lunes, 18 de febrero de 2013

Málaga - Athletic: lo mismo de siempre


Un juego que busca ser elegante, con muchos hombres lanzados al ataque pero con un gran problema en lo que a efectividad se refiere. La nueva derrota en el campo del Málaga certifica que de nada vale gozar de muchas ocasiones manifiestas de gol si no se traducen en goles, que de nada vale merecer más de lo que se obtiene si finalmente todo ésto no se traduce en puntos. El Málaga se permitió el lujo de rotar pensando en la Champions mientras Willy Caballero contuvo los arreones de un Athletic que volvió a perder y que sigue a seis puntos del descenso.

El partido estuvo marcado por la novedad en la portería rojiblanca. Bielsa decidió sentar a un Iraizoz que fue sentenciado por San Mamés en el encuentro contra el Espanyol. La alternativa fue para Raúl Fernández, quien tuvo una buena actuación. Detuvo por alto, a Antunes, a media altura, a Baptista, por bajo, a Isco, y en una buena salida ante un Lucas Piazon que se plantó solo ante él gracias a una pared que rompió la defensa. Nada pudo hacer en el tanto de Saviola debido a lo mordido que le salió el remate. Derrota del equipo pero buena actuación del guardameta bilbaino. Según Marcelo Bielsa, lo lógico es que Raúl conserve la titularidad por lo que todo hace indicar que será el portero titular ante la Real Sociedad, precisamente equipo contra el que debutó en 2011 en liga y que terminó con victoria por 2-1 para los zurigorris. Hay que desear toda la suerte del mundo al nuevo guardián de las redes rojiblancas. 

En la línea defensiva se volvieron a dar errores destacables. Por ejemplo, un fallo en el despeje de Aymeric Laporte que regaló un balón franco a Baptista que logró finalmente repeler Raúl o la concatenación de errores en el tanto malagueño. Primero, Piazon se marchó a trancas y barrancas de unos Gurpegui y Susaeta  muy flojos para, finalmente, poner un balón atrás que Saviola remató sin oposición. Como ante el Valladolid dos semanas atrás, el pase atrás condenó al Athletic. En la faceta ofensiva, sin novedades. Asedio a la meta de un Willy Caballero que se mantuvo sobrio y determinante todo el partido. Eso sí, en muchas de las intervenciones que tuvo que realizar los rojiblancos apuntaron al muñeco, tónica que se repite y hace que los porteros del equipo rival terminen siempre con buenas actuaciones. 

En definitiva, nuevo partido en el que el Athletic se va de vacío a pesar de ocasiones y juego, lo cual empieza a importar bien poco cuando el equipo lo que necesita son puntos. De nada vale pensar en lo que pudiera haber sido o de lo que sería justo haber merecido. La cuestión es que las jornadas pasan y la clasificación pesa. Es realmente una suerte que haya tres equipos que sigan hundidos jornada tras jornada y no levanten cabeza. De no ser así, mejor no pensar qué lugar ocuparía el conjunto de Bielsa. Además, continúa habiendo lesiones que lastran a una plantilla de por sí muy corta, como la temporada ha demostrado. Y es que parece que las desgracias nunca vienen solas. Ahora a seguir trabajando con vistas al derby, no queda otra.

Fotografía: Web oficial del Athletic Club

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