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miércoles, 11 de diciembre de 2013

Despacito y con buena letra

Ibai renovará tres años su contrato con el Athletic. Esta ha sido la noticia que algunos medios han publicado en el día de hoy. De esta forma, en pocos días se producirá, por lo menos según parece, la última de las renovaciones de jugadores que terminaban contrato en junio de 2014. A corto plazo, dos jugadores de club, veteranos y curtidos en mil batallas, aportando una demostrada experiencia y demostrando que todavía existe ese amor eterno a unos colores. En el otro lado y a largo plazo, un jugador joven, con una gran progresión en los últimos años y del que todavía se espera mucho en Bilbao. En un horizonte próximo, un jugador en esta línea pero mucho más capital que Ibai es con el que se busca cerrar un acuerdo. Iker Muniain debe ser el próximo. 

La cuestión de las renovaciones es un fenómeno del cual se habla con respeto en el entorno rojiblanco tras lo sucedido la temporada pasada con Fernando Amorebieta y Fernando Llorente. En el caso del primero, una negociación que duró hasta el último momento y que terminó con una retirada por parte del club ante las excesivas pretensiones del central. La cosa acabó con el venezolano en el Fulham, club inglés de menor caché. No obstante, la historia más dramática llegó de la mano del segundo. Tras un tira y afloja que venía desde hace más tiempo del que parece, el jugador comunicó al presidente que no iba a renovar, haciendo públicos posteriormente unos motivos que apuntaban al mal trato recibido por la prensa local. Urrutia, buscando ejemplificar a los que vienen por detrás, no vendió y mantuvo al riojano toda la temporada en el club, situación que produjo una de las mayores inestabilidades que se recuerdan. Ahora el jugador se encuentra en Turín marcando goles, pero eso ya es otra historia. 

Antes del torrente de acuerdos, parecía más que evidente que Carlos Gurpegui y Andoni Iraola terminarían renovando. Su edad, el hecho de no haber otros clubes tras sus pasos y su larga carrera desde categorías inferiores en el club eran sus mejores avales. Sin embargo, la situación no era tan clara con Ibai Gómez. El de Santutxu posee una de las fichas más modestas de la plantilla y, por lo que se comenta en cada vez más círculos, hay más de tres y cuatro equipos no del montón tras su pista. La mejor carta de Urrutia está en el sentimiento de pertenencia al Athletic que posee el extremo desde niño. Por lo visto, parece que la oferta rojiblanca ha convencido finalmente a Ibai. Veremos si estas informaciones son ciertas y, de ser así, como queda todo.

Por delante queda el caso Muniain, un jugador fundamental en el horizonte del Athletic. Cantos de sirena no van a faltar, más aún cuando su rendimiento está mejorando notablemente con el paso de los partidos. Habrá que ver cuando comienza a abordar Urrutia su renovación. Visto lo visto, es necesario hacer un llamado a la paciencia. El club ha trabajado de forma silenciosa pero también efectiva. Ejemplo de ésto son los acuerdos con Gurpegui, Iraola y el que parece que va a llegar en breve con Ibai. Urrutia, como ya ha señalado en otras ocasiones, comunicará novedades cuando éstas se hayan producido. Hasta entonces toca esperar. En silencio han llegado las firmas de los capitanes. Confiemos en que éste largo silencio termine también en el sello con Muniain.

martes, 1 de octubre de 2013

Nada que hacer a domicilio


Si frente al Espanyol en Cornellá la estadística y los datos no nos eran favorables, contra el Granada en Los Cármenes sucedía todo lo contrario. En los últimos tres enfrentamientos, el conjunto nazarí no había sido capaz de derrotar al Athletic. Sumaban tres derrotas en feudo propio esta temporada sin conseguir anotar un solo tanto. Además, en el apartado individual, Aduriz podía luchar por terminar con su notable sequía goleadora frente a un conjunto al que el año pasado marcó tres goles, dos precisamente en Granada. Todo parecía favorable para terminar la jornada en puestos de Liga de Campeones. Sin embargo, si algo tiene el Athletic estos últimos años es miedo al momento de dar un paso al frente. Si ya hablamos del Athletic de este año de lo que tenemos que hablar es del tremendo cambio de juego que tiene el equipo cuando juega como visitante. Frente el Madrid podía decirse que estaba cantado, contra el Espanyol supuso un serio varapalo, pero cuando realmente han saltado las alarmas es con la derrota en Granada. La semana de los nueve puntos acaba con tres en el casillero. Triste pero cierto.

Si algo se está viendo en las últimas semanas es que el equipo de Valverde tiene un planteamiento muy claro cuando juega en San Mamés. Busca tener el dominio del juego a través de posesión, ser vertical y profundos y tener muchas ocasiones que puedan plasmarse en goles. Un juego que gusta, como se pudo apreciar frente al Betis. Sin embargo, en cuanto el equipo se aleja de Bilbao, propone un juego muy conservador, simplón y muy poco ambicioso. Pero lo peor de todo no es esta descripción, puesto que hay equipos que, con ella, logran puntos. La cuestión es que no hay ningún tipo de intensidad, carecemos de alma. Así han llegado los repasos de Espanyol y, sobre todo, de Granada, partido en el que el equipo cuajó una actuación lamentable llegando a errar hasta 100 pases (el 24% de ellos). Puede ser que haciéndose fuerte en casa sirva para sumar un gran número de puntos e, incluso, para lograr una posición interesante, pero no concibo que un equipo pueda sufrir semejante transformación cuando cambia de estadio. Es importante que tu casa sea un fortín, pero no a costa de renunciar a cualquier resultado positivo fuera. La mentalidad ganadora hay que tenerla en cada campo, cada semana.

Respecto al equipo, afirmaba Valverde en la previa que pusiera a quien pusiera no se iba a equivocar. El míster ha estado probando y probando, haciendo cambios partido tras partido. Sin embargo, la buena actuación ante el Betis pudo convencerle de que había dado con la tecla. Tras lo visto en Granada, nada más lejos de la realidad. En mi opinión, el centro del campo que forman Mikel Rico, Beñat y Ander Herrera es el que se podría denominar de gala, por lo menos sobre el papel. Digo ésto porque el nivel que está mostrando Herrera desde el inicio de temporada dista mucho de lo que ha demostrado que puede ofrecer. Es cierto que juega en una nueva posición, pero no es lo suficientemente distinta como para que suponga una excusa. Y todo ésto con un De Marcos pichichi desde el banquillo y que puede aportar mucho desde la mediapunta, aunque quizá también pueda hacerlo como falso nueve. Esta opción no me parece para nada descartable visto el flojísimo rendimiento que está mostrando Aduriz en las últimas jornadas. Al punta se le ve bastante lento, torpe y fallón. Eso sumado a la lesión de Kike Sola y a la inoperancia de un Toquero totalmente carente de ritmo y capacidad para ser nueve, hace que los problemas en la delantera sean un aspecto a analizar con profundidad. 

Pero no hay que quedarse ahí, pues el mayor problema que tiene desde hace mucho tiempo el Athletic está en su línea defensiva. Varias cosas ha probado Valverde y nada ha dado resultado para dotarla de solidez. Para colmo, el técnico lleva unos partidos con unas ideas fijas que no están aportando nada bueno sino todo lo contrario. Me refiero, por supuesto, a la ubicación de Laporte como lateral izquierdo. Nadie duda que el chaval tiene unas condiciones y potencial enorme para ser un gran central. De hecho, ya lo ha demostrado con grandes actuaciones en varios partidos. Pero, por favor, absolutamente nada parecido cuando actúa como lateral. No es su posición y eso se nota partido tras partido. El Betis no dudó en atacar el jueves por el costado izquierdo constantemente y, el lunes, Pereira hizo más de lo mismo para que su equipo profundizara por el costado del defensor francés. Este aspecto, el más notable, no hace olvidar el pésimo rendimiento que está ofreciendo Iraola, la ausencia absoluta de contundencia de un San José que, si bien posee un juego aéreo muy a destacar a balón parado, puede ser uno de los defensas más blandos que han pisado San Mamés, y la titularidad de un Gurpegui lento y que no es central, a pesar de que cumpla gracias a su capacidad de colocación. Mientras tanto, Jonas Ramalho en Girona, los dos laterales izquierdos lesionados y Etxeita, que el año pasado pudo ser el mejor defensor de Segunda División, sin contar para el entrenador. Además, si lo que quería corregirse era la sangría de goles que se reciben, en siete partidos ya hemos encajado doce... Mucho, pero que mucho que trabajar.

Fotografía: Web oficial Athletic Club

martes, 17 de septiembre de 2013

Al fin hubo fiesta en San Mamés


No pudo ser en el último partido oficial y tampoco en el partido de despedida del viejo y mítico San Mamés. Se ve que la cosa no iba de despedidas sino de bienvenidas. La cita emocional fue por fin fiesta en el primer partido en el nuevo y renovado San Mamés. No fue un camino de rosas, pues en frente estaba un Celta que, a pesar de estar en construcción, tiene bastante fútbol en sus botas. De hecho, el primer gol de la historia del estadio no estará en los libros de historia marcado como rojiblanco. Sin embargo y aunque parezca paradójico, fueron los veteranos los que salieron al rescate del equipo en el primer día de los nuevos tiempos del club. Gracias a ellos, por fin San Mamés tuvo su fiesta.

