sábado, 26 de enero de 2013

La importancia del triángulo de la medular


El encuentro en el Benito Villamarín ante el Betis abrió las puertas de la esperanza para muchos seguidores del Athletic. Se logró un punto que supo a poco, sobre todo teniendo en cuenta la situación en la clasificación. Sin embargo, la imagen ofrecida recordó al vibrante equipo del pasado año. Esta mejoría tuvo lugar sobre todo tras el descanso, cuando Aurtenetxe ocupó el lateral izquierdo y De Marcos pasó a la medular, formando junto a Iturraspe y Ander Herrera, ese tridente que tantas alegrías ofreció la temporada anterior. Con los tres jugadores formando juntos la sala de máquinas del conjunto bilbaino, se alcanzó una de las mejores versiones que ha alcanzado el equipo este curso. Pocas veces han jugado juntos desde que empezó la liga y el rendimiento del equipo se ha resentido considerablemente, afectando a los resultados.

Estos tres futbolistas solo han actuado juntos en 7 partidos de los 20 que van disputados hasta la fecha. El balance ha sido de dos victorias, dos empates y tres derrotas pero merece la pena indagar en cada uno de los encuentros. En la segunda jornada de liga, empezaron juntos contra el Atlético de Madrid. Sin embargo, rápidamente De Marcos pasó al lateral e Íñigo Pérez al centro del campo, con lo que no se puede tener realmente en cuenta. El partido terminó en derrota. Hasta la séptima jornada no volvieron a jugar juntos, contra Osasuna. El encuentro terminó con una victoria rojiblanca y un asedio constante a la portería de los rojillos y sólo Andrés Fernández pudo evitar la goleada. También jugaron juntos la semana siguiente contra el Valencia en Mestalla, un encuentro dominado por el Athletic hasta la expulsión de Herrera, situación aprovechada por los de la capital del Turia para darle la vuelta al marcador. Llegó la jornada 11 y se logró la victoria contra el Sevilla en San Mamés con el tridente sobre el césped, también con expulsión de Ander Herrera, esta vez por doble amarilla. Dos semanas después, también jugaron juntos contra el Deportivo en La Catedral, sacando un desafortunado empate de un encuentro que dominaron de principio a fin. El peor de los encuentros llegó la siguiente jornada, contra el Barcelona. La comparecencia de los tres centrocapistas no evitó la goleada de los de Vilanova en el Camp Nou. La última del tridente, el pasado lunes contra el Betis. Un partido que, como se vio, los rojiblancos dominaron y pudieron llevarse los tres puntos del Villamarín.

Los distintos encuentros reflejan dos victorias con buen juego y dominio. También dos empates en los que el equipo jugó un fútbol mejor que el rival y se merecieron los tres puntos. En lo que respecta a las derrotas, el partido contra el Valencia estuvo dominado, con superioridad en juego y en el marcador, hasta la expulsión de Herrera, que afectó al equipo de forma determinante. La del Atlético de Madrid podría considerarse una excepción debido a que De Marcos pasó rápidamente al lateral, mientras que la del Barcelona fue una derrota justa contra, posiblemente, el mejor equipo del mundo. Mientras han estado Iturraspe, De Marcos y Herrera juntos en la sala de máquinas del Athletic el equipo ha funcionado y los resultados no han terminado de reflejar el buen juego que hacía el equipo realmente. Por tanto, es de vital importancia para el conjunto de Marcelo Bielsa que estos tres jugadores se sitúen juntos en la medular para ver lo mejor del equipo.

Contra el Betis, Aurtenetxe regresó al lateral y se espera que sea para quedarse. El de Amorebieta no pasa por su mejor momento pero es vital para liberar de esa posición a De Marcos. Además, que el de Laguardia regrese a su posición original hace que Muniain se sitúe en la banda, el lugar en el que verdaderamente hace daño. Así, todas las piezas se sitúan en el lugar que encajan y el puzzle rojiblanco empieza a resolverse. Se espera que el domingo, contra el Atlético de Madrid, vuelva a jugar el tridente en el centro del campo y Muniain en la banda, lo que aumenta las esperanzas de mejora vistas en Sevilla. Pero no nos confundamos, el punto conseguido en el Benito Villamarín y el buen juego desplegado no servirá de nada si no se ratifica contra los del Cholo Simeone. Toca dar un paso hacia adelante.

Fotografía: Deia (edición digital)

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