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miércoles, 28 de agosto de 2013

Verano rojiblanco 2013: Descartes


Tras un verano mucho más tranquilo que el anterior en lo extradeportivo pero igual de exigente en lo deportivo debido al inicio de la nueva etapa de Valverde en el Athletic. El club, junto al nuevo míster, ha ido configurando lo que es plantilla para la nueva temporada. Han llegado fichajes para aportar un plus de competitividad, además de un ansiado fondo de armario del que parecía carecer el equipo durante la etapa de Bielsa. Unos llegan y, obviamente, otros deben irse, sobre todo si el nuevo técnico dejó claro desde el primer momento que deseaba una plantilla de entre 21 y 23 efectivos.

Tras la llegada de cinco efectivos (Etxeita, Balenziaga, Beñat, Kike Sola y Mikel Rico) más la vuelta de Iago Herrerín y tras la salida de algunos hombres como Llorente, Amorebieta, Castillo e Igor Martínez, debían hacerse algunos descartes. Además, la llamada a hacer la pretemporada a cachorros como Saborit, Albizua y Morán, sumados a unos Galarreta y Ramalho ya asentados en la dinámica del primer equipo, engordaba aún más la plantilla.

Por ello, desde el principio de la pretemporada empezaron a sonar los nombres de los posibles descartes, formada por Saborit, Morán, Albizua, Íñigo Pérez, Galarreta y Ramalho, seis jugadores para los que la pretemporada fue un duro examen desde el primer momento. Todos ellos debían de pasar el corte de Valverde, algo que no habían hecho Raúl Fernández, que salió cedido en busca de minutos dirección Numancia, e Isma López, que no ha cuajado en su vuelta al Athletic y ha firmado por el Sporting de Gijón.

Con el paso de la pretemporada y tras las diferentes pruebas de Ernesto Valverde, el técnico dio a conocer los siguientes descartes. Sorprendiendo a propios y extraños, además de a Albizua, decidió descartar a Ramalho y a Galarreta. El defensa era la única alternativa a Iraola en el lateral derecho y el talentoso centrocampista está considerado como al mayor perla de Lezama. Sin embargo, el de Viandar de la Vera prefiere que, tras una temporada no han tenido apenas minutos, recuperen el tiempo perdido jugando con continuidad. Una decisión que, si bien pudo sorprender, se antoja como la mejor para que los futbolistas regresen más rodados.

Sin embargo, la mayor sorpresa en referencia a los descartes llegó cuando el entrenador anunció el lateral izquierdo que debía buscarse acomodo en otro equipo. Tras las diferentes pruebas, Valverde decidió que Aurtenetxe fuera el descarte para el flanco izquierdo de la zaga. Internacional en todas las categorías inferiores de España y con casi cien encuentros en Primera División a sus espaldas, el de Amorebieta no ha convencido a un Valverde que se ha decantado por Saborit. Balenziaga es el fichaje para el puesto y con Laporte pudiendo ocupar la posición, además del citado canterano, el asunto quedaba cerrado. Junto al defensor, también fue descartado Íñigo Pérez, jugador lastrado por las lesiones toda la temporada pasada y que ya partía con desventaja antes de comenzar.

Por tanto, Albizua, Galarreta, Ramalho, Aurtenetxe e Íñigo Pérez han sido los descartes al término de la pretemporada. En todos los casos se decidió que buscasen minutos en otros equipos a través de una cesión y con vistas a un retorno a la disciplina rojiblanca. Galarreta ha recalado en el Mirandés donde tendrá un papel protagonista. Ramalho jugará en el Girona donde también sumará muchos minutos. Íñigo Pérez ha llegado finalmente al Mallorca donde también será titular con toda probabilidad. Todos ellos tendrán papeles importantes en sus equipos en Segunda División. Respecto a Aurtenetxe, ha encontrado acomodo en Primera División en el Celta de Luis Enrique, donde su polivalencia en la zaga puede concederle muchas oportunidades. Finalmente, Albizua, que parecía próximo al Alavés, no ha concretado nada y se quedará en el Athletic.

Con mayor o menor protagonismo, todos trabajarán para tener minutos en sus respectivos clubes y siempre con vistas a lograr su mayor meta, regresar a la disciplina del Athletic Club y reclamar un sitio en el primer equipo. Antes de eso, una temporada para demostrar lo que valen. Toda mejora y gran actuación encontrará al club rojiblanco como mayor beneficiado.

Fotografía: Diario Marca (edición digital)

jueves, 11 de abril de 2013

La recomposición del once de Bielsa


Muchos problemas para Marcelo Bielsa de cara a este fin de semana. Al ya siempre complicado reto de enfrentarse a un Real Madrid que, al igual que el Barcelona, está un escalón por encima del resto de clubes de primera, se suma el lastre acumulado tras el encuentro del Pizjuán. Aduriz, Gurpegui y De Marcos tendrán que cumplir un partido de sanción por ciclo de amonestaciones y Laporte tampoco jugará al terminar expulsado. Además, Iraola terminó el partido tocado y hay muchas dudas respecto a su disponibilidad para el domingo. Cuatro bajas, que bien podrían ser cinco, realmente notables para un equipo con una plantilla muy corta. Por tanto, muchos problemas para diseñar un once que pueda ser competitivo contra un Real Madrid que va lanzado en las últimas semanas. Para completar la convocatoria, Bielsa deberá echar mano de algún jugador del Bilbao Athletic, quién sabe si para rellenar convocatoria o para saltar al verde.

Desde la llegada del argentino a Bilbao, los minutos totales de las competiciones disputadas por el equipo han sido administrados entre muy pocos jugadores. No es amigo el técnico de Rosario de hacer rotaciones y, de esta forma, el equipo suele tener un once definido más dos o tres jugadores que suelen ser los que entran desde el banquillo o sustituyen a algún lesionado o sancionado. Si quitamos a Iraizoz, que lo juega todo, tenemos a De Marcos, Iraola, Susaeta y Aduriz como hombres que superan los 2.000 minutos competidos. Dos no estarán frente al equipo de Mourinho e Iraola es duda. Por otro lado, nueve jugadores se sitúan entre los 1.000 y los 2.000 minutos. Herrera, Iturraspe, Muniain, San José, Ibai Gómez, Ekiza, Gurpegui, Aurtenetxe y Laporte completan este grupo. Gurpegui, central titular, no estará el domingo y Laporte, que subió al equipo de forma bastante prematura para hacerse un hueco como central y, últimamente, como lateral, también será baja. Y en un tercer escalón se sitúan jugadores franquicia el año pasado y que éste no llegan a los 1.000 minutos disputados. Son los casos de Llorente y Amorebieta, ambos totalmente fuera del equipo tras sus polémicos casos de renovación. Mención especial merece el caso de Toquero que, si bien el pasado curso no era titular, era el jugador número doce para Marcelo Bielsa. Este año, solo ha disputado 163 minutos, distribuidos en trece encuentros, solo uno como titular. 