Los jugadores rojiblancos salieron muy enchufados, con sus mejores trajes de gala para la destacada cita. En pocos minutos ya habían tenido varias ocasiones y hasta hubo tiempo para pedir una mano dentro del área en un lanzamiento de falta de Beñat. Sin embargo, pronto llegó un golpe muy duro, más para la historia que para el propio equipo. Mucho se había hablado estos días de quién sería el primer jugador en anotar el primer tanto de la historia del nuevo San Mamés. Pues el goleador fue celeste, concretamente Charles. Rafinha se aprovechó de un gran error de Erik Morán en la salida de balón siendo último hombre. Puso la directa hacia la portería del Athletic y cedió al punta brasileño para que definiera ante Herrerín. Tantas vueltas para acabar así. Menos mal que poco tardaron los leones en poner el empate en el marcador. Una falta lateral servida por Beñat fue aprovechada por San José, que perforó la red con la zurda después de un mal rechace. El central, que a pesar de su juventud suma su quinta temporada en el equipo, sacó a relucir su olfato de gol para entrar en la historia como el primer goleador rojiblanco de la historia del nuevo San Mamés. Algo es algo.

Los de Valverde seguían dominando pero fue el Celta quien tuvo las ocasiones más claras. Primero Herrerín cometió penalty sobre Nolito en una contra muy bien llevada por el equipo de Luis Enrique. Por suerte, Charles envió el balón a la gran lona provisional que se sitúa en el fondo que queda sin construir. La segunda, también del ex del Almería, un mano a mano que se fue fuera por muy poco. Poco más antes de que el colegiado decretara el fin de la primera parte. A destacar, la solvencia y carácter en el lateral izquierdo de un Aymeric Laporte que cada día va a más.

Quince minutos pasaron desde la vuelta de vestuarios para ver la primera de las perlas del día. Tras una serie de combinaciones, Iraola le dio un balón defectuoso a Muniain que el navarro consiguió controlar y aguantar para terminar cediendo de magistral tacón al mismo lateral que lo había doblado. El veterano defensor, que atraviesa un momento bastante malo, se disfrazó de 9 y de toque sutil ajustó el balón cercano al palo dándole la vuelta al marcador. Preciosa asistencia y magnífica definición. Pero el equipo quería más y, tan solo siete minutos después, un buen balón largo de San José sirvió para que Beñat pusiera la directa solo hacia la portería celtiña y, tras un regate sutil, definiera con zurda a la derecha de Yoel. Otra gran perla para que la fiesta continuara. 

Pero este Athletic no quiere privar a su afición de emoción y, once minutos después, Iago Herrerín protagonizó la pifia del día saliendo muy mal a un centro lateral relativamente fácil, situación que aprovecho la joven promesa celeste, Santi Mina, para acortar distancias. Un serio golpe para un portero que se está haciendo un hueco en el once rojiblanco y que no le debe impedir seguir trabajando duro para que no se vuelva a cometer. Al final, gracias al buen hacer de hombres como Gurpegui, que estuvo soberbio en defensa, el equipo consiguió que el Celta no se acercara más a la portería local. De hecho, los locales estuvieron a punto de aumentar la diferencia gracias a De Marcos y Aduriz pero, finalmente, el resultado no se movió.

San Mamés por fin tuvo su fiesta, una celebración que la afición adornó con sonoros cánticos pasando por grandes ovaciones, especialmente la dedicada a Ander Herrera cuando fue sustituido. El primer día del nuevo estadio fue grande gracias a veteranos de guerra como Gurpegui o Iraola y también gracias a otros como Muniain o San José que, a pesar de su juventud, hace tiempo que dejaron de ser nóveles. En lo deportivo, 9 puntos de 12 y mucho margen de mejora de cara al futuro. En lo emocional, una gran fiesta que será la primera de muchas. 

Fotografía: Eurosport 

lunes, 22 de abril de 2013

Un punto que sabe a poco

Llorente fue titular y anotó el tanto del empate
Mucho ruido y pocas nueces. De esta forma se puede describir la actuación del Athletic en el encuentro que le midió ayer al Deportivo de la Coruña en Riazor. El conjunto rojiblanco dominó totalmente al rival, se hartó de llegar combinando y profundizando pero, finalmente, falló como una escopeta de feria. Por contra, el Deportivo marcó en la primera clave que tuvo. Por suerte, Llorente, de nuevo titular, empató antes del descanso. El marcador ya no se movería en un segundo tiempo en el que continuó avasallando al equipo de Fernando Vázquez hasta que Iturraspe fue polémicamente expulsado a diez minutos del final. Al final, un punto con sabor amargo porque perfectamente pudo conseguirse una victoria holgada. El detalle positivo es que se mantienen las distancias clasificatorias con el Deportivo.

El Athletic saltó al campo con un equipo más similar al del año pasado en cuanto a piezas se refiere. Respecto a los sancionados, Gurpegui y De Marcos regresaban al once pero Laporte no pudo llegar en perfectas condiciones y todo parece indicar que Aduriz tampoco. Por lo tanto, Aurtenetxe se situaba en el lateral izquierdo por segunda jornada consecutiva. En la contención, Bielsa se decantó por Iturraspe en lugar de San José, lo que refleja que buscaba potenciar la salida de balón frente a la solidez defensiva. Muniain, que va mejorando su rendimiento, regresaba al extremo izquierdo dejando a Ibai en el banquillo. Por su parte, el técnico argentino volvía a situar a Fernando Llorente como referencia en el ataque una semana más. El Deportivo, por su parte, sufría las bajas de Carlos Marchena en defensa y Abel Aguilar en el centro del campo. Sin embargo, el mayor aval de los gallegos era la gran racha de cuatro victorias consecutivas y la eficacia de sus hombres de arriba, además del gran ambiente que presentaba Riazor.

No obstante, cinco minutos de partido tardó la parroquia blanquiazul en enfriarse, el tiempo que tardaron los bilbainos en hacerse con el control total y absoluto del partido. Los rojiblancos acumularon la posesión y recuperaron uno de los mayores puntales del Athletic de Bielsa, las triangulaciones de la banda derecha. El trío Iraola-Susaeta-De Marcos trajó al Deportivo por la calle de la amargura. El lateral de Usurbil ofreció una de sus mejores versiones apareciendo constantemente en ataque, De Marcos rompió con constantes desmarques a la espalda de la zaga gallega y Susaeta se movió constantemente tanto por la línea de cal como por el resto del frente del ataque. Las múltiples combinaciones de los tres jugadores, a los que ocasionalmente se unía Ander Herrera, provocó más de una decena de llegadas. Cualquiera podía aparecer en cualquier momento por todo el sector derecho y llegar a línea de fondo. Gran noticia, si no hubiese sido por el afán que tiene este equipo por errar todas las ocasiones de las que dispone. La capacidad de tomar practicamente siempre la opción equivocada en el momento decisivo y tras haber trenzado la jugada más elaborada es el pan de cada día del conjunto de Marcelo Bielsa. 

Aunque la parte derecha fue la principal baza de los rojiblancos, la primera ocasión visitante llegó por la banda izquierda en un gran desplazamiento en largo a la espalda de los centrales que Herrera no pudo ceder con precisión para que Susaeta empujara libre de marca. Otro excelente pase en profundidad del menudo extremo navarro no pudo ser aprovechado por un Susaeta que se quedaba solo frente a Aranzubia pero que no llegó por poco. Hasta pudo anotar el navarro aprovechando un centro de Óscar de Marcos desde la derecha. Buenos detalles de un Iker Muniain que es vital para que el Athletic recupere el desequilibrio por banda izquierda. Antes, Llorente, mucho más inspirado que en pasadas comparecencias, pudo adelantar a los rojiblancos en dos ocasiones. En el minuto 12 aprovechandose de un buen pase de De Marcos, protegiendo el esférico con el cuerpo y, finalmente, disparando alto desviado por un defensor, aunque el árbitro dio saque de puerta. La segunda en el 16 aprovechándose de un flojo centro de Susaeta que el riojano terminó cabeceando alto. Más adelante, en el 32, también consiguió conectar un disparo en un intento de chilena a pase de De Marcos que se fue a la izquierda de Aranzubia. El Athletic dominaba y llegaba con muchos hombres al ataque pero con nula efectividad de cara a puerta.

Pero si por algo se caracteriza este equipo es por no seguir ningún guión establecido y romper todas las predicciones. Así, en la única concesión debida a una pérdida de balón en el centro del campo y un intento de recuperación algo flojo, llegó el tanto del Deportivo. Bruno Gama se encargó, desde la frontal del área, de poner el balón en la escuadra de la portería de Iraizoz. La primera llegada de los de Vázquez y gol en contra y ésto si es una constante en el Athletic. Por suerte, el conjunto vasco no se amilanó y continuó con su empeño de perforar la portería rival, algo que consiguió justo antes del descanso. Muniain partiendo desde la izquierda atrajo a tres rivales y descargó para un Iraola que subía solo. Desde una posición más centrada de la habitual, colgó el balón para que Fernando Llorente cabeceara a la red. Segundo gol de la temporada para el cuestionado delantero. Momento perfecto para anotar el tanto del empate, justo antes del descanso. Golpe de efecto para comenzar la segunda parte con ilusiones renovadas. 

