No pudo ser en el último partido oficial y tampoco en el partido de despedida del viejo y mítico San Mamés. Se ve que la cosa no iba de despedidas sino de bienvenidas. La cita emocional fue por fin fiesta en el primer partido en el nuevo y renovado San Mamés. No fue un camino de rosas, pues en frente estaba un Celta que, a pesar de estar en construcción, tiene bastante fútbol en sus botas. De hecho, el primer gol de la historia del estadio no estará en los libros de historia marcado como rojiblanco. Sin embargo y aunque parezca paradójico, fueron los veteranos los que salieron al rescate del equipo en el primer día de los nuevos tiempos del club. Gracias a ellos, por fin San Mamés tuvo su fiesta.
Los jugadores rojiblancos salieron muy enchufados, con sus mejores trajes de gala para la destacada cita. En pocos minutos ya habían tenido varias ocasiones y hasta hubo tiempo para pedir una mano dentro del área en un lanzamiento de falta de Beñat. Sin embargo, pronto llegó un golpe muy duro, más para la historia que para el propio equipo. Mucho se había hablado estos días de quién sería el primer jugador en anotar el primer tanto de la historia del nuevo San Mamés. Pues el goleador fue celeste, concretamente Charles. Rafinha se aprovechó de un gran error de Erik Morán en la salida de balón siendo último hombre. Puso la directa hacia la portería del Athletic y cedió al punta brasileño para que definiera ante Herrerín. Tantas vueltas para acabar así. Menos mal que poco tardaron los leones en poner el empate en el marcador. Una falta lateral servida por Beñat fue aprovechada por San José, que perforó la red con la zurda después de un mal rechace. El central, que a pesar de su juventud suma su quinta temporada en el equipo, sacó a relucir su olfato de gol para entrar en la historia como el primer goleador rojiblanco de la historia del nuevo San Mamés. Algo es algo.
Los de Valverde seguían dominando pero fue el Celta quien tuvo las ocasiones más claras. Primero Herrerín cometió penalty sobre Nolito en una contra muy bien llevada por el equipo de Luis Enrique. Por suerte, Charles envió el balón a la gran lona provisional que se sitúa en el fondo que queda sin construir. La segunda, también del ex del Almería, un mano a mano que se fue fuera por muy poco. Poco más antes de que el colegiado decretara el fin de la primera parte. A destacar, la solvencia y carácter en el lateral izquierdo de un Aymeric Laporte que cada día va a más.
Quince minutos pasaron desde la vuelta de vestuarios para ver la primera de las perlas del día. Tras una serie de combinaciones, Iraola le dio un balón defectuoso a Muniain que el navarro consiguió controlar y aguantar para terminar cediendo de magistral tacón al mismo lateral que lo había doblado. El veterano defensor, que atraviesa un momento bastante malo, se disfrazó de 9 y de toque sutil ajustó el balón cercano al palo dándole la vuelta al marcador. Preciosa asistencia y magnífica definición. Pero el equipo quería más y, tan solo siete minutos después, un buen balón largo de San José sirvió para que Beñat pusiera la directa solo hacia la portería celtiña y, tras un regate sutil, definiera con zurda a la derecha de Yoel. Otra gran perla para que la fiesta continuara.
Pero este Athletic no quiere privar a su afición de emoción y, once minutos después, Iago Herrerín protagonizó la pifia del día saliendo muy mal a un centro lateral relativamente fácil, situación que aprovecho la joven promesa celeste, Santi Mina, para acortar distancias. Un serio golpe para un portero que se está haciendo un hueco en el once rojiblanco y que no le debe impedir seguir trabajando duro para que no se vuelva a cometer. Al final, gracias al buen hacer de hombres como Gurpegui, que estuvo soberbio en defensa, el equipo consiguió que el Celta no se acercara más a la portería local. De hecho, los locales estuvieron a punto de aumentar la diferencia gracias a De Marcos y Aduriz pero, finalmente, el resultado no se movió.
San Mamés por fin tuvo su fiesta, una celebración que la afición adornó con sonoros cánticos pasando por grandes ovaciones, especialmente la dedicada a Ander Herrera cuando fue sustituido. El primer día del nuevo estadio fue grande gracias a veteranos de guerra como Gurpegui o Iraola y también gracias a otros como Muniain o San José que, a pesar de su juventud, hace tiempo que dejaron de ser nóveles. En lo deportivo, 9 puntos de 12 y mucho margen de mejora de cara al futuro. En lo emocional, una gran fiesta que será la primera de muchas.
Fotografía: Eurosport
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