Dominio del juego, concesiones en defensa, gran despliegue físico y aluvión de ocasiones en ataque aunque muchas no terminan dentro. La tónica que el Athletic tenía la temporada pasada parece que está volviendo a darse en todos sus matices. El viernes contra el Valladolid, el equipo hizo uno de esos horribles arranques de partido para terminar dominando, remontando y casi venciendo. Una nueva ocasión en la que el equipo se sobrepone a un doloroso revés inicial para sumar su quinto punto en tres partidos, dos de ellos fuera de casa. Quedan las sensaciones positivas y se vislumbra una trayectoria ascendente para un equipo que se está reencontrando a sí mismo.
El conjunto de Marcelo Bielsa llegó tarde al encuentro contra el Valladolid, concretamente un cuarto de hora tarde. Para entonces, el conjunto pucelano ya había conseguido perforar la portería en dos ocasiones, y merece la pena analizar los tantos porque hay un factor que se repite. En ambos se produce un pase atrás y llega alguien solo de la segunda línea. ¿Por qué? La defensa del Athletic se queda totalmente en línea dejando libre de marcaje al hombre que llega desde atrás. Dos errores importantes y dos goles en contra para afrontar un partido muy cuesta arriba. Por lo visto, el tema de la línea defensiva es un capitulo sin cerrar.
Sin embargo, el equipo fue cogiendo el tono y se hizo con el dominio del partido, no sin dejar de convertirlo en un correcalles que transforma el partido en una emocionante batalla para el espectador. Sin embargo, el Athletic se encuentra cómodo en esta tesitura y, antes del descanso, De Marcos envió el balón a la red vallisoletana empalmando un buen centro de Susaeta. Quinto tanto para el de Laguardia que está adornando su vuelta al centro del campo con llegada y goles. Ya en el segundo tiempo, Susaeta empataba para los bilbainos al empujar el balón en el segundo palo tras una dejada de Aduriz en un saque de esquina. De esta forma, el extremo derecho anotaba su cuarto tanto en liga. Aritz Aduriz, principal referente ofensivo durante toda la temporada, se quedaría sin marcar, pero grandísimas noticias son los tantos de Susaeta y De Marcos, que repiten en su cita con el gol tras hacerlo la semana pasada. Parece que la segunda línea del ataque empieza a aportar en tareas goleadoras, matiz que hace crecer al equipo exponencialmente.
Con el empate, el equipo rojiblanco tuvo la posibilidad de llevarse los tres puntos. Es cierto que el Valladolid también pudo marcar el tercer tanto con las ocasiones de Javi Guerra, tras un pase atrás también, y Omar Ramos, pero el Athletic gozó de más oportunidades para hacerlo. Además del palo de Aritz Aduriz en la primera parte, hubo varias ocasiones tras el empate. Dani Hernández detuvo un tiro raso a De Marcos tras un fantástico pase interior de Herrera. Aurtenetxe mandó el balón rozando el palo de un cabezazo tras saque de esquina de Ibai. Susaeta no consiguió empalmar un balón que llegaba altísimo tras un rechace que lo dejó solo ante el portero y, la última, un lanzamiento raso que le detuvo Dani Hernández a Ibai tras pase del eibartarra. Una tónica que también se repite, muchísimas llegadas a la portería contraria y pocas acaban con la subida del tanto al marcador.
También hubo tiempo para la polémica arbitral, como suele ser común en casi todos los encuentros de la liga española. En la primera mitad, un codazo de Aritz Aduriz mandó a Marc Valiente fuera en camilla. Si bien la acción no fue intencionada, el ariete rojiblanco podría haber visto la cartulina roja perfectamente. No obstante, la cosa se quedó en amarilla. Pero hacia el lado del Athletic también hubo dos acciones discutibles. En la primera mitad un agarrón de Sereno al 20 de los leones pudo ser penalty. La que genera menos dudas es la segunda jugada polémica, una clarísima mano de Jesús Rueda ante un recorte de Iraola que se plantaba solo ante el portero. Pudo no hacerlo intencionadamente el central del Valladolid, pero cortaba una ocasión manifiesta de gol ya que el lateral de Usurbil se plantaba solo ante el meta vallisoletano. Por tanto, en referencia a la actuación arbitral, el Athletic pudo salir más perjudicado que el conjunto de Djukic.
Finalmente, lo que quedo fue un partido de lo más atractivo, con muchas idas y venidas, uno de esos correcalles a los que el Athletic nos tenía acostumbrados la temporada pasada y que empezamos a volver a ver este año. A pesar de unos errores defensivos que lastran bastante, las sensaciones en el juego son positivas, como demuestra la capacidad del equipo para remontar situaciones realmente adversas. En cuanto a puntos, 5 de 9 en una segunda vuelta en la que el equipo parece reencontrarse a sí mismo. Es más, de Valladolid se regresó con un sabor amargo por lo cerca que estuvo la victoria en un campo complicadísimo. No hay que olvidar que el equipo de Djukic es uno de los que mejor fútbol practican de primera y que han cosechado muy buenos resultados en casa. A pesar de ello, un punto que se hará bueno con una victoria ante el Espanyol en San Mamés. A seguir creciendo.
Fotografía: Web oficial del Athletic Club
No hay comentarios:
Publicar un comentario