La segunda mitad arrancó sin cambios y pronto llegaría la polémica cuando en un centro desde banda derecha Aythami agarró descaradamente a Llorente dentro del área. Sin embargo, Pérez Montero no vio nada de nada, como suele ocurrir en la mayoría de las ocasiones con el delantero de Rincón de Soto. En el 19 volvió a probar fortuna Muniain pero su disparo no encontró el efecto deseado y se marchó a la derecha de la portería de Dani Aranzubia. Otra oportunidad desperdiciada, pero no la única ya que, tan solo cuatro minutos después, llegaría la jugada más rocambolesca del encuentro. Muniain filtró un balón hacia el corazón del área para nadie. Sin embargo, Aythami trató de despejar de chilena entregando el balón a Llorente, que remató al palo. El rechace lo capturó el mismo, recortó a un defensor y su nuevo disparo lo despejó Aranzubia. El tercer despeje cayó en manos de Susaeta, que disparó alto. Jugada digna de aparecer en más de un zapping televisivo. Incomprensible que el balón no acabara en la red. Siete minutos después, Herrera, sin oposición, remataba alto desde dentro del área tras otra buena jugada por banda derecha. Perdonar, perdonar y perdonar, con un Deportivo asustado y encerrado. 

Y llegó entonces el momento de protagonismo para el colegiado Pérez Montero. Aquel que nos señalizara un penalty en contra en el encuentro frente al Rayo Vallecano en San Mamés, habiéndose producido la entrada un metro fuera del área, expulsó a Iturraspe por una entrada en la que toca balón. Ésto no disculpa al centrocampista de Abadiño, que siempre anda a remolque en lo que a defensa se refiere, pero en esta ocasión no debió señalizar la falta y la decisión del arbitro perjudicó seriamente al Athletic. Este hecho provocó la sustitución de Aduriz, que había saltado al verde por Llorente hacía apenas 13 minutos. Bielsa volvía a realizar un sustitución de un jugador que había saltado desde el banquillo, como hiciera con Muniain semanas atrás, si bien en esta ocasión era la mejor opción. Ésto se debe a que el míster argentino decidió hacer un doble cambio, pieza por pieza en el minuto 75, Ibai por Muniain y Aduriz por Llorente. Realmente, el riojano no parecía dar muchas muestras de cansancio a un cuarto de hora del final y su rendimiento estaba siendo positivo. Además, teniendo el encuentro totalmente volcado hacia la portería de Aranzubia, era la oportunidad perfecta para introducir más mordiente arriba. Sin embargo, Bielsa decidió hacer dos cambios de pieza por pieza. Al final, ante la expulsión de Iturraspe, no quedó más remedio que retirar a Aduriz y meter a San José para contener el resultado, aunque el Deportivo ni llegó a portería antes del pitido final. Eso sí, antes le dio tiempo a Pérez Montero para dar otra vez la nota, cuando el público de Riazor tiró un balón al césped habiendo ya uno en juego, Ekiza lo desplazó y el colegiado terminó concediendo falta lateral a favor de los gallegos. Nada más botarla, pitó falta en ataque. De esta manera acabó el partido, ver para creer.

Un punto que sabe a poco se trajo el Athletic de Riazor cuando lo lógico es que hubiese conseguido una victoria holgada, eso si hubiese conseguido ser efectivo en la menos de la mitad de sus oportunidades. Sin embargo, sólo se logró perforar la red en una ocasión de la mano de Llorente, en su mejor partido de la presente temporada. Un resultado como éste, visto el partido, jamás puede ser una buena noticia para el equipo. Por lo menos habrá que quedarse con la intensidad mostrada y el rendimiento de una banda derecha arrolladora. Lamentablemente, o se mejora en la toma de decisiones de la finalización de las jugadas o no se mejorará la frente a la portería contraria. Mientras tanto, un partido menos y ocho puntos sobre el descenso. Una final menos.

Fotografía: Diario Marca (edición digital)

jueves, 11 de abril de 2013

La recomposición del once de Bielsa


Muchos problemas para Marcelo Bielsa de cara a este fin de semana. Al ya siempre complicado reto de enfrentarse a un Real Madrid que, al igual que el Barcelona, está un escalón por encima del resto de clubes de primera, se suma el lastre acumulado tras el encuentro del Pizjuán. Aduriz, Gurpegui y De Marcos tendrán que cumplir un partido de sanción por ciclo de amonestaciones y Laporte tampoco jugará al terminar expulsado. Además, Iraola terminó el partido tocado y hay muchas dudas respecto a su disponibilidad para el domingo. Cuatro bajas, que bien podrían ser cinco, realmente notables para un equipo con una plantilla muy corta. Por tanto, muchos problemas para diseñar un once que pueda ser competitivo contra un Real Madrid que va lanzado en las últimas semanas. Para completar la convocatoria, Bielsa deberá echar mano de algún jugador del Bilbao Athletic, quién sabe si para rellenar convocatoria o para saltar al verde.

Desde la llegada del argentino a Bilbao, los minutos totales de las competiciones disputadas por el equipo han sido administrados entre muy pocos jugadores. No es amigo el técnico de Rosario de hacer rotaciones y, de esta forma, el equipo suele tener un once definido más dos o tres jugadores que suelen ser los que entran desde el banquillo o sustituyen a algún lesionado o sancionado. Si quitamos a Iraizoz, que lo juega todo, tenemos a De Marcos, Iraola, Susaeta y Aduriz como hombres que superan los 2.000 minutos competidos. Dos no estarán frente al equipo de Mourinho e Iraola es duda. Por otro lado, nueve jugadores se sitúan entre los 1.000 y los 2.000 minutos. Herrera, Iturraspe, Muniain, San José, Ibai Gómez, Ekiza, Gurpegui, Aurtenetxe y Laporte completan este grupo. Gurpegui, central titular, no estará el domingo y Laporte, que subió al equipo de forma bastante prematura para hacerse un hueco como central y, últimamente, como lateral, también será baja. Y en un tercer escalón se sitúan jugadores franquicia el año pasado y que éste no llegan a los 1.000 minutos disputados. Son los casos de Llorente y Amorebieta, ambos totalmente fuera del equipo tras sus polémicos casos de renovación. Mención especial merece el caso de Toquero que, si bien el pasado curso no era titular, era el jugador número doce para Marcelo Bielsa. Este año, solo ha disputado 163 minutos, distribuidos en trece encuentros, solo uno como titular. 

Misma gestión de la plantilla pero muchos cambios en ella de un año a otro. Además de la más que notable marcha de Javi Martínez, que ha abierto un enorme boquete la defensa del equipo, los casos extradeportivos de Llorente y Amorebieta les han dejado prácticamente fuera del equipo. Además, otros jugadores como Aurtenetxe o Iturraspe, vitales durante la temporada pasada, han rendido muy por debajo de sus posibilidades. El lateral de Amorebieta ha cuajado actuaciones muy flojas y plagadas de errores desde su renovación y los problemas físicos que ha sufrido a lo largo del año también han ayudado a que Aurtenetxe haya desaparecido absolutamente de los onces de Bielsa. Por su lado, se podría decir que, dejando a parte las surrealistas situaciones de Amorebieta y Llorente, Iturraspe está siendo el peor parado en este fatídico año. De ser titular indiscutible, pasó al banquillo en detrimento de San José debido a un flojo rendimiento en las primeras jornadas y a la inestabilidad defensiva que llevó a colocar a un central en el puesto de contención. Sus constantes pérdidas de balón y las tarjetas que se ha ganado al recuperarlos con falta automáticamente después reflejan que el centrocampista de Abadiño es la viva imagen de la desesperación. En definitiva, si el Athletic 2011/2012 que maravilló a Europa se componía de Iraizoz, Iraola, Javi Martínez, Amorebieta, Aurtenetxe, Iturraspe, Herrera, De Marcos, Muniain, Susaeta y Llorente, cinco de estos once miembros se han caído de la alineación, con lo que ello supone para una plantilla muy escasa

Las piezas han encontrado sustitutos. Hombres como Ekiza, Gurpegui o Laporte han ocupado el centro de la defensa para tapar los huecos de los dos zagueros internacionales. Aduriz ha hecho olvidar a Llorente con sus goles y San José ha ocupado el puesto de Iturraspe en un intento por tratar de terminar con la sangría defensiva. Incluso desde hace tiempo Ibai Gómez ha ocupado la banda izquierda de un Muniain que atraviesa el peor año de su carrera en el primer equipo. Este domingo, ante las cuatro bajas por sanción y la más que posible de Iraola por lesión, el equipo tendrá que volver a encontrar sustitutos. Bajas en tres puestos de la defensa, en uno del centro del campo y en la delantera. Por tanto, será la oportunidad para hombres como Iturraspe o Aurtenetxe, que quieren recuperar sensaciones perdidas. Muniain quiere seguir acumulando minutos para convencer a Bielsa y Llorente volverá a ser titular en San Mamés y, si no juega Iraola, ejercerá de capitán ante una afición que lleva contra él toda la temporada. Puede ser un buen momento para recuperar el último triunfo ante los blancos, que fue en San Mamés y con un tanto del ariete de Rincón de Soto. Nada gustaría más a la parroquia rojiblanca que revivir ese momento. En conclusión, será la oportunidad para aquellos que no suelen entrar en los planes del "Loco", los Iturraspe, Aurtenetxe, Llorente o Ramalho. Incluso Castillo tiene posibilidades de ser el lateral izquierdo si el entrenador se decanta por situar a Aurtenetxe de central. Además, la convocatoria la completarán cachorros como Aketxe, Morán o Saborit, que podrían tener minutos. 

Veremos de qué forma decide Bielsa recomponer la alineación para enfrentarse al siempre poderoso Real Madrid de los Cristiano, Ozil, Higüain o Xabi Alonso. Muy complicado se ha vuelto el reto con la complicación de las bajas rojiblancas. Aunque, en realidad, recomponer el once será lo más fácil que tendrá que hacer el Athletic, luego tendrá buscar lograr un resultado positivo, eso sí que es un reto.