Misma gestión de la plantilla pero muchos cambios en ella de un año a otro. Además de la más que notable marcha de Javi Martínez, que ha abierto un enorme boquete la defensa del equipo, los casos extradeportivos de Llorente y Amorebieta les han dejado prácticamente fuera del equipo. Además, otros jugadores como Aurtenetxe o Iturraspe, vitales durante la temporada pasada, han rendido muy por debajo de sus posibilidades. El lateral de Amorebieta ha cuajado actuaciones muy flojas y plagadas de errores desde su renovación y los problemas físicos que ha sufrido a lo largo del año también han ayudado a que Aurtenetxe haya desaparecido absolutamente de los onces de Bielsa. Por su lado, se podría decir que, dejando a parte las surrealistas situaciones de Amorebieta y Llorente, Iturraspe está siendo el peor parado en este fatídico año. De ser titular indiscutible, pasó al banquillo en detrimento de San José debido a un flojo rendimiento en las primeras jornadas y a la inestabilidad defensiva que llevó a colocar a un central en el puesto de contención. Sus constantes pérdidas de balón y las tarjetas que se ha ganado al recuperarlos con falta automáticamente después reflejan que el centrocampista de Abadiño es la viva imagen de la desesperación. En definitiva, si el Athletic 2011/2012 que maravilló a Europa se componía de Iraizoz, Iraola, Javi Martínez, Amorebieta, Aurtenetxe, Iturraspe, Herrera, De Marcos, Muniain, Susaeta y Llorente, cinco de estos once miembros se han caído de la alineación, con lo que ello supone para una plantilla muy escasa

Las piezas han encontrado sustitutos. Hombres como Ekiza, Gurpegui o Laporte han ocupado el centro de la defensa para tapar los huecos de los dos zagueros internacionales. Aduriz ha hecho olvidar a Llorente con sus goles y San José ha ocupado el puesto de Iturraspe en un intento por tratar de terminar con la sangría defensiva. Incluso desde hace tiempo Ibai Gómez ha ocupado la banda izquierda de un Muniain que atraviesa el peor año de su carrera en el primer equipo. Este domingo, ante las cuatro bajas por sanción y la más que posible de Iraola por lesión, el equipo tendrá que volver a encontrar sustitutos. Bajas en tres puestos de la defensa, en uno del centro del campo y en la delantera. Por tanto, será la oportunidad para hombres como Iturraspe o Aurtenetxe, que quieren recuperar sensaciones perdidas. Muniain quiere seguir acumulando minutos para convencer a Bielsa y Llorente volverá a ser titular en San Mamés y, si no juega Iraola, ejercerá de capitán ante una afición que lleva contra él toda la temporada. Puede ser un buen momento para recuperar el último triunfo ante los blancos, que fue en San Mamés y con un tanto del ariete de Rincón de Soto. Nada gustaría más a la parroquia rojiblanca que revivir ese momento. En conclusión, será la oportunidad para aquellos que no suelen entrar en los planes del "Loco", los Iturraspe, Aurtenetxe, Llorente o Ramalho. Incluso Castillo tiene posibilidades de ser el lateral izquierdo si el entrenador se decanta por situar a Aurtenetxe de central. Además, la convocatoria la completarán cachorros como Aketxe, Morán o Saborit, que podrían tener minutos. 

Veremos de qué forma decide Bielsa recomponer la alineación para enfrentarse al siempre poderoso Real Madrid de los Cristiano, Ozil, Higüain o Xabi Alonso. Muy complicado se ha vuelto el reto con la complicación de las bajas rojiblancas. Aunque, en realidad, recomponer el once será lo más fácil que tendrá que hacer el Athletic, luego tendrá buscar lograr un resultado positivo, eso sí que es un reto.

Fotografía: Deia (edición digital)

lunes, 11 de febrero de 2013

El Espanyol aprovecha los regalos del Athletic


Cuando parecía que el Athletic empezaba a remontar el vuelo y el juego hacia presagiar un resurgimiento acompañado de estabilidad, se ha producido, probablemente, el mazazo más contundente posible. De nada sirve terminar el partido con un 72% de posesión de balón si se hacen unas concesiones tan grandes al rival en defensa. De nada sirve tener predominio en ataque si perdonamos todas las ocasiones posibles y luego encajamos las únicas cuatro ocasiones que tiene el rival en todo el partido. Un 0-4 para nada imaginable al final del primer tiempo pero que devuelve al conjunto de Marcelo Bielsa a mirar directamente hacia abajo, esos seis puntos que le separan del descenso. Una vez más, sensaciones negativas.

Un partido plagado de errores e infortunios de todo tipo por parte de los rojiblancos. Tras el cambio por lesión de un Muniain que no levanta cabeza, entro Ibai para no poner un córner a derechas. 12 saques de esquina tuvo el conjunto rojiblanco y ninguno con peligro. En ocasiones por jugadas, menos acierto aún. Susaeta perdonó y perdonó y De Marcos falló con todo a su favor. Aduriz totalmente atado por los centrales periquitos, no tocó balón y apenas gozó de una ocasión. Si los dos últimos encuentros la segunda línea despertó, ayer se quedó echando la siesta, y sin Aduriz pues ya se sabe. Por otro lado, la lesión de Ibai y el resultado adverso hicieron a Bielsa recurrir a Igor Martínez y Toquero, casi inéditos esta temporada. Queda demostrada la cortísima plantilla de la que dispone el equipo, aunque Urrutia crea que no es necesario reforzarse.

Recordando encuentros pasados, se volvieron a producir los grandes regalos en defensa que habiamos visto durante todo el año. Aurtentetxe falló gravemente en la marca del primer tanto del Espanyol y cerrando el paso a su marca en el tercero. Y Monreal en Londres por 12 millones, algunos todavía nos preguntamos el porqué. Sin embargo, si alguien fue el foco de todas las críticas fue, una vez más, Gorka Iraizoz. El eternamente cuestionado portero realizó un partido nefasto, focalizado en sus errores de bulto en los goles pericos. A pesar del fallo de marcaje de Aurtenetxe a Héctor Moreno, un portero no puede recibir un gol de un hombre que remata dentro del área pequeña. En el segundo el error es antológico, con una salida desconfiada y pésima, dándole el tanto a Víctor Sánchez. Y en el tercero pudo hacer algo más por salir a por el balón y cortar el envío desde izquierda. Antes de esto, un par de malos controles con el balón de los pies ya encendieron el run run de San Mamés, que terminó por sentenciar al portero tras sus graves errores con una ensordecedora pitada en cada balón que tocaba. La parroquia rojiblanca ha dicho basta y le toca pronunciarse a Bielsa.

