El Athletic tiene la oportunidad de cerrar el año 2013 de la mejor de las maneras. El conjunto de Ernesto Valverde acumula cuatro encuentros sin perder en liga en los que ha dejado ver una mejoría notable tanto en solidez como en juego. Hoy despedirá el año en San Mamés, estadio que se ha convertido en un auténtico fortín para los bilbaínos, ya que todavía no se ha producido ninguna derrota local. De los 8 choques disputados, 6 victorias y dos empates son los que acumulan los leones en su nuevo feudo. Buscando romper esta gran racha se presenta en San Mamés el Rayo Vallecano de Paco Jémez.
El equipo madrileño fue una de las revelaciones de la temporada pasada, de eso no hay ninguna duda. Sin embargo, los inicios fueron bastante dubitativos en Vallecas. La apuesta del recién llegado Paco Jémez no terminaban de convencer y se antojaban, en ocasiones, algo surrealistas. El fútbol ultraofensivo del técnico, que llegaba a disponer de 3 defensas y 5 delanteros en el terreno de juego, no ofreció unos resultados que permitieran seguir confiando en el sistema. Sin embargo, el míster recompuso sus piezas formando con una más convencional defensa de cuatro pero apostando por la combinación y el fútbol de ataque que marcaban sus ideales. De esta forma, encontró un equilibrio que provocó que el Rayo estuviera muy cerca de la pelea europea a final de temporada.
Buena parte de la culpa de este éxito recaía en la disposición de unos jugadores que encajaban muy bien en lo que el técnico proponía. Si bien la defensa era la parcela más débil, con hombres como Figueras o Gálvez y un Tito muy profundo por la derecha, lo mejor del equipo residía de ahí en adelante. Un doble pivote encomendado al derroche físico de Javi Fuego y al talento de Trashorras. Una línea de tres cuartos rebosante de talento con el "Chori" Domínguez, Lass y el goleador Piti. Por delante, una de las revelaciones de la temporada, el joven Leo Baptistao.
Posible once del Rayo frente al Athletic |
El actual Rayo ha perdido a una gran parte de estos hombres que hicieron vibrar Vallecas la temporada pasada. Javi Fuego fichó por el Valencia, Amat llegó al Swansea de Laudrup, el "Chori" milita ahora en el Olympiacos de Michel, Piti hizo las maletas rumbo a Granada y el Atlético de Madrid fue el destino del canterano Leo Baptistao. Sensibles bajas para una plantilla que no ha encontrado estas prestaciones en sus refuerzos. La sombra de estos jugadores planea sobre recien aterrizados como Iago Falqué, Larrivey, Seba Fernández, Saúl Ñíguez, Baena, Alberto Bueno o Nery Castillo. La plantilla actual es mucho más debil y mucho menos peligrosa de lo que lo era la campaña pasada.
No obstante, Paco Jémez sigue fiel a su 4-2-3-1 y a su estilo de sacar la pelota jugada y buscar la combinación constante como modo de vida. No obstante, las piezas que posee para construir su nave no son tan efectivas y eso se refleja en clasificación y juego. Así, el Rayo Vallecano solo ha sumado una victoria en los últimos siete encuentros ligueros y es el equipo más goleado de toda la Primera División con 38 tantos en contra. Su mejor aval en San Mamés será la confianza generada por la clasificación copera ante el Valladolid gracias a su victoria por 3-1 frente a los pucelanos y el acierto anotador de Alberto Bueno en las últimas jornadas. También merece la pena destacar que los madrileños han puntuado en cuatro de sus últimas seis visitas a Bilbao y que el año pasado lograron la victoria por 1-2.
San Mamés será una olla a presión en el último partido que albergará en 2013. La afición sabe muy bien de su importancia en el arrope de su equipo y, un día más, no permitirá que baje los brazos en ningún momento. Se quiere que esta racha de imbatibilidad no llegue y mucho menos antes de acabar el año. Terminar el año en plaza Champions con puntos de ventaja sobre los perseguidores es el mejor premio para un equipo que sigue creciendo día tras día.
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