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lunes, 22 de abril de 2013

Un punto que sabe a poco

Llorente fue titular y anotó el tanto del empate
Mucho ruido y pocas nueces. De esta forma se puede describir la actuación del Athletic en el encuentro que le midió ayer al Deportivo de la Coruña en Riazor. El conjunto rojiblanco dominó totalmente al rival, se hartó de llegar combinando y profundizando pero, finalmente, falló como una escopeta de feria. Por contra, el Deportivo marcó en la primera clave que tuvo. Por suerte, Llorente, de nuevo titular, empató antes del descanso. El marcador ya no se movería en un segundo tiempo en el que continuó avasallando al equipo de Fernando Vázquez hasta que Iturraspe fue polémicamente expulsado a diez minutos del final. Al final, un punto con sabor amargo porque perfectamente pudo conseguirse una victoria holgada. El detalle positivo es que se mantienen las distancias clasificatorias con el Deportivo.

El Athletic saltó al campo con un equipo más similar al del año pasado en cuanto a piezas se refiere. Respecto a los sancionados, Gurpegui y De Marcos regresaban al once pero Laporte no pudo llegar en perfectas condiciones y todo parece indicar que Aduriz tampoco. Por lo tanto, Aurtenetxe se situaba en el lateral izquierdo por segunda jornada consecutiva. En la contención, Bielsa se decantó por Iturraspe en lugar de San José, lo que refleja que buscaba potenciar la salida de balón frente a la solidez defensiva. Muniain, que va mejorando su rendimiento, regresaba al extremo izquierdo dejando a Ibai en el banquillo. Por su parte, el técnico argentino volvía a situar a Fernando Llorente como referencia en el ataque una semana más. El Deportivo, por su parte, sufría las bajas de Carlos Marchena en defensa y Abel Aguilar en el centro del campo. Sin embargo, el mayor aval de los gallegos era la gran racha de cuatro victorias consecutivas y la eficacia de sus hombres de arriba, además del gran ambiente que presentaba Riazor.

No obstante, cinco minutos de partido tardó la parroquia blanquiazul en enfriarse, el tiempo que tardaron los bilbainos en hacerse con el control total y absoluto del partido. Los rojiblancos acumularon la posesión y recuperaron uno de los mayores puntales del Athletic de Bielsa, las triangulaciones de la banda derecha. El trío Iraola-Susaeta-De Marcos trajó al Deportivo por la calle de la amargura. El lateral de Usurbil ofreció una de sus mejores versiones apareciendo constantemente en ataque, De Marcos rompió con constantes desmarques a la espalda de la zaga gallega y Susaeta se movió constantemente tanto por la línea de cal como por el resto del frente del ataque. Las múltiples combinaciones de los tres jugadores, a los que ocasionalmente se unía Ander Herrera, provocó más de una decena de llegadas. Cualquiera podía aparecer en cualquier momento por todo el sector derecho y llegar a línea de fondo. Gran noticia, si no hubiese sido por el afán que tiene este equipo por errar todas las ocasiones de las que dispone. La capacidad de tomar practicamente siempre la opción equivocada en el momento decisivo y tras haber trenzado la jugada más elaborada es el pan de cada día del conjunto de Marcelo Bielsa. 

Aunque la parte derecha fue la principal baza de los rojiblancos, la primera ocasión visitante llegó por la banda izquierda en un gran desplazamiento en largo a la espalda de los centrales que Herrera no pudo ceder con precisión para que Susaeta empujara libre de marca. Otro excelente pase en profundidad del menudo extremo navarro no pudo ser aprovechado por un Susaeta que se quedaba solo frente a Aranzubia pero que no llegó por poco. Hasta pudo anotar el navarro aprovechando un centro de Óscar de Marcos desde la derecha. Buenos detalles de un Iker Muniain que es vital para que el Athletic recupere el desequilibrio por banda izquierda. Antes, Llorente, mucho más inspirado que en pasadas comparecencias, pudo adelantar a los rojiblancos en dos ocasiones. En el minuto 12 aprovechandose de un buen pase de De Marcos, protegiendo el esférico con el cuerpo y, finalmente, disparando alto desviado por un defensor, aunque el árbitro dio saque de puerta. La segunda en el 16 aprovechándose de un flojo centro de Susaeta que el riojano terminó cabeceando alto. Más adelante, en el 32, también consiguió conectar un disparo en un intento de chilena a pase de De Marcos que se fue a la izquierda de Aranzubia. El Athletic dominaba y llegaba con muchos hombres al ataque pero con nula efectividad de cara a puerta.

