Cuando parecía que el Athletic empezaba a remontar el vuelo y el juego hacia presagiar un resurgimiento acompañado de estabilidad, se ha producido, probablemente, el mazazo más contundente posible. De nada sirve terminar el partido con un 72% de posesión de balón si se hacen unas concesiones tan grandes al rival en defensa. De nada sirve tener predominio en ataque si perdonamos todas las ocasiones posibles y luego encajamos las únicas cuatro ocasiones que tiene el rival en todo el partido. Un 0-4 para nada imaginable al final del primer tiempo pero que devuelve al conjunto de Marcelo Bielsa a mirar directamente hacia abajo, esos seis puntos que le separan del descenso. Una vez más, sensaciones negativas.
Un partido plagado de errores e infortunios de todo tipo por parte de los rojiblancos. Tras el cambio por lesión de un Muniain que no levanta cabeza, entro Ibai para no poner un córner a derechas. 12 saques de esquina tuvo el conjunto rojiblanco y ninguno con peligro. En ocasiones por jugadas, menos acierto aún. Susaeta perdonó y perdonó y De Marcos falló con todo a su favor. Aduriz totalmente atado por los centrales periquitos, no tocó balón y apenas gozó de una ocasión. Si los dos últimos encuentros la segunda línea despertó, ayer se quedó echando la siesta, y sin Aduriz pues ya se sabe. Por otro lado, la lesión de Ibai y el resultado adverso hicieron a Bielsa recurrir a Igor Martínez y Toquero, casi inéditos esta temporada. Queda demostrada la cortísima plantilla de la que dispone el equipo, aunque Urrutia crea que no es necesario reforzarse.
Recordando encuentros pasados, se volvieron a producir los grandes regalos en defensa que habiamos visto durante todo el año. Aurtentetxe falló gravemente en la marca del primer tanto del Espanyol y cerrando el paso a su marca en el tercero. Y Monreal en Londres por 12 millones, algunos todavía nos preguntamos el porqué. Sin embargo, si alguien fue el foco de todas las críticas fue, una vez más, Gorka Iraizoz. El eternamente cuestionado portero realizó un partido nefasto, focalizado en sus errores de bulto en los goles pericos. A pesar del fallo de marcaje de Aurtenetxe a Héctor Moreno, un portero no puede recibir un gol de un hombre que remata dentro del área pequeña. En el segundo el error es antológico, con una salida desconfiada y pésima, dándole el tanto a Víctor Sánchez. Y en el tercero pudo hacer algo más por salir a por el balón y cortar el envío desde izquierda. Antes de esto, un par de malos controles con el balón de los pies ya encendieron el run run de San Mamés, que terminó por sentenciar al portero tras sus graves errores con una ensordecedora pitada en cada balón que tocaba. La parroquia rojiblanca ha dicho basta y le toca pronunciarse a Bielsa.
Muchas equivocaciones en todas las zonas del campo, en algunas más que otras, hicieron que el Espanyol, sin hacer un gran partido, le endosara un doloroso 0-4 al Athletic en su propia casa. Un resultado que mina la moral y las espectativas de un equipo que se suponía en crecimiento. Ahora toca reconstruir y hacer unos cambios que se empiezan a antojar necesarios. Hay que tocar piezas para cambiar esta situación que deja al equipo hundido y a seis puntos del descenso. Es necesario cambiar para crecer.
Fotografía: Web oficial del Athletic Club
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