Muchas equivocaciones en todas las zonas del campo, en algunas más que otras, hicieron que el Espanyol, sin hacer un gran partido, le endosara un doloroso 0-4 al Athletic en su propia casa. Un resultado que mina la moral y las espectativas de un equipo que se suponía en crecimiento. Ahora toca reconstruir y hacer unos cambios que se empiezan a antojar necesarios. Hay que tocar piezas para cambiar esta situación que deja al equipo hundido y a seis puntos del descenso. Es necesario cambiar para crecer. 

Fotografía: Web oficial del Athletic Club

lunes, 4 de febrero de 2013

A seguir creciendo


Dominio del juego, concesiones en defensa, gran despliegue físico y aluvión de ocasiones en ataque aunque muchas no terminan dentro. La tónica que el Athletic tenía la temporada pasada parece que está volviendo a darse en todos sus matices. El viernes contra el Valladolid, el equipo hizo uno de esos horribles arranques de partido para terminar dominando, remontando y casi venciendo. Una nueva ocasión en la que el equipo se sobrepone a un doloroso revés inicial para sumar su quinto punto en tres partidos, dos de ellos fuera de casa. Quedan las sensaciones positivas y se vislumbra una trayectoria ascendente para un equipo que se está reencontrando a sí mismo.

El conjunto de Marcelo Bielsa llegó tarde al encuentro contra el Valladolid, concretamente un cuarto de hora tarde. Para entonces, el conjunto pucelano ya había conseguido perforar la portería en dos ocasiones, y merece la pena analizar los tantos porque hay un factor que se repite. En ambos se produce un pase atrás y llega alguien solo de la segunda línea. ¿Por qué? La defensa del Athletic se queda totalmente en línea dejando libre de marcaje al hombre que llega desde atrás. Dos errores importantes y dos goles en contra para afrontar un partido muy cuesta arriba. Por lo visto, el tema de la línea defensiva es un capitulo sin cerrar.

Sin embargo, el equipo fue cogiendo el tono y se hizo con el dominio del partido, no sin dejar de convertirlo en un correcalles que transforma el partido en una emocionante batalla para el espectador. Sin embargo, el Athletic se encuentra cómodo en esta tesitura y, antes del descanso, De Marcos envió el balón a la red vallisoletana empalmando un buen centro de Susaeta. Quinto tanto para el de Laguardia que está adornando su vuelta al centro del campo con llegada y goles. Ya en el segundo tiempo, Susaeta empataba para los bilbainos al empujar el balón en el segundo palo tras una dejada de Aduriz en un saque de esquina. De esta forma, el extremo derecho anotaba su cuarto tanto en liga. Aritz Aduriz, principal referente ofensivo durante toda la temporada, se quedaría sin marcar, pero grandísimas noticias son los tantos de Susaeta y De Marcos, que repiten en su cita con el gol tras hacerlo la semana pasada. Parece que la segunda línea del ataque empieza a aportar en tareas goleadoras, matiz que hace crecer al equipo exponencialmente

Con el empate, el equipo rojiblanco tuvo la posibilidad de llevarse los tres puntos. Es cierto que el Valladolid también pudo marcar el tercer tanto con las ocasiones de Javi Guerra, tras un pase atrás también, y Omar Ramos, pero el Athletic gozó de más oportunidades para hacerlo. Además del palo de Aritz Aduriz en la primera parte, hubo varias ocasiones tras el empate. Dani Hernández detuvo un tiro raso a De Marcos tras un fantástico pase interior de Herrera. Aurtenetxe mandó el balón rozando el palo de un cabezazo tras saque de esquina de Ibai. Susaeta no consiguió empalmar un balón que llegaba altísimo tras un rechace que lo dejó solo ante el portero y, la última, un lanzamiento raso que le detuvo Dani Hernández a Ibai tras pase del eibartarra. Una tónica que también se repite, muchísimas llegadas a la portería contraria y pocas acaban con la subida del tanto al marcador.

También hubo tiempo para la polémica arbitral, como suele ser común en casi todos los encuentros de la liga española. En la primera mitad, un codazo de Aritz Aduriz mandó a Marc Valiente fuera en camilla. Si bien la acción no fue intencionada, el ariete rojiblanco podría haber visto la cartulina roja perfectamente. No obstante, la cosa se quedó en amarilla. Pero hacia el lado del Athletic también hubo dos acciones discutibles. En la primera mitad un agarrón de Sereno al 20 de los leones pudo ser penalty. La que genera menos dudas es la segunda jugada polémica, una clarísima mano de Jesús Rueda ante un recorte de Iraola que se plantaba solo ante el portero. Pudo no hacerlo intencionadamente el central del Valladolid, pero cortaba una ocasión manifiesta de gol ya que el lateral de Usurbil se plantaba solo ante el meta vallisoletano. Por tanto, en referencia a la actuación arbitral, el Athletic pudo salir más perjudicado que el conjunto de Djukic.

Finalmente, lo que quedo fue un partido de lo más atractivo, con muchas idas y venidas, uno de esos correcalles a los que el Athletic nos tenía acostumbrados la temporada pasada y que empezamos a volver a ver este año. A pesar de unos errores defensivos que lastran bastante, las sensaciones en el juego son positivas, como demuestra la capacidad del equipo para remontar situaciones realmente adversas. En cuanto a puntos, 5 de 9 en una segunda vuelta en la que el equipo parece reencontrarse a sí mismo. Es más, de Valladolid se regresó con un sabor amargo por lo cerca que estuvo la victoria en un campo complicadísimo. No hay que olvidar que el equipo de Djukic es uno de los que mejor fútbol practican de primera y que han cosechado muy buenos resultados en casa. A pesar de ello, un punto que se hará bueno con una victoria ante el Espanyol en San Mamés. A seguir creciendo.

Fotografía: Web oficial del Athletic Club

sábado, 26 de enero de 2013

La importancia del triángulo de la medular


El encuentro en el Benito Villamarín ante el Betis abrió las puertas de la esperanza para muchos seguidores del Athletic. Se logró un punto que supo a poco, sobre todo teniendo en cuenta la situación en la clasificación. Sin embargo, la imagen ofrecida recordó al vibrante equipo del pasado año. Esta mejoría tuvo lugar sobre todo tras el descanso, cuando Aurtenetxe ocupó el lateral izquierdo y De Marcos pasó a la medular, formando junto a Iturraspe y Ander Herrera, ese tridente que tantas alegrías ofreció la temporada anterior. Con los tres jugadores formando juntos la sala de máquinas del conjunto bilbaino, se alcanzó una de las mejores versiones que ha alcanzado el equipo este curso. Pocas veces han jugado juntos desde que empezó la liga y el rendimiento del equipo se ha resentido considerablemente, afectando a los resultados.