Fotografía: Deia (edición digital)

martes, 9 de abril de 2013

Una tranquilidad que no llega


Una derrota, cuatro bajas y una cara de tontos para enmarcar. Este pack fue el que se trajo el Athletic de su visita al Ramón Sánchez Pizjuán en el partido que cerraba la jornada liguera de este fin de semana. En lo que fue un partido de lado a lado del campo conducido más por las imprecisiones que por lo que en principio pueda parecer, se terminó imponiendo la puntería. Negredo marcó los dos tantos sevillanos y ofreció un recital de lo que debe ser un 9, algo que Llorente, a quien Bielsa dio la titularidad, lleva tiempo sin ser. Hubo oportunidades para que el conjunto rojiblanco se llevase los tres puntos pero no hubo atrevimiento cuando había que dar un paso adelante. Al final, tanto sevillista sobre la bocina y oportunidad perdida. Suerte que los equipos de abajo no ganaron. A pesar de ello las preocupaciones continúan.

El Athletic regresaba a la defensa de cuatro frente al Sevilla situando a Laporte en el lateral izquierdo y quedando Ekiza y Gurpegui como centrales. Muniain regresaba a la titularidad en el extremo izquierdo y Llorente entraba en el once por un Aduriz mermado durante toda la semana. Sin embargo, no había dado apenas tiempo a comentar nada de ésto cuando llegó el tanto del Sevilla. Una falta innecesaria de Gurpegui, probablemente el único error que cometió ayer, fue botada por Rakitic con gran maestría y defendida fatal por el Athletic como acostumbra esta temporada. Hasta tres jugadores del conjunto hispalense pudieron rematar solos en el área pequeña en una falta frontal. Finalmente fue Negredo quien cabeceó a la red en otra acción a balón parado defendida catastróficamente por el equipo de Marcelo Bielsa. Increíble lo que ha sido este equipo y lo que es en lo que a juego aéreo se refiere, verdaderamente increíble.

Poco después pudo sentenciar Reyes tras un resbalón de Iraola, otro más. Afortunadamente para el Athletic, el remate del hispalense fue rematadamente malo. El conjunto zurigorri, un día más, estaba totalmente perdido y fuera del partido. Problemas en la salida de balón, múltiples imprecisiones en el pase y entregas al rival, ausencia de apoyos y errores absolutos en la toma de decisiones. Los errores que el equipo lleva cometiendo durante toda la temporada siguen sucediéndose encuentro tras encuentro y Bielsa sigue sin dar con la solución. El rosarino es un auténtico experto detectando los errores del equipo pero es incapaz de solucionarlos. Mientras tanto, tímidas llegadas de los leones que finalizaban con Llorente haciendo mil regates innecesarios en lugar de disparar sin oposición o con Herrera haciendo un taconazo incomprensible y regalando una contra al rival con todo el equipo en área contraria. El talentoso centrocampista es un jugador superlativo para el Athletic pero el exceso de estas frivolidades ponen en riesgo al equipo en exceso. Al igual que Ibai, cuyo golpeo de exterior es un gran recurso pero que se convierte en innecesario en muchas ocasiones. Hay que centrarse en ser efectivos y hacerlo fácil, que el equipo no va sobrado precisamente.

El segundo tiempo comenzó con el ingreso en el campo de Aduriz e Iturraspe por Llorente y San José. El de Rincón de Soto no aprovechó su titularidad y acusó la falta total de un ritmo que ya le costaba coger de por sí cuando jugaba regularmente. Su sustituto y el delantero titular del Athletic, Aduriz, tampoco mejoró mucho la delantera y estuvo más metido en peleas que cualquier otra cosa. Pero quien merece una mención especial  es Ander Iturraspe. El espigado centrocampista, faro del centro del campo la temporada pasada, está cuajando una temporada para el olvido. La fragilidad defensiva del equipo ha llevado a Bielsa a situar a San José en su posición y eso le ha llevado a apenas jugar desde hace mucho tiempo. Para colmo, cuando ingresa en el verde, hace cosas como ayer. Con todo el juego de cara, puesto que es el centrocampista más atrasado, regala el balón al contrario y se ve obligado a cometer  una falta para recuperar el balón ganándose una tarjeta. Iturraspe es la viva imagen de la desesperación. Sin duda, uno de los jugadores a los que más daño está haciendo esta temporada para el olvido.

A los diez minutos de la segunda parte, una precisa falta botada por Ibai Gómez era peinada por Gurpegui para establecer el empate en el marcador. El central reconvertido veía premiado, de esta forma, su mejor partido de la temporada. El equipo mejoró sensaciones según avanzaba la segunda mitad. Sin embargo, con la expulsión por doble amarilla de Fernando Navarro y la ocasión perfecta para tomar el control absoluto del partido, el Athletic pisó el freno, algo incomprensible y que desesperó a todos los athleticzales. Para colmo, Aymeric Laporte, una vez más compareciendo en el lateral izquierdo por las circunstancias, se iba a los vestuarios antes de tiempo por ganarse dos amarillas estúpidas e innecesarias en dos minutos. La segunda expulsión del joven talento francés en 15 partidos empañaba su más que aceptable encuentro. Un error que demuestra que, por mucho que pueda parecer, es un chico de 18 años al que le queda mucho por aprender.

Y en una de estas idas y venidas, el Sevilla aprovechó que el conjunto rojiblanco no suele finalizar sus jugadas para meter la directa con una contra y finiquitar el partido de la mano de Negredo. Minuto 87 y cara de tonto para toda la parroquia rojiblanca que veía como las posibilidades de sumar se iban y se certificaban con el pitido final. El Sevilla pudo derrotar al Athletic sencillamente agarrándose al poderío de Kondogbia, el talento de Rakitic y la pegada de Negredo, todo ello sin el insustituible Jesús Navas. Mientras tanto, el equipo bilbaino sigue sin certificar el objetivo y renuncia a la tranquilidad una semana más, y pueden ser dos, ya que De Marcos, Gurpegui, Aduriz y Laporte no podrán jugar frente al Real Madrid por sanción. Además, Iraola terminó tocado el encuentro y también podría ser baja. Algunos verán la noticia como mala por la pérdida de efectivos inmediatos, otros pensarán que mejor que estén limpios contra el Deportivo dentro de dos semanas. Lo que está claro es que hay que sumar, como las pasadas jornadas, sea como sea. Si no, seguiremos en busca de una tranquilidad que nunca llega.

Fotografía: Deia (edición digital)

domingo, 3 de marzo de 2013

Clasificación amigo


El Athletic sacó los ansiados tres puntos de su visita al feudo de Osasuna protagonizando, con toda probabilidad, su partido más flojo y pobre de toda la temporada a nivel futbolístico. Faltaron esas posesiones y aluviones de ocasiones que suele tener el conjunto de Bielsa pero no faltaron las imprecisiones, errores y demás aspectos negativos. Aún así, la suerte, la seriedad y un chispazo de Ibai rematado por Susaeta decidieron un partido en el que el retornado Iraizoz fue el mejor de los rojiblancos. Tres puntos vitales para dejar atrás esas tres derrotas consecutivas y alejarse del descenso.

En el Reyno de Navarra, el Athletic protagonizó el partido más "Caparrocoso" de la temporada. Se olvidó totalmente de adornos y florituras y se hartó de colgar balones y entregar el peso del partido a un Osasuna que lo asumió sin problemas. De esta forma, por tanto, el equipo bilbaino realizó un primer tiempo realmente pobre en todos los aspectos. Las múltiples imprecisiones en el pase pudieron observarse de manos de San José y Laporte, entregando varios balones a los jugadores rojillos en la salida de balón. Tampoco hubo intensidad en las disputas y siempre estuvieron con una marcha menos que los de Mendilibar. Y es que las ocasiones de Osasuna evidenciaban las ya conocidas carencias defensivas de los rojiblancos. En la primera de Kike Sola hasta cuatro jugadores van a tapar un tiro dejando al punta libre de marca. En el lanzamiento alto de De las Cuevas, Iraola comienza a recular dejando al extremo disparar a placer. A balón parado, la doble ocasión de Oier hablaba por sí sola de lo fácil que es crearle peligro a los leones a balón parado.

No obstante, cuando más apretaba el Osasuna, surgió la figura de Gorka Iraizoz. Marcelo Bielsa había decidido devolverle la titularidad apelando a su veteranía para la situación en la que el equipo se encuentra. Raúl fue de la partida en los dos últimos choques y frente a la Real Sociedad la presión pudo con él. Por tanto, Iraizoz regresaba al once y parece que la suplencia le ha venido bien porque fue el héroe rojiblanco en Pamplona. Detuvo por bajo, de cabezazo a balón parado, de potente disparo y a balón parado tanto tocado como potente. Para pelear en el barro hace falta gente curtida para estas guerras y podría decirse que la experiencia es un grado. 

En ataque, absolutamente nada de nada. Al no triangular ni gozar de posesión, se rifaron una gran cantidad de balones desde la defensa que solían acabar en los pies de Andrés Fernández o en los de la defensa rojilla. Lo único destacable fue un buen centro de Iraola que Aduriz remató incomprensiblemente fuera y una gran cabalgada de Laporte en la que sorteó varios rivales, se plantó en el área contraria y malogró la ocasión con un pase a donde no había nadie. Respecto a Aritz Aduriz, su sequía es uno de los síntomas por los que el Athletic había entrado en esta dinámica negativa y el ariete no consigue romper esta mala racha. Recuerdo cuando hace unos meses los aficionados se preguntaban donde estaríamos si el donostiarra no marcara. Aquí está la respuesta. Se le necesita.

