Uno de los mayores artífices, por no decir el mayor, de la ansiada victoria rojiblanca cosechada en el Reyno de Navarra ante Osasuna fue el guardameta Gorka Iraizoz. El meta navarro transmitió seguridad durante todo el choque y tuvo unas cuantas intervenciones de mérito. Tras dos partidos relegado al banco de suplentes por el técnico Marcelo Bielsa, regresó al once para rescatar al Athletic en un encuentro realmente difícil. Le espera al conjunto bilbaino un camino duro y costoso para conseguir respirar con tranquilidad y es vital gozar de confianza en todas las líneas, más aún en una portería que lleva dando quebraderos de cabeza toda la temporada. Sin embargo, parece que la duda se ha desvanecido y la titularidad seguirá siendo para Gorka, la situación lo requiere.
El "1" del Athletic había sido intocable desde su llegada al club hace ya seis temporadas. Sin embargo, las malas actuaciones cosechadas frente a equipos como Rayo Vallecano, Betis, Zaragoza y, especialmente, Espanyol, hicieron que Bielsa tomara la determinación de efectuar un cambio en la portería. Su decisión, según palabras del míster, estuvo condicionada por el rechazo mostrado por el público de San Mamés hacia el navarro frente al conjunto perico, decisión cuanto menos cuestionable, ya que para efectuar un cambio deben tenerse en cuenta otro tipo de criterios deportivos. No obstante, concedió la titularidad a Raúl Fernández, el eterno suplente que, por fin, gozaba de una oportunidad. Su encuentro ante el Málaga fue bueno a pesar de la derrota y todo parecía indicar que el debate había terminado.
Sin embargo, llegó el derby vasco y el arquero bilbaino tuvo una noche para olvidar, colaborando en todos los goles encajados ante la Real Sociedad en San Mamés. Raúl fue un manojo de nervios desde el primer minuto de partido, la situación pudo con él. Tras el encuentro, fue el foco de las críticas debido a sus errores y podría pensarse que Marcelo Bielsa terminaría tirándose de los pelos ante este interminable problema. Pero el veterano técnico rosarino optó por la mejor de las soluciones, demostrando un gran criterio. Para la lucha por salir de abajo, cuando el descenso aprieta, se necesita gente con experiencia, que sea capaz de lidiar con una situación semejante. El entrenador lo comprendió y fue esa la razón que le llevó a recurrir de nuevo a Iraizoz. A pesar de poder caer para muchos en el ventajismo, debido a entonar estas palabras tras la victoria del sábado, considero que Bielsa tomó la decisión correcta. Esto no significa que Raúl haya desaparecido del mapa y que no sea válido, ni muchísimo menos, pero este momento no ha sido el mejor para concederle una oportunidad que debía haber llegado hace dos meses, con las cosas más tranquilas. Habrá más ocasiones para demostrar, pero ahora no.
Doce finales son las que le quedan al Athletic y hay que ir paso a paso, una a una. El objetivo es muy simple, dejar de mirar hacia abajo y alcanzar cuanto antes los 42 puntos, a esas alturas hemos llegado, quién lo diría hace un año. Para conseguir este objetivo, es necesaria gente con nervios de acero, que puedan con toda la presión existente, que no se arruguen ante la adversidad. El encuentro del sábado dejó la imagen de Ander Herrera con el pitido final, un joven que ya sabe lo que es luchar en estas batallas. Para afrontarlas, la experiencia es un grado, y Gorka Iraizoz la tiene. Después de todo, no hay más que hablar.
Fotografía: Mundo Deportivo
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