Estos tres futbolistas solo han actuado juntos en 7 partidos de los 20 que van disputados hasta la fecha. El balance ha sido de dos victorias, dos empates y tres derrotas pero merece la pena indagar en cada uno de los encuentros. En la segunda jornada de liga, empezaron juntos contra el Atlético de Madrid. Sin embargo, rápidamente De Marcos pasó al lateral e Íñigo Pérez al centro del campo, con lo que no se puede tener realmente en cuenta. El partido terminó en derrota. Hasta la séptima jornada no volvieron a jugar juntos, contra Osasuna. El encuentro terminó con una victoria rojiblanca y un asedio constante a la portería de los rojillos y sólo Andrés Fernández pudo evitar la goleada. También jugaron juntos la semana siguiente contra el Valencia en Mestalla, un encuentro dominado por el Athletic hasta la expulsión de Herrera, situación aprovechada por los de la capital del Turia para darle la vuelta al marcador. Llegó la jornada 11 y se logró la victoria contra el Sevilla en San Mamés con el tridente sobre el césped, también con expulsión de Ander Herrera, esta vez por doble amarilla. Dos semanas después, también jugaron juntos contra el Deportivo en La Catedral, sacando un desafortunado empate de un encuentro que dominaron de principio a fin. El peor de los encuentros llegó la siguiente jornada, contra el Barcelona. La comparecencia de los tres centrocapistas no evitó la goleada de los de Vilanova en el Camp Nou. La última del tridente, el pasado lunes contra el Betis. Un partido que, como se vio, los rojiblancos dominaron y pudieron llevarse los tres puntos del Villamarín.

Los distintos encuentros reflejan dos victorias con buen juego y dominio. También dos empates en los que el equipo jugó un fútbol mejor que el rival y se merecieron los tres puntos. En lo que respecta a las derrotas, el partido contra el Valencia estuvo dominado, con superioridad en juego y en el marcador, hasta la expulsión de Herrera, que afectó al equipo de forma determinante. La del Atlético de Madrid podría considerarse una excepción debido a que De Marcos pasó rápidamente al lateral, mientras que la del Barcelona fue una derrota justa contra, posiblemente, el mejor equipo del mundo. Mientras han estado Iturraspe, De Marcos y Herrera juntos en la sala de máquinas del Athletic el equipo ha funcionado y los resultados no han terminado de reflejar el buen juego que hacía el equipo realmente. Por tanto, es de vital importancia para el conjunto de Marcelo Bielsa que estos tres jugadores se sitúen juntos en la medular para ver lo mejor del equipo.

Contra el Betis, Aurtenetxe regresó al lateral y se espera que sea para quedarse. El de Amorebieta no pasa por su mejor momento pero es vital para liberar de esa posición a De Marcos. Además, que el de Laguardia regrese a su posición original hace que Muniain se sitúe en la banda, el lugar en el que verdaderamente hace daño. Así, todas las piezas se sitúan en el lugar que encajan y el puzzle rojiblanco empieza a resolverse. Se espera que el domingo, contra el Atlético de Madrid, vuelva a jugar el tridente en el centro del campo y Muniain en la banda, lo que aumenta las esperanzas de mejora vistas en Sevilla. Pero no nos confundamos, el punto conseguido en el Benito Villamarín y el buen juego desplegado no servirá de nada si no se ratifica contra los del Cholo Simeone. Toca dar un paso hacia adelante.

Fotografía: Deia (edición digital)

martes, 22 de enero de 2013

Ilusión y esperanza en el Athletic


Mediocre resultado y grandes sensaciones fueron lo que se trajo el Athletic de su visita al Benito Villamarín, encuentro temido por los athleticzales por las diferentes rachas que atraviesan los dos equipos y que termino dejando un regusto amargo por lo que ninguno de ellos imaginaría. Un encuentro que, en boca de muchos medios, se caracterizó por el acierto de las puntas de lanza de ambos conjuntos. Sin embargo, otros somos de la opinión de que lo que realmente definió el envite fueron las actuaciones de los guardametas. Sea como fuere y a pesar de lograr un punto que sabe a poco, lo que está claro es que el conjunto rojiblanco recuperó sensaciones pasadas justo al inicio de la segunda mitad de la liga. 

44 segundos de partido. Eso fue lo que tardó Gorka Iraizoz en protagonizar la pifia de la jornada, poniéndose en entredicho una semana más y abriendo el eterno debate de la portería zurigorri. Un pase con el exterior de Chica se coló entre una defensa que tampoco colaboró mucho e Iraizoz derribó a Salva Sevilla sin ningún tipo de control. Penalty en el primer minuto de partido que se encargo de transformar en el 1-0 Rubén Castro. 41 de 45 penaltis encajados por el meta navarro desde que defiende la portería del Athletic, duro pero cierto. Marcelo Bielsa sigue confiando en él, de forma incomprensible para muchos, a pesar de las buenas actuaciones cuajadas por Raúl Fernández cuando ha tenido la oportunidad. La situación de fiabilidad  en la que se refugian la mayoría de equipos de primera división gracias a sus porteros no tiene cabida en el equipo bilbaino, que sufre el efecto contrario. Tocaba remar a contracorriente y eso no son buenas expectativas este año.

Se había producido un cambio en el planteamiento del Athletic para este encuentro. El técnico de Rosario decidió incluir a Gurpegui en la medular junto a Iturraspe, formando un doble pivote y dejando a Herrera más liberado. Un cambio del que se esperaba mayor estabilidad defensiva. Sin embargo, Gurpegui e Iturraspe no formaron en una misma línea. El de Andosilla ejerció de contención mientras el espigado centrocampista de Abadiño se situaba en la posición natural de Óscar De Marcos, y no está nada cómodo en esa posición. El mismo planteamiento de siempre con nuevas piezas, una vez más fuera de sitio. Viendo transcurrir los primeros minutos del encuentro, se veía que la fórmula no funcionaba. 

Si el partido parecía difícil antes de empezar, para muchos se transformó en un imposible. No obstante y tras unos primeros 20 minutos de absoluto descontrol y nerviosismo rojiblanco, los pupilos de Bielsa demostraron que nada más lejos de la realidad. Ese equipo que siempre se viene abajo ante la mínima adversidad no compareció ayer en feudo bético. Ante la falta de acierto táctico o técnico, pues el nerviosismo y las imprecisiones imperaban en el juego bilbaino, surgió la voluntad, las ansias de levantarse, ese paso adelante inédito este curso. Gracias a ello, a partir del minuto 25 y con el paso del encuentro, el Athletic fue haciéndose con el choque. Gracias a su empuje se asomaron a la meta verdiblanca. Ander Herrera obligó a lucirse a Adrián, héroe local, tras un gran disparo lejano. De Marcos erró ganando línea de fondo tras pase de un creciente Muniain. Herrera, una vez más, probó fortuna desde lejos con un tiro raso que se marchó cerca del palo e Iturraspe perdonaba tras gran pase hacia atrás de Aduriz. Se comenzaba a combinar pero se perdían ideas con la llegada del equipo al área rival, pero se llegaba, buena noticia.