Pero si por algo se caracteriza este equipo es por no seguir ningún guión establecido y romper todas las predicciones. Así, en la única concesión debida a una pérdida de balón en el centro del campo y un intento de recuperación algo flojo, llegó el tanto del Deportivo. Bruno Gama se encargó, desde la frontal del área, de poner el balón en la escuadra de la portería de Iraizoz. La primera llegada de los de Vázquez y gol en contra y ésto si es una constante en el Athletic. Por suerte, el conjunto vasco no se amilanó y continuó con su empeño de perforar la portería rival, algo que consiguió justo antes del descanso. Muniain partiendo desde la izquierda atrajo a tres rivales y descargó para un Iraola que subía solo. Desde una posición más centrada de la habitual, colgó el balón para que Fernando Llorente cabeceara a la red. Segundo gol de la temporada para el cuestionado delantero. Momento perfecto para anotar el tanto del empate, justo antes del descanso. Golpe de efecto para comenzar la segunda parte con ilusiones renovadas. 

La segunda mitad arrancó sin cambios y pronto llegaría la polémica cuando en un centro desde banda derecha Aythami agarró descaradamente a Llorente dentro del área. Sin embargo, Pérez Montero no vio nada de nada, como suele ocurrir en la mayoría de las ocasiones con el delantero de Rincón de Soto. En el 19 volvió a probar fortuna Muniain pero su disparo no encontró el efecto deseado y se marchó a la derecha de la portería de Dani Aranzubia. Otra oportunidad desperdiciada, pero no la única ya que, tan solo cuatro minutos después, llegaría la jugada más rocambolesca del encuentro. Muniain filtró un balón hacia el corazón del área para nadie. Sin embargo, Aythami trató de despejar de chilena entregando el balón a Llorente, que remató al palo. El rechace lo capturó el mismo, recortó a un defensor y su nuevo disparo lo despejó Aranzubia. El tercer despeje cayó en manos de Susaeta, que disparó alto. Jugada digna de aparecer en más de un zapping televisivo. Incomprensible que el balón no acabara en la red. Siete minutos después, Herrera, sin oposición, remataba alto desde dentro del área tras otra buena jugada por banda derecha. Perdonar, perdonar y perdonar, con un Deportivo asustado y encerrado. 

Y llegó entonces el momento de protagonismo para el colegiado Pérez Montero. Aquel que nos señalizara un penalty en contra en el encuentro frente al Rayo Vallecano en San Mamés, habiéndose producido la entrada un metro fuera del área, expulsó a Iturraspe por una entrada en la que toca balón. Ésto no disculpa al centrocampista de Abadiño, que siempre anda a remolque en lo que a defensa se refiere, pero en esta ocasión no debió señalizar la falta y la decisión del arbitro perjudicó seriamente al Athletic. Este hecho provocó la sustitución de Aduriz, que había saltado al verde por Llorente hacía apenas 13 minutos. Bielsa volvía a realizar un sustitución de un jugador que había saltado desde el banquillo, como hiciera con Muniain semanas atrás, si bien en esta ocasión era la mejor opción. Ésto se debe a que el míster argentino decidió hacer un doble cambio, pieza por pieza en el minuto 75, Ibai por Muniain y Aduriz por Llorente. Realmente, el riojano no parecía dar muchas muestras de cansancio a un cuarto de hora del final y su rendimiento estaba siendo positivo. Además, teniendo el encuentro totalmente volcado hacia la portería de Aranzubia, era la oportunidad perfecta para introducir más mordiente arriba. Sin embargo, Bielsa decidió hacer dos cambios de pieza por pieza. Al final, ante la expulsión de Iturraspe, no quedó más remedio que retirar a Aduriz y meter a San José para contener el resultado, aunque el Deportivo ni llegó a portería antes del pitido final. Eso sí, antes le dio tiempo a Pérez Montero para dar otra vez la nota, cuando el público de Riazor tiró un balón al césped habiendo ya uno en juego, Ekiza lo desplazó y el colegiado terminó concediendo falta lateral a favor de los gallegos. Nada más botarla, pitó falta en ataque. De esta manera acabó el partido, ver para creer.

Un punto que sabe a poco se trajo el Athletic de Riazor cuando lo lógico es que hubiese conseguido una victoria holgada, eso si hubiese conseguido ser efectivo en la menos de la mitad de sus oportunidades. Sin embargo, sólo se logró perforar la red en una ocasión de la mano de Llorente, en su mejor partido de la presente temporada. Un resultado como éste, visto el partido, jamás puede ser una buena noticia para el equipo. Por lo menos habrá que quedarse con la intensidad mostrada y el rendimiento de una banda derecha arrolladora. Lamentablemente, o se mejora en la toma de decisiones de la finalización de las jugadas o no se mejorará la frente a la portería contraria. Mientras tanto, un partido menos y ocho puntos sobre el descenso. Una final menos.