Ya en el segundo tiempo, el Athletic se puso el mono de trabajo, el de pelear en el barro. Se colocó algo mejor en el campo, tampoco mucho, y logró soltar un gran zarpazo que a la postre sería definitivo. El balón llegó desde la derecha a la izquierda pasando por Herrera y llegando a Ibai, quien con un soberbio centro con el exterior mandó el balón al segundo palo para que Susaeta, que ganó la espalda a Damiá, enviara el balón a la red de certero disparo con el interior. Gol celebrado con mucha rabia por parte de cada jugador del Athletic. En un partido lleno de sombras, aportó algo de luz un Ibai que, a día de hoy, está mejor que Muniain. Hasta el final aguantar y aguantar con un segundo tiempo muy trabajado y compacto por parte de los pupilos de Bielsa. Con la entrada del esperado Ekiza, el partido quedó cerrado a expensas de algún acercamiento de Osasuna que, gracias al oficio y a la suerte del Athletic, no traspasó la red. Además, Llorente entró por un Aduriz que se desfondó y el ariete de Rincón de Soto tuvo un par de buenas acciones y trabajó juntando a los centrales. Asistió bien a Ibai y pudo incluso marcar. Buena aportación del riojano.

Con el pitido final, la imagen la aportó la rabia de Ander Herrera en la celebración, un jugador que ya ha tenido que vivir estas batallas con el Zaragoza. El centrocampista generó la piña en el centro del campo de sus compañeros y se espera que este pequeño gran líder guíe al equipo a lograr el objetivo. Toda una lástima que una amarilla le impida estar ante el Valencia el próximo domingo en San Mamés, la próxima final del Athletic. De momento, tres puntos imprescindibles que saben a gloria a pesar del pobre partido realizado en lo futbolístico. Sin embargo, lo necesario a día de hoy es hacer efectivo eso de "clasificación amigo".

Fotografía: Web oficial del Athletic Club

lunes, 25 de febrero de 2013

La película de siempre


El Athletic sigue protagonizando la más agónica película de terror. Las facilidades que se conceden en ambas áreas, caracterizadas por la nula efectividad ofensiva en la propia y los múltiples errores y concesiones en la propia crean un guión aterrador. Además, en la nueva secuencia titulada "El derby", el nuevo actor de reparto Raúl Fernández quiso seguir la estela marcada por su antecesor en el escenario principal de la trama, la portería. Para colmo, rivales directos como Osasuna y Celta se cuelan en la fiesta con sus victorias y hacen que el precipicio del descenso quede más cerca para el conjunto zurigorri. Todos estos detalles hacen que el guión no cambie y continúe provocando la ansiedad y aumentando el temor del aficionado escena tras escena. Es la película rojiblanca.

La Real Sociedad se llevó el derby vasco en San Mamés sin hacer un partidazo ni grandes méritos. Sencillamente aprovechó cada una de los regalos del Athletic en defensa. En el primer tanto, Griezmann gana la espalda a Iraola con una facilidad pasmosa y cabecea ante un Raúl muy indeciso. En el segundo una falta lateral directa al portero no fue blocada por el meta rojiblanco y Agirretxe terminó marcando casi sin querer. Respecto al tercer tanto, San José sale con indecisión de su zona dejando libre el camino a un Carlos Vela que no perdonó y libró de disparo raso la pobre estirada de Raúl. Como puede verse, tres errores propios y encabezados por la figura del meta bilbaino, ninguna novedad. El tema es que en la portería ahora el que está es Raúl Fernández, gran preocupación. El golazo de Ibai no sirvió de nada finalmente, al igual que los otros dos tantos que ha anotado esta campaña en liga.

En el fútbol pueden tenerse unos objetivos iniciales a principio de temporada, pero son los resultados del día a día los que determinan por lo que luchas y el Athletic hace tiempo que dejó de luchar por Europa. Partido tras partido, la lucha por evitar el descenso se va consolidando como el objetivo que el club bilbaino debe afrontar y el mayor problema es que cada vez está más cerca. La idea de que hay tres que son peores empieza a tener de dejar validez y puede ser muy peligrosa para el rojiblanco. Esta jornada Celta y Osasuna sacaron los tres puntos y el Deportivo estuvo a punto de dar la sorpresa ante el Real Madrid. Ahora el descenso está solo a tres puntos el abismo se ve cada vez más cerca. La dinámica es la derrota y no se produce ningún giro para dar la vuelta a la situación, lo que está haciendo que el aparentemente eterno crédito de Marcelo Bielsa empiece a tener fin. El aficionado empieza a comprobar que no hay ningún tipo de plan y que eso está acabando con un equipo que ya no funciona con el inamovible ideal del técnico. Puede que un mal resultado en Pamplona desembocara en su destitución. 

En definitiva, demasiado larga se le está haciendo al espectador este film de terror digno de la gala de los Oscar. Pero esto no es la gala de la alfombra roja, ni siquiera es una película. La situación que atraviesa el Athletic es muy real y necesita cambiar si no se quiere terminar realmente mal. Hay que sacar los tres puntos frente al Osasuna sí o sí. Si no se produjera, creo firmemente que alguno no llegará a la siguiente semana.

Fotografía: Web oficial del Athletic Club

lunes, 4 de febrero de 2013

A seguir creciendo


Dominio del juego, concesiones en defensa, gran despliegue físico y aluvión de ocasiones en ataque aunque muchas no terminan dentro. La tónica que el Athletic tenía la temporada pasada parece que está volviendo a darse en todos sus matices. El viernes contra el Valladolid, el equipo hizo uno de esos horribles arranques de partido para terminar dominando, remontando y casi venciendo. Una nueva ocasión en la que el equipo se sobrepone a un doloroso revés inicial para sumar su quinto punto en tres partidos, dos de ellos fuera de casa. Quedan las sensaciones positivas y se vislumbra una trayectoria ascendente para un equipo que se está reencontrando a sí mismo.

El conjunto de Marcelo Bielsa llegó tarde al encuentro contra el Valladolid, concretamente un cuarto de hora tarde. Para entonces, el conjunto pucelano ya había conseguido perforar la portería en dos ocasiones, y merece la pena analizar los tantos porque hay un factor que se repite. En ambos se produce un pase atrás y llega alguien solo de la segunda línea. ¿Por qué? La defensa del Athletic se queda totalmente en línea dejando libre de marcaje al hombre que llega desde atrás. Dos errores importantes y dos goles en contra para afrontar un partido muy cuesta arriba. Por lo visto, el tema de la línea defensiva es un capitulo sin cerrar.

Sin embargo, el equipo fue cogiendo el tono y se hizo con el dominio del partido, no sin dejar de convertirlo en un correcalles que transforma el partido en una emocionante batalla para el espectador. Sin embargo, el Athletic se encuentra cómodo en esta tesitura y, antes del descanso, De Marcos envió el balón a la red vallisoletana empalmando un buen centro de Susaeta. Quinto tanto para el de Laguardia que está adornando su vuelta al centro del campo con llegada y goles. Ya en el segundo tiempo, Susaeta empataba para los bilbainos al empujar el balón en el segundo palo tras una dejada de Aduriz en un saque de esquina. De esta forma, el extremo derecho anotaba su cuarto tanto en liga. Aritz Aduriz, principal referente ofensivo durante toda la temporada, se quedaría sin marcar, pero grandísimas noticias son los tantos de Susaeta y De Marcos, que repiten en su cita con el gol tras hacerlo la semana pasada. Parece que la segunda línea del ataque empieza a aportar en tareas goleadoras, matiz que hace crecer al equipo exponencialmente

Con el empate, el equipo rojiblanco tuvo la posibilidad de llevarse los tres puntos. Es cierto que el Valladolid también pudo marcar el tercer tanto con las ocasiones de Javi Guerra, tras un pase atrás también, y Omar Ramos, pero el Athletic gozó de más oportunidades para hacerlo. Además del palo de Aritz Aduriz en la primera parte, hubo varias ocasiones tras el empate. Dani Hernández detuvo un tiro raso a De Marcos tras un fantástico pase interior de Herrera. Aurtenetxe mandó el balón rozando el palo de un cabezazo tras saque de esquina de Ibai. Susaeta no consiguió empalmar un balón que llegaba altísimo tras un rechace que lo dejó solo ante el portero y, la última, un lanzamiento raso que le detuvo Dani Hernández a Ibai tras pase del eibartarra. Una tónica que también se repite, muchísimas llegadas a la portería contraria y pocas acaban con la subida del tanto al marcador.

También hubo tiempo para la polémica arbitral, como suele ser común en casi todos los encuentros de la liga española. En la primera mitad, un codazo de Aritz Aduriz mandó a Marc Valiente fuera en camilla. Si bien la acción no fue intencionada, el ariete rojiblanco podría haber visto la cartulina roja perfectamente. No obstante, la cosa se quedó en amarilla. Pero hacia el lado del Athletic también hubo dos acciones discutibles. En la primera mitad un agarrón de Sereno al 20 de los leones pudo ser penalty. La que genera menos dudas es la segunda jugada polémica, una clarísima mano de Jesús Rueda ante un recorte de Iraola que se plantaba solo ante el portero. Pudo no hacerlo intencionadamente el central del Valladolid, pero cortaba una ocasión manifiesta de gol ya que el lateral de Usurbil se plantaba solo ante el meta vallisoletano. Por tanto, en referencia a la actuación arbitral, el Athletic pudo salir más perjudicado que el conjunto de Djukic.

