Si frente al Espanyol en Cornellá la estadística y los datos no nos eran favorables, contra el Granada en Los Cármenes sucedía todo lo contrario. En los últimos tres enfrentamientos, el conjunto nazarí no había sido capaz de derrotar al Athletic. Sumaban tres derrotas en feudo propio esta temporada sin conseguir anotar un solo tanto. Además, en el apartado individual, Aduriz podía luchar por terminar con su notable sequía goleadora frente a un conjunto al que el año pasado marcó tres goles, dos precisamente en Granada. Todo parecía favorable para terminar la jornada en puestos de Liga de Campeones. Sin embargo, si algo tiene el Athletic estos últimos años es miedo al momento de dar un paso al frente. Si ya hablamos del Athletic de este año de lo que tenemos que hablar es del tremendo cambio de juego que tiene el equipo cuando juega como visitante. Frente el Madrid podía decirse que estaba cantado, contra el Espanyol supuso un serio varapalo, pero cuando realmente han saltado las alarmas es con la derrota en Granada. La semana de los nueve puntos acaba con tres en el casillero. Triste pero cierto.
Si algo se está viendo en las últimas semanas es que el equipo de Valverde tiene un planteamiento muy claro cuando juega en San Mamés. Busca tener el dominio del juego a través de posesión, ser vertical y profundos y tener muchas ocasiones que puedan plasmarse en goles. Un juego que gusta, como se pudo apreciar frente al Betis. Sin embargo, en cuanto el equipo se aleja de Bilbao, propone un juego muy conservador, simplón y muy poco ambicioso. Pero lo peor de todo no es esta descripción, puesto que hay equipos que, con ella, logran puntos. La cuestión es que no hay ningún tipo de intensidad, carecemos de alma. Así han llegado los repasos de Espanyol y, sobre todo, de Granada, partido en el que el equipo cuajó una actuación lamentable llegando a errar hasta 100 pases (el 24% de ellos). Puede ser que haciéndose fuerte en casa sirva para sumar un gran número de puntos e, incluso, para lograr una posición interesante, pero no concibo que un equipo pueda sufrir semejante transformación cuando cambia de estadio. Es importante que tu casa sea un fortín, pero no a costa de renunciar a cualquier resultado positivo fuera. La mentalidad ganadora hay que tenerla en cada campo, cada semana.
Respecto al equipo, afirmaba Valverde en la previa que pusiera a quien pusiera no se iba a equivocar. El míster ha estado probando y probando, haciendo cambios partido tras partido. Sin embargo, la buena actuación ante el Betis pudo convencerle de que había dado con la tecla. Tras lo visto en Granada, nada más lejos de la realidad. En mi opinión, el centro del campo que forman Mikel Rico, Beñat y Ander Herrera es el que se podría denominar de gala, por lo menos sobre el papel. Digo ésto porque el nivel que está mostrando Herrera desde el inicio de temporada dista mucho de lo que ha demostrado que puede ofrecer. Es cierto que juega en una nueva posición, pero no es lo suficientemente distinta como para que suponga una excusa. Y todo ésto con un De Marcos pichichi desde el banquillo y que puede aportar mucho desde la mediapunta, aunque quizá también pueda hacerlo como falso nueve. Esta opción no me parece para nada descartable visto el flojísimo rendimiento que está mostrando Aduriz en las últimas jornadas. Al punta se le ve bastante lento, torpe y fallón. Eso sumado a la lesión de Kike Sola y a la inoperancia de un Toquero totalmente carente de ritmo y capacidad para ser nueve, hace que los problemas en la delantera sean un aspecto a analizar con profundidad.
Pero no hay que quedarse ahí, pues el mayor problema que tiene desde hace mucho tiempo el Athletic está en su línea defensiva. Varias cosas ha probado Valverde y nada ha dado resultado para dotarla de solidez. Para colmo, el técnico lleva unos partidos con unas ideas fijas que no están aportando nada bueno sino todo lo contrario. Me refiero, por supuesto, a la ubicación de Laporte como lateral izquierdo. Nadie duda que el chaval tiene unas condiciones y potencial enorme para ser un gran central. De hecho, ya lo ha demostrado con grandes actuaciones en varios partidos. Pero, por favor, absolutamente nada parecido cuando actúa como lateral. No es su posición y eso se nota partido tras partido. El Betis no dudó en atacar el jueves por el costado izquierdo constantemente y, el lunes, Pereira hizo más de lo mismo para que su equipo profundizara por el costado del defensor francés. Este aspecto, el más notable, no hace olvidar el pésimo rendimiento que está ofreciendo Iraola, la ausencia absoluta de contundencia de un San José que, si bien posee un juego aéreo muy a destacar a balón parado, puede ser uno de los defensas más blandos que han pisado San Mamés, y la titularidad de un Gurpegui lento y que no es central, a pesar de que cumpla gracias a su capacidad de colocación. Mientras tanto, Jonas Ramalho en Girona, los dos laterales izquierdos lesionados y Etxeita, que el año pasado pudo ser el mejor defensor de Segunda División, sin contar para el entrenador. Además, si lo que quería corregirse era la sangría de goles que se reciben, en siete partidos ya hemos encajado doce... Mucho, pero que mucho que trabajar.
Fotografía: Web oficial Athletic Club
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