Fotografía: Diario Marca (edición digital)

sábado, 12 de enero de 2013

El Athletic en caída libre


El Athletic sigue hundiéndose sin freno. El Rayo Vallecano se marchó con los tres puntos de San Mamés sin hacer un partido muy vistoso pero rico en oficio y aprovechando cada oportunidad. Los bilbainos siguen atados a los despistes individuales que provocan errores colectivos. Se mejoró algo en cuestión de llegada pero sin efectividad. Además, las carencias rojiblancas en lo táctico y en la búsqueda de soluciones no ayudan a levantar la situación. Mientras tanto, tercera derrota consecutiva, dos de ellas en San Mamés y ante equipos inferiores, por nombre claro está. Los puntos no llegan y la pelea en el barro es lo que espera.

El Athletic pudo adelantarse en una primera mitad en la que los de Paco Jémez no inquietaron en exceso la portería de Iraizoz. Aduriz y Susaeta tuvieron la oportunidad de anotar pero fallaron y eso para los leones, a estas alturas, es demasiado. Al conjunto de Bielsa no se le pudo achacar en cuanto a actitud y derroche y tuvo buenos momentos, pero son otras cosas las que a día de hoy penalizan. En cuanto al Rayo, no completaba un partido atractivo como los que suele realizar últimamente pero físicamente se aplicó con creces. El ejemplo de Amat con Aduriz era el más destacado. También lo hubo con Piti sobre Iraola. Por tanto, la primera mitad terminaba con una sonora pitada para Pérez Montero por parte de San Mamés. 

Con la vuelta de vestuarios llegó la catástrofe. Las prisas de Iraizoz en un desplazamiento desde su portería con buena parte del equipo en campo contrario le entregaron el balón al Rayo en la medular, que solo tuvo que mandar un balón hacia el carril derecho. Allí lo esperaba Lass para entrar totalmente solo y batir al meta rojiblanco. Lentitud de Amorebieta, De Marcos fuera de zona e Iraizoz impaciente en el saque y flojo en el mano a mano. Fallos individuales que suman el error colectivo que tanto le pesa al Athletic esta temporada. Y una vez más tanto entrando solo por la banda izquierda de los leones, la ocupada por De Marcos e Ibai. Centrocampista ultraofensivo adaptado por circunstancias el primero, y atacante no acostumbrado a tareas defensivas el segundo, comparecían de nuevo juntos. En Valencia ya se comprobaron los riesgos de la suma, pero Bielsa decidió volver a colocarles juntos. 

Gorka se resarció deteniendo un mano a mano a Leo Baptistao después de que Ekiza le regalara el balón, un error más que pudo suponer el segundo tanto visitante. Tras ésto, emergió la figura de Pérez Montero y su asistente. Para una jugada en la que acierta pitando falta al borde del área, su asistente la coloca dentro. El colegiado no lo pensó, penalty. Piti al lanzamiento y gol ante la ya conocida ausencia de olfato de Gorka ante las penas máximas. 0-2 y todo muy cuesta arriba. San José marcó de precioso remate y ya suma cuatro tantos que, desafortunadamente, no han servido para sumar ningún punto, . Llorente cuando saltó al campo colaboró en ataque. Golpeo al larguero pero, en el 85, falló una ocasión solo ante el portero que en otros equipos quizá no se pueda permitir fallar. Respecto al dibujo, Bielsa mantuvo a Aduriz en el verde pero, no hay que engañarse, no jugó con dos puntas. El donostiarra retrasó su posición y desapareció del ataque rojiblanco, un ataque que tuvo mayor peligro cuando se realizó por juego directo y estrategia. Detalle para pensar en situaciones como las que se viven. 

Con el final, llegó la tercera derrota consecutiva del Athletic, segunda seguida en La Catedral. Zaragoza, Levante y Rayo Vallecano, rivales a priori perfectos para sumar, han empequeñecido la imagen de un conjunto zurigorri que no es capaz de sacar adelante estos partidos. Cierto es que en esta ocasión se mereció más, por el arreón final y por lo que Pérez Montero quitó, pero los puntos mandan y la situación en la tabla habla por sí sola. Las expectativas están cayendo en picado y ya se empieza a pensar en jugar finales, pero no como las del año pasado. Toca ponerse el mono de trabajo, sin frivolidades. Al lío.

Fotografía: web oficial del Athletic Club