Finalmente, lo que quedo fue un partido de lo más atractivo, con muchas idas y venidas, uno de esos correcalles a los que el Athletic nos tenía acostumbrados la temporada pasada y que empezamos a volver a ver este año. A pesar de unos errores defensivos que lastran bastante, las sensaciones en el juego son positivas, como demuestra la capacidad del equipo para remontar situaciones realmente adversas. En cuanto a puntos, 5 de 9 en una segunda vuelta en la que el equipo parece reencontrarse a sí mismo. Es más, de Valladolid se regresó con un sabor amargo por lo cerca que estuvo la victoria en un campo complicadísimo. No hay que olvidar que el equipo de Djukic es uno de los que mejor fútbol practican de primera y que han cosechado muy buenos resultados en casa. A pesar de ello, un punto que se hará bueno con una victoria ante el Espanyol en San Mamés. A seguir creciendo.

Fotografía: Web oficial del Athletic Club

lunes, 28 de enero de 2013

El león ha despertado


El Athletic evoluciona favorablemente. La terrible enfermedad padecida por el club durante los últimos meses parece que empieza a quedar atrás. La mejora experimentada en la segunda parte contra el Betis se vio reforzada con el soberbio encuentro disputado por el conjunto de Marcelo Bielsa ayer en San Mamés. En frente, un Atlético de Madrid que, sin Falcao, su máxima estrella, le puso muy difíciles las cosas al equipo bilbaino debido a su gran competitividad y su gran carácter llevado en determinados momentos al extremo. Sin embargo, los leones jugaron su mejor partido de la temporada y certificaron que todavía pueden realizar un fútbol similar al de la temporada pasada. Ahuyentaron sus fantasmas precisamente contra el equipo que inició su decadencia en Bucarest, lo que aporta más alicientes para creer que el equipo va para arriba.

El partido comenzó con una presión muy fuerte por parte de un Atlético de Madrid que se entregaba a las acometidas y al físico de Diego Costa y a la profundidad de un Filipe Luis que acaparaba todo el flanco izquierdo. Sin embargo, el Athletic se mostró sólido en defensa y, poco a poco, fue cogiendo el control del partido. San José, que entró en el once en detrimento de Iturraspe, se mostró solvente en la salida de balón, ofreciendo siempre el apoyo y desahogando al equipo, además de aportar mayor estabilidad defensiva al centro del campo. El conjunto de Bielsa acumuló la posesión del balón y efectuó esas grandes triangulaciones por derecha como el pasado año. Llegarón así las primeras oportunidades para Aduriz, De Marcos, Susaeta, con gran intervención de Courtois, y para Herrera, que llevaba la batuta como de costumbre. Por el sector izquierdo, Muniain se mostró más determinante y atrás Iraizoz pudo resarcirse de la semana pasada con una gran parada a un remate a bocajarro de Emre. Llegó el descanso con claro dominio bilbaino.

Y en la segunda mitad se terminó de desatar completamente el Athletic. Tras una oportundad para Susaeta que solventó Curtuois, llegó el tanto de San José a la salida de un córner. El navarro aprovechaba el fallo de marca de Godín para adelantar al conjunto de Bielsa. Tras el gol, el partido fue totalmente de los leones. Por su parte, los jugadores de Simeone comenzaron a emplearse con excesiva dureza, como en la escalofriante entrada del Cebolla Rodríguez a Ekiza que bien pudo lesionarle de gravedad y por la que no vio más que una amarilla. El defensa tuvo que ser sustituido lesionado y en su lugar tuvo que entrar Gurpegui. También Godín debió ver la segunda cartulina amarilla por un manotazo a Aduriz, pero Muñiz Fernández, tan puntilloso normalmente, no quiso ver nada, ni siquiera el clarísimo penalty del Cata al "Zorro". No obstante, el Athletic no iba a achantarse y logró sentenciar el partido después de una espectacular intervención de Gorka Iraizoz a un lanzamiento raso, potente y ajustado al palo de Raúl García. El guardameta se reconciliaba con una grada totalmente entregada a su equipo y alejada de polémicas. Tras ésto, la sentencia. Primero en una jugada que comenzó con un soberbio robo de Laporte y que acabó con Herrera filtrando un exquisito pase entre los centrales para que Susaeta batiera a Curtuois, tanto muy parecido al logrado contra el Betis. Y más adelante logró el tercero con un contraataque perfectamente llevado entre Iraola, Susaeta, Aduriz y De Marcos que terminó enviando a la red este último de violento disparo. Y todavía pudo marcar Susaeta otro tanto antes del final si no fuera por un Curtuois que estuvo inspiradísimo toda la noche a pesar de los tres tantos encajados.

Finalmente se lograron tres ansiados puntos que son la verdadera medicina que el equipo necesita, sensaciones aparte. El conjunto dirigido por Marcelo Bielsa jugó anoche su mejor partido de la temporada ante el segundo clasificado y revelación del campeonato liguero. Un partido con mucho oficio por parte de los leones, que se mostraron sobrios en defensa y con mucha hambre en ataque. En definitiva, dando una imagen que bien recuerda al Athletic de antes de Bucarest. Demasiado tiempo ha durado esta dura enfermedad. El León ha despertado del coma y tiene hambre.


Fotografía: Web oficial del Athletic Club

martes, 22 de enero de 2013

Ilusión y esperanza en el Athletic


Mediocre resultado y grandes sensaciones fueron lo que se trajo el Athletic de su visita al Benito Villamarín, encuentro temido por los athleticzales por las diferentes rachas que atraviesan los dos equipos y que termino dejando un regusto amargo por lo que ninguno de ellos imaginaría. Un encuentro que, en boca de muchos medios, se caracterizó por el acierto de las puntas de lanza de ambos conjuntos. Sin embargo, otros somos de la opinión de que lo que realmente definió el envite fueron las actuaciones de los guardametas. Sea como fuere y a pesar de lograr un punto que sabe a poco, lo que está claro es que el conjunto rojiblanco recuperó sensaciones pasadas justo al inicio de la segunda mitad de la liga. 

44 segundos de partido. Eso fue lo que tardó Gorka Iraizoz en protagonizar la pifia de la jornada, poniéndose en entredicho una semana más y abriendo el eterno debate de la portería zurigorri. Un pase con el exterior de Chica se coló entre una defensa que tampoco colaboró mucho e Iraizoz derribó a Salva Sevilla sin ningún tipo de control. Penalty en el primer minuto de partido que se encargo de transformar en el 1-0 Rubén Castro. 41 de 45 penaltis encajados por el meta navarro desde que defiende la portería del Athletic, duro pero cierto. Marcelo Bielsa sigue confiando en él, de forma incomprensible para muchos, a pesar de las buenas actuaciones cuajadas por Raúl Fernández cuando ha tenido la oportunidad. La situación de fiabilidad  en la que se refugian la mayoría de equipos de primera división gracias a sus porteros no tiene cabida en el equipo bilbaino, que sufre el efecto contrario. Tocaba remar a contracorriente y eso no son buenas expectativas este año.

Se había producido un cambio en el planteamiento del Athletic para este encuentro. El técnico de Rosario decidió incluir a Gurpegui en la medular junto a Iturraspe, formando un doble pivote y dejando a Herrera más liberado. Un cambio del que se esperaba mayor estabilidad defensiva. Sin embargo, Gurpegui e Iturraspe no formaron en una misma línea. El de Andosilla ejerció de contención mientras el espigado centrocampista de Abadiño se situaba en la posición natural de Óscar De Marcos, y no está nada cómodo en esa posición. El mismo planteamiento de siempre con nuevas piezas, una vez más fuera de sitio. Viendo transcurrir los primeros minutos del encuentro, se veía que la fórmula no funcionaba. 

Si el partido parecía difícil antes de empezar, para muchos se transformó en un imposible. No obstante y tras unos primeros 20 minutos de absoluto descontrol y nerviosismo rojiblanco, los pupilos de Bielsa demostraron que nada más lejos de la realidad. Ese equipo que siempre se viene abajo ante la mínima adversidad no compareció ayer en feudo bético. Ante la falta de acierto táctico o técnico, pues el nerviosismo y las imprecisiones imperaban en el juego bilbaino, surgió la voluntad, las ansias de levantarse, ese paso adelante inédito este curso. Gracias a ello, a partir del minuto 25 y con el paso del encuentro, el Athletic fue haciéndose con el choque. Gracias a su empuje se asomaron a la meta verdiblanca. Ander Herrera obligó a lucirse a Adrián, héroe local, tras un gran disparo lejano. De Marcos erró ganando línea de fondo tras pase de un creciente Muniain. Herrera, una vez más, probó fortuna desde lejos con un tiro raso que se marchó cerca del palo e Iturraspe perdonaba tras gran pase hacia atrás de Aduriz. Se comenzaba a combinar pero se perdían ideas con la llegada del equipo al área rival, pero se llegaba, buena noticia.

