la suya. Lo que está claro es una cosa: la tontería de Urrutia de mantener a Llorente en un club en el que no quiere estar nos ha costado ya demasiado cara. Debe salir en Enero o quedarse en casa, puesto que, además de no aportar, cierto sector de la grada ha decidido focalizar sus esfuerzos en destruir en lugar de recomponer, muy a mi pesar. Otros cambios también se deben producir, no sé si en los planteamientos, en el factor motivacional o en el mismo banquillo, pero lo cierto es que hay ciertos créditos que comienzan a terminarse. Ahora toca esperar a que los Iraola, Aurtenetxe, Iturraspe, Susaeta, Herrera, Aduriz y compañía levanten esto para calmar los ánimos, por lo menos durante un tiempo. Toca remontar el vuelo en liga, que es lo que queda, para tratar de darle a San Mamés la despedida liguera que se merece. Único objetivo.