El Athletic no está capacitado para ganar al Real Madrid, por lo menos en la actualidad. Es algo doloroso pero es así. Algunos que peinan canas dirán que ellos vieron a sus leones vencer a la quinta del Buitre. Otros pueden decir que les vieron derrotar al equipo de unos galácticos como Zidane, Ronaldo, Figo o Beckham. Lamentablemente, la liga española ha "evolucionado" hasta un punto en el cual dos conjuntos no tienen ningún tipo de rival y pasan hasta a disputarse los más grandes títulos europeos sin oposición, como cromos. A día de hoy, por muy doloroso que resulte, el Athletic no puede disputarle tres puntos al Real Madrid.
Y hay algunos aspectos como la polémica arbitral que nunca están exentos en este escenario. La estadística hablaba por si sola. Antes del sábado, los rojiblancos habían perdido 11 de los últimos 12 encuentros en el coliseo blanco, con 37 goles en contra y 11 a favor. 4 leones expulsados por un jugador blanco y cinco penaltis pitados en contra por dos a favor. Los cinco penaltis en los últimos tres partidos, algo curioso cuanto menos. Tras el sábado, la cifra de goles en contra subió a 42, siendo 20 en los cuatro últimos partidos. Concretamente, este fin de semana, el árbitro pudo haber visto la mano de Coentrao en el área blanca y pitar pena máxima con 3-1 en el marcador. También el Athletic pudo transformarla. Pudo pasar pero no pasó. Realmente, no creo que hubiese influido en exceso para detener al rodillo blanco.
El conjunto de Bielsa comenzaba a dar pasos hacia la estabilidad y el partido del Bernabeu no debe tirar por tierra esta realidad. Actualmente, este partido no es de nuestra liga, esto es así. Más aún con el gran número de bajas con las que se acudió a la cita en particular. Lo que sí que hay que hacer es trabajar la solidez defensiva que lo que está provocando esta sangría de goles en contra. Seguir y seguir trabajando, no queda otra. Borrón y cuenta nueva.
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