Pero la mejor noticia llegaría en el minuto 41, un excelente servicio de Ander Herrera entre una despistada defensa bética llegaba a un Aritz Aduriz que se presentó ante Adrián y le batió con un toque sutil. El punta donostiarra sigue haciendo gala de su gran acierto goleador y suma doce tantos esta temporada, igualando su mejor registro en liga (Mallorca 09/10). Por otro lado, Ander Herrera se empieza a establecer como el líder de este Athletic en bajas horas. Al ex del Zaragoza no le tiembla el pulso a la hora de coger protagonismo y será vital para el resurgir del conjunto rojiblanco. Partidos como el de ayer demuestran que es uno de los jugadores con más talento de la liga y que de su mano depende que carbure el cerebro del equipo. El descanso llegó justo en el momento en que más ponía contra las cuerdas el Athletic al conjunto de Pepe Mel.

Con la vuelta de vestuarios y tras unos minutos un poco dubitativos, los chicos de Marcelo Bielsa se enchufaron totalmente al partido. La lesión de Gurpegui dio entrada a Aurtenetxe en el lateral izquierdo y De Marcos pasó al centro del campo, el lugar donde debe estar. De nuevo comparecían en la medular Iturraspe, Herrera y el de Laguardia, ese centro del campo que tantas alegrías brindó a la parroquia zurigorri el curso pasado. Y fue en ese momento cuando el equipo comenzó a desplegar ese juego atrevido y lleno de intensidad que todo el mundo recuerda en Bilbao. Volvieron a darse buenas combinaciones en el sector derecho entre Iraola, Susaeta y De Marcos y Muniain se soltó y se mostró más incisivo, todo ello dirigido por la magnífica batuta del director de orquesta, Ander Herrera. Atrás, Ekiza aportó velocidad y anticipación y Laporte un gran poderío y jerarquía con sus 18 años. Surgió, cuando nadie lo esperaba, el Athletic de Marcelo Bielsa. Posesión, muchas llegadas a la portería contraria y varias ocasiones perdonadas. Volvía el juego loco, volvían a rugir los leones.

Hubo ocasiones claras por parte de los dos bandos, puesto que Jorge Molina se permitió el lujo de fallar primero un remate un poco forzado y después un cabezazo franco. También reclamó el Betis un penalti por mano de Herrera y el Athletic otro por manotazo de Amaya a Muniain, aunque ninguno fue señalizado por Ayza Gámez. A pesar de todo, el conjunto de Marcelo Bielsa era el que ganaba enteros para llevarse los tres puntos. Pero entonces surgió la figura de Adrián, el portero que, tras subir al primer equipo esta temporada, ha sido vital en varios encuentros este curso. Ayer no fue distinto. Detuvo un cabezazo a bocajarro de Aduriz tras buen centro de Susaeta y un mano a mano al eibartarra después de que una exquisita asistencia con el exterior de Ibai. Justo en el descuento, desbarató con el pie una cesión de Aduriz que Iraola iba a empujar a placer a la red. Llegó el final para alivio de los de Pepe Mel y desgracia para los de Bielsa, puesto que si el partido hubiera durado un poco más seguramente hubieran logrado la victoria, algo que impidió Adrián, el portero que salvó a su equipo mientras Gorka condenó al suyo. Finalmente, un punto que sabe a poco pero que no es lo más importante para los leones, ya que dejaron ver que pueden desplegar un fútbol como el del año pasado. No se debe olvidar que lo que hacen falta son puntos y que debe obtenerse un buen resultado ante el Atlético para hacer bueno el conseguido ayer. No obstante, cabe destacar que algo muy importante que todo athleticzale se llevó del Villamarín fue ilusión, ilusión y esperanza.

Fotografía: Diario Marca (edición digital)

miércoles, 16 de enero de 2013

Balance de la primera vuelta del Athletic (2º parte)


Tras la conclusión de la primera parte del campeonato estos son los datos que baraja el Athletic Club: 19 partidos jugados, 6 victorias, 3 empates y 10 derrotas, 23 goles a favor, 39 en contra. 21 puntos que les colocan en el puesto 14º en la clasificación, a 4 puntos del descenso y a 10 de Europa. Estos son los datos que refleja la tabla pero hay muchos más aspectos que merece la pena desgranar si queremos comprender algo más de la situación que atraviesa el club bilbaino. Hay muchos aspectos dignos de análisis.

Bajo rendimiento de jugadores fundamentales

Durante la pasada temporada todos los seguidores rojiblancos disfrutaron de tardes y noches memorables con grandes encuentros, todos ellos protagonizados por los chicos de Bielsa, esos muchachos que desplegaban ese fútbol loco en materia de revoluciones. No solo los campos de la liga española, sino muchos de los mejores estadios de Europa disfrutaron de las carreras de De Marcos, las diabluras de Muniain, la arquitectura de Herrera, el temple de Iturraspe o los constantes movimientos de Susaeta. Sin embargo, muchas de las piezas capitales del sistema del técnico de Rosario no están ofreciendo el nivel esperado esta campaña. De hecho, la mayoría no se han mostrado como otra cosa que sombras de lo que fueron, totalmente carentes de energía e ideas, despoblados de imaginación e intensidad. Merece la pena pararse a analizar el rendimiento de algunos de estos jugadores:

Iker Muniain: Escorado a la banda izquierda pero con un gran protagonismo debido a su movilidad por toda la línea de tres cuartos, se podría decir que fue el Iniesta del Athletic. El pequeño diablo de la Txantrea se erigió como uno de los mejores jugadores de la liga y una de las revelaciones europeas. Esta temporada no se ha visto a ese jugador, ni rastro. Sin vacaciones debido a unas olimpiadas en las que se pudo ver su cara más oscura, el joven extremo se ha mostrado apático, sin chispa, sin esa imaginación que le caracteriza. Pasa por la peor temporada desde que ascendió al primer equipo de la mano de Caparrós. Es más, ha llegado a ser relegado al banquillo en detrimento de Ibai Gómez. No obstante, el Athletic necesita a uno de sus jugadores franquicia para levantar esta situación. Se le espera.

Óscar De Marcos: Las incesantes carreras y incontables kilometrajes realizados por De Marcos el curso pasado tampoco pasaron desapercibidos. El desmarque en ruptura desde la zona de interiores en el esquema de Bielsa lleva su nombre. Llegó a ser tan importante para el técnico rosarino que paliaba cualquier baja en el once recolocándole en el campo y jamás renunciando a su presencia en la titularidad. Este año, sin embargo, las piernas parecen no tener la misma energía. Su derroche físico no encuentra una recompensa final y, desde luego, no es aprovechada por sus virtudes técnicas. Muchos creen que el nivel que mostró el pasado año fue más de lo que podrá volver a dar. Lo que está claro es que puede ofrecer un rendimiento mayor del que está ofreciendo. Al igual que otros, puede necesitar descanso o, sencillamente, banquillo. Tampoco hay que dejar que nadie se vea indiscutible.

Markel Susaeta: En su llegada a Bilbao, Marcelo Bielsa llegó a decirle al eibartarra que confiaba más en él que él mismo, y desde luego que lo hizo. Jugó todos los partidos de la temporada en todas las competiciones, sumando un total de 62 encuentros. Además, el nivel que mostró le hizo dueño absoluto del extremo derecho formando una sociedad letal con Andoni Iraola. Esta temporada ha llegado a debutar con la selección española pero su juego también ha entrado en crisis. Su bajón no es tan notable como en otros casos pero si ha perdido mucha movilidad y explosividad en ataque. El funcionamiento de la banda derecha pasa, en buena medida, por sus botas.

Ander Iturraspe: La otra invención del entrenador argentino. En un sistema tan atrevido en ataque como expuesto en defensa, el centrocampista de Abadiño se estableció en la posición de mediocentro siendo el equilibrio del equipo y haciendo de nexo entre la defensa y el ataque del Athletic. Sin embargo, esta temporada ha llegado a ser sustituido antes del descanso por su bajo rendimiento. La intermitencia de su juego y los problemas físicos le han alejado de la titularidad. Con el paso de los partidos, queda más claro que el equipo necesita la mejor versión de Iturraspe para volver a encontrar un faro al que agarrar su juego de toque. San José ha realizado su candidatura para el puesto y ahora le toca al de Abadiño responder. Su vuelta es muy importante.

Otros casos hay dentro del equipo aunque posean menor relevancia. Iraola, insustituible en el lateral diestro durante los últimos años, se ha visto frenado por los problemas físicos y se espera que vaya recuperando el tono. Aurtenetxe, establecido en el lateral izquierdo el curso pasado, ha ofrecido una muy mala imagen desde su renovación. No obstante, las carencias en este puesto hacen que su vuelta sea vital. Herrera alumbra por momentos pero rápido se contagia del ánimo general del equipo. Incluso Ibai, que este año se ha sumado con muchos galones en su salto al primer equipo, está siendo intermitente y flojo en las coberturas. La situación de Llorente habla por sí sola, al igual que lo empieza a hacer la de Amorebieta. Puede que el nivel de la temporada pasada, construido con unos jugadores determinados que gozaban de un estado de forma y de ánimo que para nada es el actual, no se vuelva a repetir. Lo que está claro es que, visto lo visto, pueden realizarse las cosas mucho mejor de lo que se están haciendo. Las videotecas pueden demostrarlo.

Fotografía: Mundo Deportivo (edición digital)

martes, 15 de enero de 2013

Balance de la primera vuelta del Athletic (1º parte)


Tras la conclusión de la primera parte del campeonato estos son los datos que baraja el Athletic Club: 19 partidos jugados, 6 victorias, 3 empates y 10 derrotas, 23 goles a favor, 39 en contra. 21 puntos que les colocan en el puesto 14º en la clasificación, a 4 puntos del descenso y a 10 de Europa. Estos son los datos que refleja la tabla pero hay muchos más aspectos que merece la pena desgranar si queremos comprender algo más de la situación que atraviesa el club bilbaino. Hay muchos aspectos dignos de análisis.

