Llorente fue titular y anotó el tanto del empate |
Mucho ruido y pocas nueces. De esta forma se puede describir la actuación del Athletic en el encuentro que le midió ayer al Deportivo de la Coruña en Riazor. El conjunto rojiblanco dominó totalmente al rival, se hartó de llegar combinando y profundizando pero, finalmente, falló como una escopeta de feria. Por contra, el Deportivo marcó en la primera clave que tuvo. Por suerte, Llorente, de nuevo titular, empató antes del descanso. El marcador ya no se movería en un segundo tiempo en el que continuó avasallando al equipo de Fernando Vázquez hasta que Iturraspe fue polémicamente expulsado a diez minutos del final. Al final, un punto con sabor amargo porque perfectamente pudo conseguirse una victoria holgada. El detalle positivo es que se mantienen las distancias clasificatorias con el Deportivo.
El Athletic saltó al campo con un equipo más similar al del año pasado en cuanto a piezas se refiere. Respecto a los sancionados, Gurpegui y De Marcos regresaban al once pero Laporte no pudo llegar en perfectas condiciones y todo parece indicar que Aduriz tampoco. Por lo tanto, Aurtenetxe se situaba en el lateral izquierdo por segunda jornada consecutiva. En la contención, Bielsa se decantó por Iturraspe en lugar de San José, lo que refleja que buscaba potenciar la salida de balón frente a la solidez defensiva. Muniain, que va mejorando su rendimiento, regresaba al extremo izquierdo dejando a Ibai en el banquillo. Por su parte, el técnico argentino volvía a situar a Fernando Llorente como referencia en el ataque una semana más. El Deportivo, por su parte, sufría las bajas de Carlos Marchena en defensa y Abel Aguilar en el centro del campo. Sin embargo, el mayor aval de los gallegos era la gran racha de cuatro victorias consecutivas y la eficacia de sus hombres de arriba, además del gran ambiente que presentaba Riazor.
No obstante, cinco minutos de partido tardó la parroquia blanquiazul en enfriarse, el tiempo que tardaron los bilbainos en hacerse con el control total y absoluto del partido. Los rojiblancos acumularon la posesión y recuperaron uno de los mayores puntales del Athletic de Bielsa, las triangulaciones de la banda derecha. El trío Iraola-Susaeta-De Marcos trajó al Deportivo por la calle de la amargura. El lateral de Usurbil ofreció una de sus mejores versiones apareciendo constantemente en ataque, De Marcos rompió con constantes desmarques a la espalda de la zaga gallega y Susaeta se movió constantemente tanto por la línea de cal como por el resto del frente del ataque. Las múltiples combinaciones de los tres jugadores, a los que ocasionalmente se unía Ander Herrera, provocó más de una decena de llegadas. Cualquiera podía aparecer en cualquier momento por todo el sector derecho y llegar a línea de fondo. Gran noticia, si no hubiese sido por el afán que tiene este equipo por errar todas las ocasiones de las que dispone. La capacidad de tomar practicamente siempre la opción equivocada en el momento decisivo y tras haber trenzado la jugada más elaborada es el pan de cada día del conjunto de Marcelo Bielsa.
Aunque la parte derecha fue la principal baza de los rojiblancos, la primera ocasión visitante llegó por la banda izquierda en un gran desplazamiento en largo a la espalda de los centrales que Herrera no pudo ceder con precisión para que Susaeta empujara libre de marca. Otro excelente pase en profundidad del menudo extremo navarro no pudo ser aprovechado por un Susaeta que se quedaba solo frente a Aranzubia pero que no llegó por poco. Hasta pudo anotar el navarro aprovechando un centro de Óscar de Marcos desde la derecha. Buenos detalles de un Iker Muniain que es vital para que el Athletic recupere el desequilibrio por banda izquierda. Antes, Llorente, mucho más inspirado que en pasadas comparecencias, pudo adelantar a los rojiblancos en dos ocasiones. En el minuto 12 aprovechandose de un buen pase de De Marcos, protegiendo el esférico con el cuerpo y, finalmente, disparando alto desviado por un defensor, aunque el árbitro dio saque de puerta. La segunda en el 16 aprovechándose de un flojo centro de Susaeta que el riojano terminó cabeceando alto. Más adelante, en el 32, también consiguió conectar un disparo en un intento de chilena a pase de De Marcos que se fue a la izquierda de Aranzubia. El Athletic dominaba y llegaba con muchos hombres al ataque pero con nula efectividad de cara a puerta.
