El Athletic atraviesa una temporada realmente difícil, de eso no hay duda. Las situaciones extradeportivas son de sobra conocidas y en el terreno del puro fútbol el equipo ya no es que no consiga arrancar, sino que se encuentra en una especie de punto muerto. Los serios problemas que se sufre atrás han provocado una inestabilidad defensiva digna de mención. Lleva encajados la friolera de 37 tantos en lo que va de campeonato, el segundo equipo que más goles recibe por detrás del Deportivo (39 tantos en contra). Con prácticamente el mismo plantel, el curso anterior se habían recibido 19 goles a estas alturas de curso, enorme diferencia. La marcha de Javi Martínez ha debilitado seriamente al equipo pero es imposible que todo el equilibrio defensivo pasara por un jugador. El nivel de los jugadores no es el mismo y eso lo refleja el casillero, pero no solo se muestra en la faceta defensiva. Lo que realmente es reseñable es el bajón del equipo a nivel ofensivo, la mayor de las virtudes del Athletic de Marcelo Bielsa.
Ese conjunto que maravillaba tanto en campos de la liga como por otros míticos de Europa no da señales de vida. Ese juego de presión asfixiante, combinación elaborada, incesantes llegadas y asedio constante se ha perdido en la sombra. Ese fútbol loco se quedó de vacaciones. Todos y cada uno de los jugadores que poblaban el temido ataque rojiblanco no son más que caricaturas de lo que fueron. Muniain, Susaeta, Herrera, Ibai o el mismo Llorente, que todavía sigue en Bilbao, ya no corren con el viento a favor y la mirada clavada en el horizonte. Su ritmo es pobre y sin intensidad. Además, no es que nadie se haya marchado, es que han llegado otros como Aritz Aduriz, algo por lo que hay que dar gracias. Y es que el ariete donostiarra ha tirado de un carro zurigorri que mejor no pensar dónde estaría sin sus tantos.
La pobreza atacante del Athletic y su dependencia de Aritz Aduriz son datos totalmente plausibles. El conjunto dirigido por Marcelo Bielsa suma 22 goles a favor en lo que va de liga y la mitad de ellos llevan su firma. El 50% de los tantos del equipo que han servido para sumar 16 de los 21 puntos que el equipo lleva en liga. Las cifras hablan por sí solas. Los otros tantos se los reparten entre cinco jugadores: Susaeta (2), De Marcos (3), Ibai (2), San José (3) y Fernando Llorente (1). Por tanto, se puede afirmar que el rendimiento de Aduriz está siendo excelente pero los demás miembros de la plantilla no acompañan. Muy diferente era la situación hace un año. En la jornada 18, los leones sumaban 26 tantos anotados divididos entre nada más y nada menos que 14 jugadores: Iturraspe (1), Llorente (6), David López (1), De Marcos (2), Gabilondo (2), Muniain (2), Javi Martínez (1), Toquero (2), Susaeta (2), Ander Herrera (1), Iraola (1), Amorebieta (1) y Aurtenetxe (1). El ariete de Rincón de Soto, único delantero del esquema de Bielsa y referente en ataque, acumulaba 6 tantos, el 23,08 del total. El pasado curso tanto la segunda línea como el resto de la plantilla en general también aportaban una gran cantidad de goles. Las cosas eran muy distintas.
Es muy posible que no volvamos a ver al Athletic que maravilló la temporada pasada, ese equipo pasó a mejor vida. Sin embargo, tampoco creo que la dinámica vaya a ser tan negativa como lo está siendo. Llegará un momento en el que, encajando algunos resultados positivos, la plantilla adquiera moral como para creerse que pueden desplegar un mayor fútbol del que están haciendo. Hasta entonces, solo queda seguir trabajando y retocar, sobre todo cambiar y mejorar diversos aspectos en un sistema inmovilista por parte del técnico. Ya se ha hablado mucho del aspecto defensivo. Otro muy importante es la faceta goleadora. Que Aduriz no camine solo.
Fotografía: goal.com
No hay comentarios:
Publicar un comentario