Crisis del sistema defensivo

El notable bajón, llegado incluso a rozar la desaparición, del juego de ataque del conjunto de Marcelo Bielsa es algo de lo que más ha podido notarse en esta primera mitad de temporada. La esteril e inactiva segunda línea no ha aportado y el equipo se ha mostrado dependiente de Aritz Aduriz y de su gran estado de forma realizador durante estos meses. Sin embargo, lo que ha hecho saltar las alarmas es el catastrófico rendimiento en la parcela defensiva, como muestran los 39 tantos encajados. De esta forma, se iguala el peor registro de la historia en esta parcela, el de la temporada 1948/1949, también con 39 tantos encajados. Desde que existe la competición de 20 equipos, jamás había lucido en el casillero rojiblanco tan bochornoso número.

Buena parte de esta situación la tiene una línea defensiva que se ha mostrado muy débil y concesiva, protagonizando errores de bulto con asiduidad. Comenzando por la portería, el rendimiento de Gorka Iraizoz ha seguido siendo pobre, como el que muestra desde que es león. Sin hacer mucho hincapié en su idilio con los penaltis, habiendo encajado 40 de 44 (91%) desde que llegó a Bilbao, día tras día sigue aportando mucha más inquietud que seguridad. Desde algunas salidas sin sentido a goles encajados desde larguísimas distancias pasando por errores de decisión y ejecución como el del primer tanto encajado frente al Rayo el pasado viernes. Sólo cuando Bielsa empezó a dar minutos a Raúl Fernández en Copa del Rey y cuajó alguna buena actuación, Gorka tuvo buenos partidos carentes de despistes, llegando incluso a erigirse como héroe en la victoria contra el Mallorca. Sin embargo, con la liga como última competición, la amenaza de Raúl parece haberse apagado y, casualmente, han regresado los eternos fantasmas del meta navarro.

Dejando la portería a un lado, la línea defensiva no ha aportado mucha mayor estabilidad o seguridad. Los actuales datos de cifras encajadas no son nada si se visualiza cada uno de los partidos jugados por el equipo. Visto lo visto, la baja de Javi Martínez, que podría definirse como el equilibrio y el líder de este sistema defensivo, ha sido más dolorosa de lo que cualquiera pudiera haber imaginado. Además, los fijos durante la pasada temporada en esta parcela, Amorebieta, Iraola y Aurtenetxe, han tardado en entrar por culpa de sus problemas físicos y, cuando lo han hecho, su rendimiento no ha sido el esperado. Si bien Iraola ha vuelto con mejor pie, no se puede decir lo mismo de los otros dos. Aurtenetxe fue una buena solución, el curso pasado, para un puesto que llevaba años dando muchos problemas. El central reconvertido a lateral realizó un buen año basando su juego en la solidez. Desde su renovación, nada ha vuelto a ser igual y el debate del lateral izquierdo se ha vuelto a abrir. Lo de Amorebieta es más grave aún. Acaparando focos en Bilbao por el tema de una renovación que nunca llega y que hace dudar de sus ganas de continuar, no ha sido ni la sombra del central que se vio la temporada pasada. Además, el tema de su continuidad no beneficia para nada su imagen.

Entre unas cosas y otras, Marcelo Bielsa ha tenido que recurrir a muchos hombres para tratar de dar soluciones al problema de la defensa. Gurpegi, De Marcos, Ramalho o Iraola han pasado por el lateral derecho. En el eje de la zaga han comparecido Gurpegi, Iturraspe, San José, Ekiza, Amorebieta, Ramalho y Laporte. En cuanto al lateral izquierdo, Íñigo Pérez, Castillo, De Marcos y Aurtenetxe han pasado por allí. Muchos jugadores, demasiadas variaciones y, sobre todo, un gran exceso de readaptaciones de futbolistas a puestos que no son los suyos. Conclusión: desbarajuste, ninguna continuidad y escasos resultados. Asimismo, escuece ver tantos movimientos y adaptaciones de piezas que no dan ningún resultado y que jugadores como Mikel Balenziaga o Xabier Etxeita brillen en sus equipos, el primero como dueño del lateral izquierdo del Valladolid y el segundo como pieza fundamental en el eje de la zaga del Elche, líder de 2º. 

Aymeric Laporte ha sido, probablemente, la única buena noticia a nivel defensivo en el Athletic desde que empezó la temporada. El descubrimiento del central francés y su buen rendimiento en sus comparecencias con el primer equipo le llevaron a instalarse en él y a poder vestir el dorsal "4" en su camiseta. Sin embargo, no hay que olvidar que se trata de un jugador en edad juvenil y que no puede ser ese líder que tanto busca esta defensa. Debe ir entrando y aprender de los errores que pueda cometer, como el del día del Levante. Apunta muy buenas maneras y, por lo visto, cuenta mucho para Marcelo Bielsa a corto plazo. Veremos si cuenta con él para el partido del Betis.

Crisis absoluta en el entramado defensivo del sistema del conjunto rojiblanco. Muchas lesiones que han mermado el rendimiento y propiciado demasiados cambios de piezas en una línea que no acostumbra a tenerlos. Para colmo, cada día toma mayor relevancia el tema Amorebieta, que ya deja de ser noticia por su bajísimo rendimiento deportivo y cobra mayor importancia en el plano de fuera de los terrenos de juego. Malas noticias.

Fotografía: www.eitb.com

miércoles, 9 de enero de 2013

La Aduriz-dependencia


El Athletic atraviesa una temporada realmente difícil, de eso no hay duda. Las situaciones extradeportivas son de sobra conocidas y en el terreno del puro fútbol el equipo ya no es que no consiga arrancar, sino que se encuentra en una especie de punto muerto. Los serios problemas que se sufre atrás han provocado una inestabilidad defensiva digna de mención. Lleva encajados la friolera de 37 tantos en lo que va de campeonato, el segundo equipo que más goles recibe por detrás del Deportivo (39 tantos en contra). Con prácticamente el mismo plantel, el curso anterior se habían recibido 19 goles a estas alturas de curso, enorme diferencia. La marcha de Javi Martínez ha debilitado seriamente al equipo pero es imposible que todo el equilibrio defensivo pasara por un jugador. El nivel de los jugadores no es el mismo y eso lo refleja el casillero, pero no solo se muestra en la faceta defensiva. Lo que realmente es reseñable es el bajón del equipo a nivel ofensivo, la mayor de las virtudes del Athletic de Marcelo Bielsa.

Ese conjunto que maravillaba tanto en campos de la liga como por otros míticos de Europa no da señales de vida. Ese juego de presión asfixiante, combinación elaborada, incesantes llegadas y asedio constante se ha perdido en la sombra. Ese fútbol loco se quedó de vacaciones. Todos y cada uno de los jugadores que poblaban el temido ataque rojiblanco no son más que caricaturas de lo que fueron. Muniain, Susaeta, Herrera, Ibai o el mismo Llorente, que todavía sigue en Bilbao, ya no corren con el viento a favor y la mirada clavada en el horizonte. Su ritmo es pobre y sin intensidad. Además, no es que nadie se haya marchado, es que han llegado otros como Aritz Aduriz, algo por lo que hay que dar gracias. Y es que el ariete donostiarra ha tirado de un carro zurigorri que mejor no pensar dónde estaría sin sus tantos

La pobreza atacante del Athletic y su dependencia de Aritz Aduriz son datos totalmente plausibles. El conjunto dirigido por Marcelo Bielsa suma 22 goles a favor en lo que va de liga y la mitad de ellos llevan su firma. El 50% de los tantos del equipo que han servido para sumar 16 de los 21 puntos que el equipo lleva en liga. Las cifras hablan por sí solas. Los otros tantos se los reparten entre cinco jugadores: Susaeta (2), De Marcos (3), Ibai (2), San José (3) y Fernando Llorente (1). Por tanto, se puede afirmar que el  rendimiento de Aduriz está siendo excelente pero los demás miembros de la plantilla no acompañan. Muy diferente era la situación hace un año. En la jornada 18, los leones sumaban 26 tantos anotados divididos entre nada más y nada menos que 14 jugadores: Iturraspe (1), Llorente (6), David López (1), De Marcos (2), Gabilondo (2), Muniain (2), Javi Martínez (1), Toquero (2), Susaeta (2), Ander Herrera (1), Iraola (1), Amorebieta (1) y Aurtenetxe (1). El ariete de Rincón de Soto, único delantero del esquema de Bielsa y referente en ataque, acumulaba 6 tantos, el 23,08 del total. El pasado curso tanto la segunda línea como el resto de la plantilla en general también aportaban una gran cantidad de goles. Las cosas eran muy distintas. 

Es muy posible que no volvamos a ver al Athletic que maravilló la temporada pasada, ese equipo pasó a mejor vida. Sin embargo, tampoco creo que la dinámica vaya a ser tan negativa como lo está siendo. Llegará un momento en el que, encajando algunos resultados positivos, la plantilla adquiera moral como para creerse que pueden desplegar un mayor fútbol del que están haciendo. Hasta entonces, solo queda seguir trabajando y retocar, sobre todo cambiar y mejorar diversos aspectos en un sistema inmovilista por parte del técnico. Ya se ha hablado mucho del aspecto defensivo. Otro muy importante es la faceta goleadora. Que Aduriz no camine solo.

Fotografía: goal.com