Pero la mejor noticia llegaría en el minuto 41, un excelente servicio de Ander Herrera entre una despistada defensa bética llegaba a un Aritz Aduriz que se presentó ante Adrián y le batió con un toque sutil. El punta donostiarra sigue haciendo gala de su gran acierto goleador y suma doce tantos esta temporada, igualando su mejor registro en liga (Mallorca 09/10). Por otro lado, Ander Herrera se empieza a establecer como el líder de este Athletic en bajas horas. Al ex del Zaragoza no le tiembla el pulso a la hora de coger protagonismo y será vital para el resurgir del conjunto rojiblanco. Partidos como el de ayer demuestran que es uno de los jugadores con más talento de la liga y que de su mano depende que carbure el cerebro del equipo. El descanso llegó justo en el momento en que más ponía contra las cuerdas el Athletic al conjunto de Pepe Mel.

Con la vuelta de vestuarios y tras unos minutos un poco dubitativos, los chicos de Marcelo Bielsa se enchufaron totalmente al partido. La lesión de Gurpegui dio entrada a Aurtenetxe en el lateral izquierdo y De Marcos pasó al centro del campo, el lugar donde debe estar. De nuevo comparecían en la medular Iturraspe, Herrera y el de Laguardia, ese centro del campo que tantas alegrías brindó a la parroquia zurigorri el curso pasado. Y fue en ese momento cuando el equipo comenzó a desplegar ese juego atrevido y lleno de intensidad que todo el mundo recuerda en Bilbao. Volvieron a darse buenas combinaciones en el sector derecho entre Iraola, Susaeta y De Marcos y Muniain se soltó y se mostró más incisivo, todo ello dirigido por la magnífica batuta del director de orquesta, Ander Herrera. Atrás, Ekiza aportó velocidad y anticipación y Laporte un gran poderío y jerarquía con sus 18 años. Surgió, cuando nadie lo esperaba, el Athletic de Marcelo Bielsa. Posesión, muchas llegadas a la portería contraria y varias ocasiones perdonadas. Volvía el juego loco, volvían a rugir los leones.

Hubo ocasiones claras por parte de los dos bandos, puesto que Jorge Molina se permitió el lujo de fallar primero un remate un poco forzado y después un cabezazo franco. También reclamó el Betis un penalti por mano de Herrera y el Athletic otro por manotazo de Amaya a Muniain, aunque ninguno fue señalizado por Ayza Gámez. A pesar de todo, el conjunto de Marcelo Bielsa era el que ganaba enteros para llevarse los tres puntos. Pero entonces surgió la figura de Adrián, el portero que, tras subir al primer equipo esta temporada, ha sido vital en varios encuentros este curso. Ayer no fue distinto. Detuvo un cabezazo a bocajarro de Aduriz tras buen centro de Susaeta y un mano a mano al eibartarra después de que una exquisita asistencia con el exterior de Ibai. Justo en el descuento, desbarató con el pie una cesión de Aduriz que Iraola iba a empujar a placer a la red. Llegó el final para alivio de los de Pepe Mel y desgracia para los de Bielsa, puesto que si el partido hubiera durado un poco más seguramente hubieran logrado la victoria, algo que impidió Adrián, el portero que salvó a su equipo mientras Gorka condenó al suyo. Finalmente, un punto que sabe a poco pero que no es lo más importante para los leones, ya que dejaron ver que pueden desplegar un fútbol como el del año pasado. No se debe olvidar que lo que hacen falta son puntos y que debe obtenerse un buen resultado ante el Atlético para hacer bueno el conseguido ayer. No obstante, cabe destacar que algo muy importante que todo athleticzale se llevó del Villamarín fue ilusión, ilusión y esperanza.

Fotografía: Diario Marca (edición digital)

miércoles, 16 de enero de 2013

Balance de la primera vuelta del Athletic (2º parte)


Tras la conclusión de la primera parte del campeonato estos son los datos que baraja el Athletic Club: 19 partidos jugados, 6 victorias, 3 empates y 10 derrotas, 23 goles a favor, 39 en contra. 21 puntos que les colocan en el puesto 14º en la clasificación, a 4 puntos del descenso y a 10 de Europa. Estos son los datos que refleja la tabla pero hay muchos más aspectos que merece la pena desgranar si queremos comprender algo más de la situación que atraviesa el club bilbaino. Hay muchos aspectos dignos de análisis.

Bajo rendimiento de jugadores fundamentales

Durante la pasada temporada todos los seguidores rojiblancos disfrutaron de tardes y noches memorables con grandes encuentros, todos ellos protagonizados por los chicos de Bielsa, esos muchachos que desplegaban ese fútbol loco en materia de revoluciones. No solo los campos de la liga española, sino muchos de los mejores estadios de Europa disfrutaron de las carreras de De Marcos, las diabluras de Muniain, la arquitectura de Herrera, el temple de Iturraspe o los constantes movimientos de Susaeta. Sin embargo, muchas de las piezas capitales del sistema del técnico de Rosario no están ofreciendo el nivel esperado esta campaña. De hecho, la mayoría no se han mostrado como otra cosa que sombras de lo que fueron, totalmente carentes de energía e ideas, despoblados de imaginación e intensidad. Merece la pena pararse a analizar el rendimiento de algunos de estos jugadores:

Iker Muniain: Escorado a la banda izquierda pero con un gran protagonismo debido a su movilidad por toda la línea de tres cuartos, se podría decir que fue el Iniesta del Athletic. El pequeño diablo de la Txantrea se erigió como uno de los mejores jugadores de la liga y una de las revelaciones europeas. Esta temporada no se ha visto a ese jugador, ni rastro. Sin vacaciones debido a unas olimpiadas en las que se pudo ver su cara más oscura, el joven extremo se ha mostrado apático, sin chispa, sin esa imaginación que le caracteriza. Pasa por la peor temporada desde que ascendió al primer equipo de la mano de Caparrós. Es más, ha llegado a ser relegado al banquillo en detrimento de Ibai Gómez. No obstante, el Athletic necesita a uno de sus jugadores franquicia para levantar esta situación. Se le espera.