Pero si por algo se caracteriza este equipo es por no seguir ningún guión establecido y romper todas las predicciones. Así, en la única concesión debida a una pérdida de balón en el centro del campo y un intento de recuperación algo flojo, llegó el tanto del Deportivo. Bruno Gama se encargó, desde la frontal del área, de poner el balón en la escuadra de la portería de Iraizoz. La primera llegada de los de Vázquez y gol en contra y ésto si es una constante en el Athletic. Por suerte, el conjunto vasco no se amilanó y continuó con su empeño de perforar la portería rival, algo que consiguió justo antes del descanso. Muniain partiendo desde la izquierda atrajo a tres rivales y descargó para un Iraola que subía solo. Desde una posición más centrada de la habitual, colgó el balón para que Fernando Llorente cabeceara a la red. Segundo gol de la temporada para el cuestionado delantero. Momento perfecto para anotar el tanto del empate, justo antes del descanso. Golpe de efecto para comenzar la segunda parte con ilusiones renovadas.
La segunda mitad arrancó sin cambios y pronto llegaría la polémica cuando en un centro desde banda derecha Aythami agarró descaradamente a Llorente dentro del área. Sin embargo, Pérez Montero no vio nada de nada, como suele ocurrir en la mayoría de las ocasiones con el delantero de Rincón de Soto. En el 19 volvió a probar fortuna Muniain pero su disparo no encontró el efecto deseado y se marchó a la derecha de la portería de Dani Aranzubia. Otra oportunidad desperdiciada, pero no la única ya que, tan solo cuatro minutos después, llegaría la jugada más rocambolesca del encuentro. Muniain filtró un balón hacia el corazón del área para nadie. Sin embargo, Aythami trató de despejar de chilena entregando el balón a Llorente, que remató al palo. El rechace lo capturó el mismo, recortó a un defensor y su nuevo disparo lo despejó Aranzubia. El tercer despeje cayó en manos de Susaeta, que disparó alto. Jugada digna de aparecer en más de un zapping televisivo. Incomprensible que el balón no acabara en la red. Siete minutos después, Herrera, sin oposición, remataba alto desde dentro del área tras otra buena jugada por banda derecha. Perdonar, perdonar y perdonar, con un Deportivo asustado y encerrado.
Y llegó entonces el momento de protagonismo para el colegiado Pérez Montero. Aquel que nos señalizara un penalty en contra en el encuentro frente al Rayo Vallecano en San Mamés, habiéndose producido la entrada un metro fuera del área, expulsó a Iturraspe por una entrada en la que toca balón. Ésto no disculpa al centrocampista de Abadiño, que siempre anda a remolque en lo que a defensa se refiere, pero en esta ocasión no debió señalizar la falta y la decisión del arbitro perjudicó seriamente al Athletic. Este hecho provocó la sustitución de Aduriz, que había saltado al verde por Llorente hacía apenas 13 minutos. Bielsa volvía a realizar un sustitución de un jugador que había saltado desde el banquillo, como hiciera con Muniain semanas atrás, si bien en esta ocasión era la mejor opción. Ésto se debe a que el míster argentino decidió hacer un doble cambio, pieza por pieza en el minuto 75, Ibai por Muniain y Aduriz por Llorente. Realmente, el riojano no parecía dar muchas muestras de cansancio a un cuarto de hora del final y su rendimiento estaba siendo positivo. Además, teniendo el encuentro totalmente volcado hacia la portería de Aranzubia, era la oportunidad perfecta para introducir más mordiente arriba. Sin embargo, Bielsa decidió hacer dos cambios de pieza por pieza. Al final, ante la expulsión de Iturraspe, no quedó más remedio que retirar a Aduriz y meter a San José para contener el resultado, aunque el Deportivo ni llegó a portería antes del pitido final. Eso sí, antes le dio tiempo a Pérez Montero para dar otra vez la nota, cuando el público de Riazor tiró un balón al césped habiendo ya uno en juego, Ekiza lo desplazó y el colegiado terminó concediendo falta lateral a favor de los gallegos. Nada más botarla, pitó falta en ataque. De esta manera acabó el partido, ver para creer.
Un punto que sabe a poco se trajo el Athletic de Riazor cuando lo lógico es que hubiese conseguido una victoria holgada, eso si hubiese conseguido ser efectivo en la menos de la mitad de sus oportunidades. Sin embargo, sólo se logró perforar la red en una ocasión de la mano de Llorente, en su mejor partido de la presente temporada. Un resultado como éste, visto el partido, jamás puede ser una buena noticia para el equipo. Por lo menos habrá que quedarse con la intensidad mostrada y el rendimiento de una banda derecha arrolladora. Lamentablemente, o se mejora en la toma de decisiones de la finalización de las jugadas o no se mejorará la frente a la portería contraria. Mientras tanto, un partido menos y ocho puntos sobre el descenso. Una final menos.
Fotografía: Diario Marca (edición digital)
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