Óscar De Marcos: Las incesantes carreras y incontables kilometrajes realizados por De Marcos el curso pasado tampoco pasaron desapercibidos. El desmarque en ruptura desde la zona de interiores en el esquema de Bielsa lleva su nombre. Llegó a ser tan importante para el técnico rosarino que paliaba cualquier baja en el once recolocándole en el campo y jamás renunciando a su presencia en la titularidad. Este año, sin embargo, las piernas parecen no tener la misma energía. Su derroche físico no encuentra una recompensa final y, desde luego, no es aprovechada por sus virtudes técnicas. Muchos creen que el nivel que mostró el pasado año fue más de lo que podrá volver a dar. Lo que está claro es que puede ofrecer un rendimiento mayor del que está ofreciendo. Al igual que otros, puede necesitar descanso o, sencillamente, banquillo. Tampoco hay que dejar que nadie se vea indiscutible.

Markel Susaeta: En su llegada a Bilbao, Marcelo Bielsa llegó a decirle al eibartarra que confiaba más en él que él mismo, y desde luego que lo hizo. Jugó todos los partidos de la temporada en todas las competiciones, sumando un total de 62 encuentros. Además, el nivel que mostró le hizo dueño absoluto del extremo derecho formando una sociedad letal con Andoni Iraola. Esta temporada ha llegado a debutar con la selección española pero su juego también ha entrado en crisis. Su bajón no es tan notable como en otros casos pero si ha perdido mucha movilidad y explosividad en ataque. El funcionamiento de la banda derecha pasa, en buena medida, por sus botas.

Ander Iturraspe: La otra invención del entrenador argentino. En un sistema tan atrevido en ataque como expuesto en defensa, el centrocampista de Abadiño se estableció en la posición de mediocentro siendo el equilibrio del equipo y haciendo de nexo entre la defensa y el ataque del Athletic. Sin embargo, esta temporada ha llegado a ser sustituido antes del descanso por su bajo rendimiento. La intermitencia de su juego y los problemas físicos le han alejado de la titularidad. Con el paso de los partidos, queda más claro que el equipo necesita la mejor versión de Iturraspe para volver a encontrar un faro al que agarrar su juego de toque. San José ha realizado su candidatura para el puesto y ahora le toca al de Abadiño responder. Su vuelta es muy importante.

Otros casos hay dentro del equipo aunque posean menor relevancia. Iraola, insustituible en el lateral diestro durante los últimos años, se ha visto frenado por los problemas físicos y se espera que vaya recuperando el tono. Aurtenetxe, establecido en el lateral izquierdo el curso pasado, ha ofrecido una muy mala imagen desde su renovación. No obstante, las carencias en este puesto hacen que su vuelta sea vital. Herrera alumbra por momentos pero rápido se contagia del ánimo general del equipo. Incluso Ibai, que este año se ha sumado con muchos galones en su salto al primer equipo, está siendo intermitente y flojo en las coberturas. La situación de Llorente habla por sí sola, al igual que lo empieza a hacer la de Amorebieta. Puede que el nivel de la temporada pasada, construido con unos jugadores determinados que gozaban de un estado de forma y de ánimo que para nada es el actual, no se vuelva a repetir. Lo que está claro es que, visto lo visto, pueden realizarse las cosas mucho mejor de lo que se están haciendo. Las videotecas pueden demostrarlo.

Fotografía: Mundo Deportivo (edición digital)

martes, 15 de enero de 2013

Balance de la primera vuelta del Athletic (1º parte)


Tras la conclusión de la primera parte del campeonato estos son los datos que baraja el Athletic Club: 19 partidos jugados, 6 victorias, 3 empates y 10 derrotas, 23 goles a favor, 39 en contra. 21 puntos que les colocan en el puesto 14º en la clasificación, a 4 puntos del descenso y a 10 de Europa. Estos son los datos que refleja la tabla pero hay muchos más aspectos que merece la pena desgranar si queremos comprender algo más de la situación que atraviesa el club bilbaino. Hay muchos aspectos dignos de análisis.

Crisis del sistema defensivo

El notable bajón, llegado incluso a rozar la desaparición, del juego de ataque del conjunto de Marcelo Bielsa es algo de lo que más ha podido notarse en esta primera mitad de temporada. La esteril e inactiva segunda línea no ha aportado y el equipo se ha mostrado dependiente de Aritz Aduriz y de su gran estado de forma realizador durante estos meses. Sin embargo, lo que ha hecho saltar las alarmas es el catastrófico rendimiento en la parcela defensiva, como muestran los 39 tantos encajados. De esta forma, se iguala el peor registro de la historia en esta parcela, el de la temporada 1948/1949, también con 39 tantos encajados. Desde que existe la competición de 20 equipos, jamás había lucido en el casillero rojiblanco tan bochornoso número.

Buena parte de esta situación la tiene una línea defensiva que se ha mostrado muy débil y concesiva, protagonizando errores de bulto con asiduidad. Comenzando por la portería, el rendimiento de Gorka Iraizoz ha seguido siendo pobre, como el que muestra desde que es león. Sin hacer mucho hincapié en su idilio con los penaltis, habiendo encajado 40 de 44 (91%) desde que llegó a Bilbao, día tras día sigue aportando mucha más inquietud que seguridad. Desde algunas salidas sin sentido a goles encajados desde larguísimas distancias pasando por errores de decisión y ejecución como el del primer tanto encajado frente al Rayo el pasado viernes. Sólo cuando Bielsa empezó a dar minutos a Raúl Fernández en Copa del Rey y cuajó alguna buena actuación, Gorka tuvo buenos partidos carentes de despistes, llegando incluso a erigirse como héroe en la victoria contra el Mallorca. Sin embargo, con la liga como última competición, la amenaza de Raúl parece haberse apagado y, casualmente, han regresado los eternos fantasmas del meta navarro.

Dejando la portería a un lado, la línea defensiva no ha aportado mucha mayor estabilidad o seguridad. Los actuales datos de cifras encajadas no son nada si se visualiza cada uno de los partidos jugados por el equipo. Visto lo visto, la baja de Javi Martínez, que podría definirse como el equilibrio y el líder de este sistema defensivo, ha sido más dolorosa de lo que cualquiera pudiera haber imaginado. Además, los fijos durante la pasada temporada en esta parcela, Amorebieta, Iraola y Aurtenetxe, han tardado en entrar por culpa de sus problemas físicos y, cuando lo han hecho, su rendimiento no ha sido el esperado. Si bien Iraola ha vuelto con mejor pie, no se puede decir lo mismo de los otros dos. Aurtenetxe fue una buena solución, el curso pasado, para un puesto que llevaba años dando muchos problemas. El central reconvertido a lateral realizó un buen año basando su juego en la solidez. Desde su renovación, nada ha vuelto a ser igual y el debate del lateral izquierdo se ha vuelto a abrir. Lo de Amorebieta es más grave aún. Acaparando focos en Bilbao por el tema de una renovación que nunca llega y que hace dudar de sus ganas de continuar, no ha sido ni la sombra del central que se vio la temporada pasada. Además, el tema de su continuidad no beneficia para nada su imagen.

Entre unas cosas y otras, Marcelo Bielsa ha tenido que recurrir a muchos hombres para tratar de dar soluciones al problema de la defensa. Gurpegi, De Marcos, Ramalho o Iraola han pasado por el lateral derecho. En el eje de la zaga han comparecido Gurpegi, Iturraspe, San José, Ekiza, Amorebieta, Ramalho y Laporte. En cuanto al lateral izquierdo, Íñigo Pérez, Castillo, De Marcos y Aurtenetxe han pasado por allí. Muchos jugadores, demasiadas variaciones y, sobre todo, un gran exceso de readaptaciones de futbolistas a puestos que no son los suyos. Conclusión: desbarajuste, ninguna continuidad y escasos resultados. Asimismo, escuece ver tantos movimientos y adaptaciones de piezas que no dan ningún resultado y que jugadores como Mikel Balenziaga o Xabier Etxeita brillen en sus equipos, el primero como dueño del lateral izquierdo del Valladolid y el segundo como pieza fundamental en el eje de la zaga del Elche, líder de 2º. 

Aymeric Laporte ha sido, probablemente, la única buena noticia a nivel defensivo en el Athletic desde que empezó la temporada. El descubrimiento del central francés y su buen rendimiento en sus comparecencias con el primer equipo le llevaron a instalarse en él y a poder vestir el dorsal "4" en su camiseta. Sin embargo, no hay que olvidar que se trata de un jugador en edad juvenil y que no puede ser ese líder que tanto busca esta defensa. Debe ir entrando y aprender de los errores que pueda cometer, como el del día del Levante. Apunta muy buenas maneras y, por lo visto, cuenta mucho para Marcelo Bielsa a corto plazo. Veremos si cuenta con él para el partido del Betis.

Crisis absoluta en el entramado defensivo del sistema del conjunto rojiblanco. Muchas lesiones que han mermado el rendimiento y propiciado demasiados cambios de piezas en una línea que no acostumbra a tenerlos. Para colmo, cada día toma mayor relevancia el tema Amorebieta, que ya deja de ser noticia por su bajísimo rendimiento deportivo y cobra mayor importancia en el plano de fuera de los terrenos de juego. Malas noticias.

Fotografía: www.eitb.com

miércoles, 9 de enero de 2013

La Aduriz-dependencia


El Athletic atraviesa una temporada realmente difícil, de eso no hay duda. Las situaciones extradeportivas son de sobra conocidas y en el terreno del puro fútbol el equipo ya no es que no consiga arrancar, sino que se encuentra en una especie de punto muerto. Los serios problemas que se sufre atrás han provocado una inestabilidad defensiva digna de mención. Lleva encajados la friolera de 37 tantos en lo que va de campeonato, el segundo equipo que más goles recibe por detrás del Deportivo (39 tantos en contra). Con prácticamente el mismo plantel, el curso anterior se habían recibido 19 goles a estas alturas de curso, enorme diferencia. La marcha de Javi Martínez ha debilitado seriamente al equipo pero es imposible que todo el equilibrio defensivo pasara por un jugador. El nivel de los jugadores no es el mismo y eso lo refleja el casillero, pero no solo se muestra en la faceta defensiva. Lo que realmente es reseñable es el bajón del equipo a nivel ofensivo, la mayor de las virtudes del Athletic de Marcelo Bielsa.

Ese conjunto que maravillaba tanto en campos de la liga como por otros míticos de Europa no da señales de vida. Ese juego de presión asfixiante, combinación elaborada, incesantes llegadas y asedio constante se ha perdido en la sombra. Ese fútbol loco se quedó de vacaciones. Todos y cada uno de los jugadores que poblaban el temido ataque rojiblanco no son más que caricaturas de lo que fueron. Muniain, Susaeta, Herrera, Ibai o el mismo Llorente, que todavía sigue en Bilbao, ya no corren con el viento a favor y la mirada clavada en el horizonte. Su ritmo es pobre y sin intensidad. Además, no es que nadie se haya marchado, es que han llegado otros como Aritz Aduriz, algo por lo que hay que dar gracias. Y es que el ariete donostiarra ha tirado de un carro zurigorri que mejor no pensar dónde estaría sin sus tantos

La pobreza atacante del Athletic y su dependencia de Aritz Aduriz son datos totalmente plausibles. El conjunto dirigido por Marcelo Bielsa suma 22 goles a favor en lo que va de liga y la mitad de ellos llevan su firma. El 50% de los tantos del equipo que han servido para sumar 16 de los 21 puntos que el equipo lleva en liga. Las cifras hablan por sí solas. Los otros tantos se los reparten entre cinco jugadores: Susaeta (2), De Marcos (3), Ibai (2), San José (3) y Fernando Llorente (1). Por tanto, se puede afirmar que el  rendimiento de Aduriz está siendo excelente pero los demás miembros de la plantilla no acompañan. Muy diferente era la situación hace un año. En la jornada 18, los leones sumaban 26 tantos anotados divididos entre nada más y nada menos que 14 jugadores: Iturraspe (1), Llorente (6), David López (1), De Marcos (2), Gabilondo (2), Muniain (2), Javi Martínez (1), Toquero (2), Susaeta (2), Ander Herrera (1), Iraola (1), Amorebieta (1) y Aurtenetxe (1). El ariete de Rincón de Soto, único delantero del esquema de Bielsa y referente en ataque, acumulaba 6 tantos, el 23,08 del total. El pasado curso tanto la segunda línea como el resto de la plantilla en general también aportaban una gran cantidad de goles. Las cosas eran muy distintas. 

Es muy posible que no volvamos a ver al Athletic que maravilló la temporada pasada, ese equipo pasó a mejor vida. Sin embargo, tampoco creo que la dinámica vaya a ser tan negativa como lo está siendo. Llegará un momento en el que, encajando algunos resultados positivos, la plantilla adquiera moral como para creerse que pueden desplegar un mayor fútbol del que están haciendo. Hasta entonces, solo queda seguir trabajando y retocar, sobre todo cambiar y mejorar diversos aspectos en un sistema inmovilista por parte del técnico. Ya se ha hablado mucho del aspecto defensivo. Otro muy importante es la faceta goleadora. Que Aduriz no camine solo.

Fotografía: goal.com

jueves, 13 de diciembre de 2012

El Athletic es un barco a la deriva

La burbuja se ha hinchado hasta el punto de estallar. Esto se podría decir que le ha sucedido al Athletic en apenas unos meses. El mismo equipo y dos realidades distintas en apenas siete meses. De lo que pudo ser un doblete maravilloso al viaje más turbulento que se podía imaginar enrolados en un barco que va zarandeándose hacia la deriva. La victoria del domingo fue balsámica. Sin embargo, ayer el conjunto de Marcelo Bielsa dijo adiós a la Copa del Rey al no poder superar una eliminatoria que jamás debería haber perdido. La realidad es muy dura, San Mamés ya se ha despedido, de forma prematura, de Europa y de la Copa del Rey. Veremos de qué forma se despide el mítico estadio de la liga. Queda muchísimo para poder remontar el vuelo pero lo que no hay que olvidar es que, ahora mismo, el equipo navega sin rumbo establecido.

El fatídico encuentro de ayer en San Mamés no hizo más que sacar a la palestra todos los problemas que sufre este club. Ya no es cuestión de si falla el entrenador o de si no cumplen los jugadores. El virus que nació en el interior de esta entidad durante el verano ha crecido y se ha apoderado de una entidad que no sabe como curarse. No existe la posibilidad de tener un poso de tranquilidad. Cuando parece que la situación se normaliza, vuelve a suceder algo que vuelve a sembrar la incertidumbre, a desatar el caos. Ojalá fuesen solo los resultados, eso siempre se puede levantar. La terrible enfermedad que sufre el Athletic se ha extendido a todos sus estamentos y crece sin control, ha llegado hasta a aquellas partes que jamás podríamos imaginar. 

Marcelo Bielsa continúa asumiendo culpas cada vez que los resultados no acompañan y estos argumentos dejan de ser válidos. Ni el año pasado era un dios ni este año es todo lo contrario, pero las decisiones que toma en ciertas ocasiones son dignas de estudio cuanto menos. La última, la decisión de seguir contando con Fernando Llorente, el mayor factor desestabilizador del club, a sabiendas de todo el clima que se ha montado a su alrededor. A pesar de todo esto, sobra decir que los que juegan y tienen la responsabilidad de lo que sucede en el terreno de juego son los jugadores, esos mismos que el curso pasado deleitaron en muchísimos campos de España y Europa y que, este año, parecen no ser ni la sombra de lo que fueron meses atrás. El motivo puede ser desconocido o doloroso, depende de dónde se postule cada uno. Pero la verdad es que lo que más me ha sorprendido y más repulsión me causa es ese sector de la afición que prima el odio en lugar del sentimiento rojiblanco, que prefiere satisfacer su necesidad de increpar antes que apoyar a un equipo que le necesita más que nunca. Se podía esperar cualquier cosa menos esto, jamás la ruptura de la afición, icono y símbolo de este club centenario. San Mamés no se merece ésto en el año de su despedida.

Por todo ello, es necesario tomar decisiones. Puede que no sepamos la receta de la tranquilidad, supongo que cada uno tendrá la suya. Lo que está claro es una cosa: la tontería de Urrutia de mantener a Llorente en un club en el que no quiere estar nos ha costado ya demasiado cara. Debe salir en Enero o quedarse en casa, puesto que, además de no aportar, cierto sector de la grada ha decidido focalizar sus esfuerzos en destruir en lugar de recomponer, muy a mi pesar. Otros cambios también se deben producir, no sé si en los planteamientos, en el factor motivacional o en el mismo banquillo, pero lo cierto es que hay ciertos créditos que comienzan a terminarse. Ahora toca esperar a que los Iraola, Aurtenetxe, Iturraspe, Susaeta, Herrera, Aduriz y compañía levanten esto para calmar los ánimos, por lo menos durante un tiempo. Toca remontar el vuelo en liga, que es lo que queda, para tratar de darle a San Mamés la despedida liguera que se merece. Único objetivo.

lunes, 12 de noviembre de 2012

La estabilidad queda más cerca


El Athletic cosechó ayer en San Mamés su segunda victoria consecutiva del campeonato liguero al imponerse al Sevilla por dos goles a uno. Lejos queda abril, fecha en la que el conjunto de Bielsa venció dos partidos seguidos por última vez (ante Mallorca y Racing de Santander). En esta ocasión lo logró frente a un Sevilla sin un patrón de juego definido y en el que sólo la electricidad de Navas y algún destello de Baba merecen mención. Los rojiblancos, que tuvieron que remar contracorriente tras la expulsión de Herrera, pudieron sacar, sin exención de sufrimiento, tres valiosos puntos que les sitúan en la mitad de la clasificación.

Comenzó el conjunto local con decisión y en el primer minuto de encuentro casi se topa con el primer tanto gracias a un error de Spahic. Sin embargo, Aduriz, con la pólvora mojada durante el día de hoy, lanzaría por encima de la portería. Pero Aurtenetxe no quería ser menos y su infantil error en el despeje a punto estuvo de suponer el tanto de Navas, que cruzó en exceso. Tendría otra oportunidad Aduriz con todo de cara tras excelente dejada de De Marcos pero su volea se marcharía alta. El Athletic mantenía la posesión y el dominio y solo un gran número de errores de precisión permitirían al Sevilla entrar algo en juego. Pero de imprecisiones iba el choque así que tras un centro lateral de Aurtenetxe llegaba el tanto de Óscar De Marcos. El balón se pasea por delante de una defensa que no acierta en el despeje y el polivalente jugador rojiblanco anotaba colocando el esférico con el interior de la bota. Poco antes del descanso, Iker Muniain, quien debe mejorar considerablemente su actitud en el terreno de juego, se ganó la amarilla por empujar a un rival que, posteriormente, teatralizó en exceso, algo que no disculpa al de la Txantrea. Sobre la bocina llegaba el 2-0 de la mano del recientemente internacional Susaeta, que tras excelente dejada de cabeza de Aduriz conseguía plantarse ante Palop y fusilarle para terminar introduciendo la pelota con mucho suspense. Partido de cara.

El positivo resultado hizo que el Athletic redujera marchas en el segundo periodo. Además, Bielsa colocó a De Marcos en el lateral izquierdo pasando a una defensa de cinco con laterales abiertos para conservar el resultado. Míchel introdujo a Baba que reactivó el ataque y casi consigue marcar de no ser por Iraizoz. El siempre cuestionado guardameta realizó una doble intervención de mucho mérito que arrancó los aplausos de San Mamés. En el 31 de partido Herrera recibía su segunda amarilla por mano y el Athletic se quedaba con 10. Para colmo, un penalty de Iraola por una absurda mano en el área supuso el 2-1 de Negredo desde los once metros. Al Athletic le tocó remar a contracorriente hasta el final ante un público que ejerció de jugador número once y arropó a su equipo para poder sumar los tres puntos y, como destacó Bielsa tras el encuentro, dar un paso hacia la estabilidad.

Fotografía: web oficial del Athletic Club